viernes, 25 de mayo de 2012

Activistas anuncian tercera jornada del "Foro Nuevo País"



La iniciativa, que desarrollarán el sábado activistas en toda la isla, invita a los ciudadanos a “proponer y definir el país y el Estado que quieren, sin la mediación de instituciones, grupos e intereses”
Los promotores del “Foro Nuevo país”, una iniciativa independiente que invita a los ciudadanos a “proponer y definir el país y el Estado que quieren, sin la mediación de instituciones, grupos e intereses”, anunciaron para el próximo sábado su tercera jornada de actividades.
En un comunicado divulgado este viernes, los activistas del proyecto informan que el encuentro se realizará “presumiblemente en 103 Casas del Foro, a partir de las 10:00 am, a lo largo y ancho de la isla”.
La mesa coordinadora del Foro explica que “desde Pinar del Río a Baracoa, en la provincia de Guantánamo, cientos de ciudadanos deliberarán por espacio de dos horas en torno a sus propuestas de cambio para el país”.
Los promotores de la iniciativa declaran asimismo que este “ejercicio inédito de democracia deliberativa se va abriendo paso” en Cuba, al involucrar “a miles de ciudadanos, de una manera u otra, en un proceso de reconstrucción de la legitimidad política desde abajo: desde los ciudadanos”, añade el texto.
La convocatoria del Foro, que se hizo pública en diciembre de 2011, señala que “en medio de la frustración, el hastío y la desesperanza, más de 10.000 ciudadanos” se han sumado a esta iniciativa independiente, y sus promotores cuentan ya para desarrollarla “con más de 500 casas en toda la isla”.
Texto de la convocatoria del Foro Nuevo País
La plataforma Nuevo País convoca al Foro Nuevo País, a realizarse en el primer semestre de 2012. El Foro Nuevo País se ha ido construyendo en conexión con el proyecto Aulas Abiertas, como uno de los espacios de reinvención política del ciudadano, de redefinición social y cultural de la convivencia entre cubanos, y de refundación del proyecto de nación.
Desde el Foro Nuevo País los ciudadanos harán algo más que votar por sus representantes, firmar o apoyar la propuesta de los políticos, o discutir las estrategias de partidos, movimientos o vanguardias. Lo que harán los ciudadanos del Foro Nuevo País es proponer y definir el país, la sociedad, la nación, el Estado que quieren, sin la mediación de instituciones, grupos e intereses.
Por eso los dos conceptos más importantes del Foro Nuevo País son estos:
1) Ciudadanía ilustrada
2) Democracia deliberativa
La ciudadanía ilustrada es la conciencia de que el ciudadano es la fuente más legítima de la sociedad y que no hay nada por encima de esa condición. La conciencia de que como ciudadanos tenemos la necesidad de formarnos e informarnos permanentemente para participar en la vida pública. El conocimiento de que somos iguales, no superiores, al resto de los ciudadanos y la expresión de respeto a la participación de la diversidad y pluralidad política dentro de una sociedad civilizada.
La democracia deliberativa, por su parte, es la manera en la que esos ciudadanos, en toda su pluralidad, intercambian sin coacción y respetuosamente puntos de vista, enfoques, ideas, pareceres y metas, para edificar y reformar las bases de la convivencia cívica y política, y definir los mejores rumbos del bien común.
Ambas, ciudadanía ilustrada y democracia deliberativa, permiten acercar más dos ideales básicos de toda sociedad moderna: el ejercicio de la libertad y el ejercicio de la soberanía de ciudadanos autónomos.
En medio de la frustración, el hastío y la desesperanza, más de 10.000 ciudadanos cubanos han entendido esta nueva cualidad de participación política, que permite un mejor enfoque para el presente y futuro de Cuba, construir la nación desde abajo, y se han conectado ya al Foro Nuevo País.
Para él contamos inicialmente con más de 500 casas en toda la isla y esperamos contar con más. Este es solo un punto de partida.
Cuba se encuentra en ese momento singular que pocas veces aparece para las naciones, el momento en que necesita reinventarse. La oportunidad para que esta reinvención se haga desde el ciudadano puede ser ahora. Invitamos a todos los cubanos al Foro Nuevo País, porque en el siglo XXI hay una idea clara: ciudadanía es deliberación.
Mesa coordinadora del Proyecto Nuevo País


