jueves, 13 de septiembre de 2012

Redes sociales y transición política en Cuba

| Por Camilo Ernesto Olivera Peidro


LA HABANA, Cuba, septiembre, www.cubanet.org -Cuba es un país en transición. Esta frase no es el resultado de un delirio optimista o una visión futurista. El camino del cambio está en el aquí y el ahora de la realidad en la Isla.
Los signos de ese cambio parecen a simple vista escasos e inconexos entre sí. Pero es bueno recordar que el motor impulsor de las transformaciones sociales y políticas lleva dentro una multiplicidad de pequeños motores. Cada persona actúa a nivel social de acuerdo a la educación recibida en la familia, pero las determinaciones, en su vida adulta, nacen de las circunstancias en que vive o sobrevive.
Durante décadas, la dictadura se encargó de matar en el inconsciente colectivo el sentido de independencia y de iniciativa personal. Todas las soluciones y todos los mecanismos para su implementación, emanaban de un estado centralizado que monopolizaba los recursos y los distribuía de acuerdo con sus intereses.
El mito de la infalibilidad de ese estado absoluto ha muerto, por su propia mano, y ha ido a parar al basurero. El cubano de hoy tiene una conciencia de sí mismo y de su papel en la sociedad muy diferente a la que asumía hace dos décadas. El desconocimiento de sus derechos como ser humano es uno de los grandes escamoteos de que ha sido víctima durante años de dictadura. Sin embargo, la dinámica socioeconómica actual le convierte en un ser social más despierto, independiente y menos doctrinable desde el poder.
Dadas las condicionantes para un probable proceso de transición, ¿qué papel jugarían las redes sociales en la efectividad y profundidad de ese proceso?
Las circunstancias de otras transformaciones políticas en el hemisferio occidental aportan solamente piezas de un rompecabezas listo para armar. Las más recientes provienen de la denominada “primavera árabe”. En el caso de estos países, la fórmula aplicada por la cúpula gobernante consistía en una combinación de despotismo medieval y determinados mecanismos de índole económica que
favorecieron una burbuja de “desarrollo” y acceso al consumo, sobre todo en el área urbana.
En estos países, el acceso de un sector poblacional a las nuevas tecnologías fue un proceso propiciado por el poder político con el objetivo de dividir, manipular y aplacar a las masas a través de los mecanismos del consumo. Sin embargo, la naturaleza déspota del gobierno propició una atípica solidaridad entre las diversas clases o capas poblacionales. El teléfono móvil dejo de ser solamente un símbolo de estatus o un modo de enterarse dónde sería la próxima fiesta. La violación de los derechos humanos se hizo visible para todos a través de las redes sociales alternativas. Las personas tomaron conciencia de que unidas serian un poder difícil de ignorar. La represión gubernamental fue puesta en la picota pública mediante el uso de los mismos medios que habían sido propiciados como un modo de entretenimiento y anulación de la conciencia social.
Muchos se preguntan, ¿hasta qué punto sería posible en Cuba un fenómeno semejante?
Esa es una de las claves para entender por qué, entre nosotros, ha sido retardado hasta lo absurdo el proceso de generalización del acceso a la tecnología informática y la internet. En un mundo cada vez más interconectado, esta isla del Caribe es como un páramo o una “zona de silencio cibernautico”. La telefonía móvil funciona mediante el sistema de torres de cobertura celular, tecnología atrasada e ineficiente. ETECSA cobra precios ofensivos por un servicio que carece de más del setenta por ciento de las prestaciones que ya son un estándar a nivel internacional.
Sin embargo, un sector creciente de la población se mueve con y a través del móvil. La blogosfera alternativa y su modo de reflejar o polemizar con la realidad nacional, se hacen sentir a pesar de la censura y los ataques histéricos de los blogs oficialistas. Esta blogosfera es un marco de socialización de la información y el conocimiento. Es la mecha encendida para la carga explosiva que ha de derrumbar los muros decimonónicos instaurados por una monarquía que cínicamente sigue llamándose “Gobierno Revolucionario”.
Paso a paso, la conciencia social del cubano despierta a la evidencia de un mundo cada vez más cercano y a la vez más alejado de la visión manipulada por los medios gubernamentales. El simple acto de cambiar de canal cuando comienza la detestable “Mesa Redonda”, y conectar el equipo DVD para ver otra cosa, es un signo aparentemente pueril pero significativo. Es la búsqueda de otra opción, otro enfoque de la realidad.
El cambio político en la Isla llegará más temprano que tarde. Y las redes sociales, tal y como son posibles ahora, podrán jugar un papel importante en ese proceso. Pero la “primavera cubana” tendrá que madurar a partir de un cambio de perspectiva del cubano respecto a las nuevas tecnologías y su uso social.


Posteado por: "Comité Pro Libertad de Presos Políticos Cubanos"

No hay comentarios:

Publicar un comentario