Posteado por: "Comité Pro Libertad de Presos Politicos Cubanos"

Mensajes equivocados

| Por Jorge Olivera Castillo
 
LA HABANA, Cuba, mayo, www.cubanet.org -Es harto complicado hacer un balance objetivo de la diplomacia y la política, cuando se trata de las perspectivas de las diferentes administraciones norteamericanas, durante los últimos 53 años, respecto a la dictadura cubana.
La reciente concesión de visas norteamericanas a dos funcionarios muy bien situados dentro de la nomenclatura, en este caso para dictar charlas y conferencias, indica que crece la tolerancia para conceder este tipo de licencias a personas vinculadas a la cúpula de poder , algo que podría ampliarse de acuerdo a la paulatina regularización de un procedimiento que resulta incompatible con la inclusión de Cuba dentro de los países señalados por el Departamento de Estado como patrocinadores del terrorismo.
Los beneficiados, Mariela Castro, hija del General-Presidente Raúl Castro y directora del Centro Nacional de Educación Sexual, y Eusebio Leal, historiador de La Habana y miembro del Comité Central del Partido Comunista, no califican -como altos funcionarios del gobierno cubano- para entrar a territorio estadounidense, según una orden firmada en 1985, por el presidente Ronald Reagan, que prohíbe la concesión de visados a oficiales o empleados del régimen cubano; negativa que incluye a integrantes del único partido político legalizado en la Isla. Sin embargo, esa directiva presidencial está sujeta a una política de excepciones a cargo de la Secretaría de Estado y en esta oportunidad Hillary Clinton ha usado sus atribuciones para proscribir la medida restrictiva.
Estas variables de una tormentosa relación bilateral, no ayudan a esclarecer muchas de las acciones norteamericanas contra el régimen de La Habana fundamentadas en el problemático equilibrio entre las directrices de la política exterior y la necesidad de asegurar ciertos parámetros de la política interna.
No se puede olvidar la importancia de los votos que proporciona, en cada elección presidencial, el estado de la Florida, donde vive la mayoría de los cubanos que han  huido de su tierra por motivos económicos o políticos. Una derrota en ese estado, y así lo demuestran fehacientemente las estadísticas, puede significar no llegar a la presidencia.
De una u otra manera, el choque de intereses entre la comunidad de exiliados y los legisladores cubanoamericanos por un lado y el gobierno federal por el otro, terminan por congelar el tema Cuba. Es evidente que salvo tenues contrastes, hay una coincidencia en las políticas de gobiernos republicanos y demócratas en relación a la Isla.
Por ejemplo en el 2002, durante el mandato de George W. Bush, Mariela Castro estuvo de visita en Los Ángeles y en Washington. Es decir que la retórica utilizada durante este período de cero condescendencia con Fidel Castro y sus allegados, no era cumplida tal y como se suponía.
Aunque no siempre esté de acuerdo con ellos y piense que en ocasiones adoptan posiciones que lejos de ayudar a una apertura democrática, detienen el ritmo de los acontecimientos a causa de desacertadas políticas que la élite de poder en Cuba logra capitalizar a su favor, en esta oportunidad las críticas, tanto de senadores como representantes de origen cubano, por la presencia en Estados Unidos de estas dos personas estrechamente ligadas a los altos círculos de poder en Cuba, reitera una invariable posición de principios, además de subrayar la necesidad de imponer ciertos límites a esas políticas que nada aportan al desarrollo de una dinámica de cambios internos.
Si el aislamiento, como herramienta política, no ha sido efectivo en cuanto a acelerar la apertura democrática, tampoco lo será un programa que contemple los intercambios culturales y académicos parámetros tan amplios y con tanta ligereza. Es oportuno recordar que no cualquier cubano puede contar de antemano con el beneplácito de las máximas autoridades del país para viajar, tras ser invitado por alguna institución académica o artística, extranjera. Hay que tener un historial de un buen comportamiento político-ideológico o aceptar las reglas de no ponerse a expresar críticas agudas contra el sistema en otras latitudes.
Es obvio que ningún funcionario y menos de ese linaje, pondrá las manos en el fuego. Tanto fuera de Cuba como al regreso de su periplo seguirán defendiendo las tesis del gobierno.
El tempo del desmontaje rudimentario y fragmentado del socialismo real continuará bajo la batuta de Raúl Castro y sus secuaces. Es utópico pensar que la influencia desde el exterior aumentará con generosas recompensas materiales, publicitarias y diplomáticas de países y de prestigiosas instituciones internacionales hacia el gobernante partido comunista.
Gane Mitt Romney o se reelija Barack Obama, el próximo noviembre, la política hacia Cuba no tendrá cambios relevantes.
Salvo estos matices, de otorgar visas a altos funcionarios y bajar el tono de la retórica confrontacional, entre otros asuntos menores, los demócratas no se atreverán a superar las barreras interpuestas desde la ruptura de las relaciones diplomáticas en 1961. Los republicanos tampoco estarían dispuestos a atizar los desencuentros, aunque apuesten por actitudes menos amigables.
Mientras se acercan los momentos más tensos de la contienda electoral, los adversarios  políticos cubanoamericanos del presidente Obama toman nota de las visas concedidas a Mariela Castro y Eusebio Leal.
El mensaje que se envía con estas concesiones pudiera ser contraproducente. Esos funcionarios saben que su misión es la de pequeños caballos de Troya dentro del imperio.
No puede haber otro propósito en la mente de quienes persisten en enarbolar la bandera de la confrontación. Me refiero a los dueños de Cuba. El grupúsculo que va a dejar el poder solo cuando le sobrevenga la muerte a cada uno de sus miembros, por mandato divino


Posteado por: "Comité Pro Libertad de Presos Políticos Cubanos"

Aclaraciones a un editorial de "Espacio Laical"


La Iglesia Católica puede jugar un papel trascendente en la transición si se gana el respeto de todos los que procuran una nación moderna y democrática.
El más reciente editorial de la revista Espacio Laical pone nuevamente en la mesa de debate varios puntos de vital importancia sobre el rumbo que debe tomar la transición cubana.
Primeramente, tenemos que decir que nos parece muy interesante que las circunstancias actuales empujen a los actores políticos a expresar públicamente sus posiciones. Se hace cada vez más difícil actuar "en lo oscurito" en una era donde la información fluye y se filtra con tanta facilidad. Este es un hecho que sin dudas sorprende a quienes se acostumbraron a intervenir tras bambalinas.
Dentro del escenario actual tiene lugar un intenso cabildeo destinado a lograr un relajamiento de la política del gobierno de EE UU hacia el régimen de la Isla. Esta embestida ocurre a través de tres actores diferentes. El primero es el Gobierno cubano, el segundo, la jerarquía de la Iglesia Católica, y el tercero, algunos sectores del exilio. Aunque varios analistas señalan el hecho como una coincidencia de intereses, pensamos que resulta poco casual este frente de acción.
La preocupación de muchos activistas por el papel que está jugando la jerarquía eclesiástica en este ajedrez político, ha ido acompañada de denuncias en diferentes medios de prensa. Estas recriminaciones jamás deben ser tomadas como un intento de golpear a la Iglesia cubana, como se desea hacer ver por ciertos grupos, sino como una llamada de alerta al papel que debe jugar esta institución y la preocupación de que pueda ser convertida en rehén de unos intereses particulares.
El editorial de Espacio Laical no solo ha salido a resarcir varios pasos en falso dados por miembros de su consejo editorial, sino también  "los tropiezos" del cardenal Jaime Ortega en su reciente viaje a EE UU. No debemos perder de vista que ya en días pasados el periódico Granma hacía una defensa del prelado, descalificando las críticas de sus detractores.
El reciente cabildeo tiene un perfil muy bien definido y va destinado a políticos opuestos al embargo, empresarios, grupos de estudio, universidades, entre los que sobresalen Brookings Institution, Council on Foreign Relations, Harvard University y CUNY. Curiosamente han desfilado por los mismos espacios personas ligadas a los tres sectores mencionados. Roberto Veiga, Jaime Ortega, Eusebio Leal, Arturo López Levy, Carlos Saladrigas son algunos de ellos.
Dentro de la Isla no podemos obviar el repudio que generó la conferencia sobre emigración cubana, realizada a principios de mayo y a puertas cerradas, y de la que fueron excluidos activistas católicos como Dagoberto Valdés y Oswaldo Payá, así como el académico Juan Antonio Blanco, actualmente residente en Miami,  a quién el gobierno cubano le anunció que no lo dejaría entrar.
En días recientes un grupo de académicos norteamericanos y cubanos, afiliados a las instituciones oficiales, se han pronunciado por la aplicación de medidas que flexibilicen las relaciones entre ambas naciones. En este escenario  aparece un nuevo grupo llamado CAFE, en el que sobresale Arturo López Levy, al que se le ve, no solo como parte del equipo de Espacio Laical, sino también de las campañas en favor de los cinco espías condenados en EE UU.
Resulta cuando menos sospechoso la sincronización de este frente: Iglesia Católica, Gobierno cubano y emigración complaciente.
Como explicó Carlos Saladrigas en su conferencia realizada en el centro Félix Varela, es casi imposible que se produzca un cambio de política de la administración Obama hacia la Isla en pleno año electoral. Sin embargo, es evidente que esta estrategia apunta a que se produzcan cambios en caso que el actual presidente fuera reelecto.
Como hemos referido anteriormente, el estado ruinoso del país y la incierta situación de Hugo Chávez, entre otros factores adversos, obligan a la elite gobernante a una búsqueda apresurada para solventar su transmutación y en especial garantizar el futuro de sus herederos. La pregunta es: ¿Cómo encaja Jaime Ortega en este plan?
En el editorial publicado por Espacio Laical hay varios aspectos a señalar. El primero que consideramos importante es el protagonismo político que le asigna a la Iglesia, afirmando que ésta ha sido quien ha jugado el papel más activo en la construcción de una visión global para los cambios en Cuba.
Lo que de plano ignora este editorial es que no es a la Iglesia a quien le corresponde construir una alternativa de nación, eso le toca a la sociedad civil. Por lo tanto resulta realmente sorprendente que este grupo desee ocultar el trabajo que por años han realizado tantos actores políticos, llegando a pagar con largas condenas y hasta con su vida el compromiso asumido con la democratización de la Isla. La constante referencia a su propia plataforma a título de solución única es, cuando menos, ofensiva. Pero esto no es todo. ¿Cómo decir que desde la oposición no hay un proyecto de nación? ¿Cómo asegurar que quienes reclaman el fin de una dictadura carecen de legitimidad?
También resulta curiosa la vehemencia con que el Cardenal ha asumido una tarea que le trasciende. Su papel cuando más debe ser el de mediador, en caso de ganarse la confianza y el respeto de las partes en conflicto, y no como activista totalmente parcializado.
El editorial de Espacio Laical pretende obviar un hecho crucial e imposible de eludir y es que en nuestro país vivimos bajo una dictadura que ya cumplió 53 años. Dictadura que ha sido manejada por el mismo grupo desde aquel lejano 1959, dictadura que no admite renovación ninguna y que obliga a su reemplazo por una democracia.
Otro de los argumentos manipuladores del editorial es el relacionado con las sanciones económicas impuestas por el gobierno de EE UU al Gobierno cubano. ¿Por qué tendríamos que repudiar que se sancione a un Gobierno que no manifiesta ningún interés en mejorar las condiciones de sus ciudadanos y en cambio no escatima recursos destinados al aparato represivo?
¿Por qué tendríamos que apoyar que el Gobierno incremente aún más sus deudas, sabiendo de antemano que ese dinero nunca se revertirá en un desarrollo integral del país?
El tema del nacionalismo es otro punto curioso. ¿De qué soberanía hablan cuando la economía actual ha sido mantenida a través de las subvenciones externas y los cubanos hemos sido y seguimos siendo discriminados en nuestra propia tierra?
Si bien, como plantea el editorial, en algún momento el Cardenal tuvo una actitud digna ante injusticias cometidas, ¿por qué no hemos escuchado nuevamente su voz ante las constantes violaciones de los derechos humanos en la Isla? ¿Dónde estuvo cuando el asesinato de los tres jóvenes después de una farsa judicial, cuando murieron Orlando Zapata Tamayo, Wilfredo Soto y Wilman Villar?
¿Dónde estuvo su voz de denuncia durante la ola de arrestos en la reciente visita del Papa a nuestro país? ¿Dónde está cuando se realizan los cotidianos y despreciables actos de repudio en la Cuba actual?
Tenemos que aclararles a los autores de ese texto que hablar sin contorsionismos de la realidad que se ha vivido y se vive en Cuba no es odio. Llamar asesinos a los responsables principales de la muerte de miles de cubanos no es prejuicio y mucho menos falta de inteligencia política.
La inteligencia implica un acercamiento certero a la realidad, y la realidad en Cuba ha sido y es cruda. Si bien el diálogo debe tener toda la prioridad como vía de solución a nuestro prolongado conflicto, la verdad no puede quedar a un lado si deseamos que ese diálogo sea creíble.
La reconciliación no es incompatible con la justicia. Todo lo contrario: para que exista reconciliación debe haber justicia. Eso sí, no una justicia que devenga en circo, sino una justica que respete la condición humana de cada individuo. Si la jerarquía eclesiástica habla tan a la ligera, y con una visión falsa de reconciliación, no se debe esperar otra cosa que el descrédito.
La Iglesia Católica pudiera estar llamada a jugar un papel trascendente en la transición; pero eso solo será posible si se gana el respeto y la confianza de todos aquellos que buscan una nación moderna y democrática.


Posteado por: "Comité Pro Libertad de Presos Políticos Cubanos"

martes, 22 de mayo de 2012

El periódico digital Neoclub, entrevista al Dr. Darsi Ferrer

Desde Cuba por el Dt Darsi Ferrer
Queridos amigos, comparto con ustedes el cuestionario que gentilmente me enviaron vía Internet los incansables hermanos del periódico digital Neoclub, junto con mis respuestas. Este trabajo está publicado en su espacio desde la semana pasada y, tengo entendido, que igualmente se les hará llegar a otros opositores de la isla, para tener acceso a sus diversas opiniones en relación con los asuntos medulares que se abordan y que influyen directamente en la realidad contemporánea de nuestra nación. Se agradecen todos los comentarios que les motiven estas valoraciones.
Un abrazo y cosas buenas a todos,
Darsi


Neoclub:- ¿Qué posibilidades tiene una transición hacia el neocrastrismo en Cuba, algo por el estilo del modelo chino, en la que participen la jerarquía de la iglesia católica, un sector del empresariado cubanoamericano, determinados académicos e intelectuales y el gobierno de los Castro, excluyendo a la oposición? En un escenario así, ¿concibe que pudieran ignorar exitosamente estos actores a la oposición interna y al exilio anticastrista?

Darsi:-Sin lugar a dudas las autoridades del régimen intentan materializar una transición al estilo chino, y para ello han convocado a su mesa a diversos actores políticos, entre los que destacan la jerarquía católica, intelectuales y académicos seudodemócratas y empresarios cubanoamericanos que dan rienda suelta al oportunismo. Pretenden conservar el poder y asegurarse otra sucesión familiar negociando intereses corporativos con estos grupos específicos, dejando fuera a la oposición interna y externa, así como la voluntad y aspiraciones de libertad del pueblo cubano. Esas pretensiones chocan con muchos obstáculos, desde el creciente rechazo popular al régimen hasta la no aceptación de algo así por otros actores políticos importantes de la comunidad internacional. Sin embargo, el principal freno es la herida de muerte para el totalitarismo que representa la esperada salida del poder del venezolano Hugo Chávez en las próximas elecciones. Hecho que representa un evento insuperable para los Castro, quienes dependen para mantener su repudiada dictadura totalitaria del millonario subsidio chavista y de la amenazada plataforma política forjada en el área sobre la base de los petrodólares. Con la muerte física o política de Chávez morirá su chavismo y arrastrará al derrumbe la corriente populista que subvenciona en la región, junto con todas las organizaciones y alianzas políticas como el ALBA, creadas para subvertir la democracia y contender con los EEUU. Quiérase o no el futuro de Cuba lo protagonizará la voluntad popular, con un rol decisivo de la oposición tanto interna como del exilio.

Neoclub:- Se dice que en una eventual reforma migratoria el régimen continuaría impidiendo la salida y entrada al país de cubanos que disienten o se oponen al castrismo, como forma de control y chantaje. ¿Cuán lejos esperas que llegue la reforma migratoria en Cuba en caso de ser implementada?

Darsi:-El castrismo vive del amago sin llegar a asumir ninguna apertura ni reforma verdadera. Si nos fijamos en las medidas adoptadas por Raúl Castro veremos que todas le dan cierto viso de legitimidad a actividades que existieron siempre en la realidad cubana. En este más de medio siglo nunca dejaron de realizarse compra-ventas de casas y automóviles, negocios privados, compra de equipos electrodomésticos, el uso de celulares desde que surgieron… Por el contrario, eran actividades bien extendidas y fuera del control estatal. Lo que hizo el gobierno fue autorizarlas, con grandes distorsiones al libre ejercicio de esos derechos, para rescatar un poco de control sobre ellas y, de paso, chupar grandes beneficios mediante onerosos impuestos. Similar situación ocurre con los viajes de los cubanos hacia y desde el exterior. Son muchos a los que se les permiten viajar, lo que para todos se mantiene la obligación de pedirle permiso al gobierno y éste se atribuye el derecho de castigar con la negativa a quienes entienda, disposición que les resulta una herramienta eficaz de chantaje y control social, además de sacarle jugosas ganancias a esos viajes. Algo bien distinto a lo que sucede con otra dictadura despiadada como es el caso de Myanmar, cuya junta militar está llevando a cabo un serio proceso de desmonte del régimen a través de negociaciones pactadas con la oposición de ese país asiático. En esta ocasión los birmanos se ganan los aplausos mientras le corresponde la trompetilla a la elite militar cubana en el poder.

Neoclub:- La jerarquía de la iglesia católica cubana ha asumido públicamente su protagonismo en un inédito acercamiento con las autoridades del régimen, llegando a intermediar en el proceso de excarcelamiento y destierro de los presos de la Primavera de Cuba, con el acompañamiento del anterior gobierno español, además de interceder frente a las autoridades de la isla para poner fin a las agresiones contra las Damas de Blanco. ¿Cuál es su consideración acerca del rol que esta desempeñando la Iglesia Católica en el contexto nacional actual?

Darsi:- Lo primero que hay que tener en cuenta respecto al rol que está desempeñando la jerarquía católica, es que ellos no son los que llevan la iniciativa, sino que decidieron gustosamente cumplir el papel que les asignaron las autoridades del régimen. Más que intermediarios o mediadores se comportan como representantes de la dictadura, y se esfuerzan por mejorarle la deteriorada imagen a nivel internacional, además tratan de legitimar su presencia en el poder y acomodan la propuesta de negociar intereses corporativos con participación de grupos elites bien escogidos por el Raulismo, generando una falsa expectativa de estabilidad social y política en el país y de la existencia de voluntad gubernamental para implementar reformas de tipo aperturistas. Hasta el Vaticano les ha apoyado en este juego político y les concedió el beneficio de una reciente visita del Santo Pontífice a Cuba, que desató una ola de represión sin precedentes por todo el país y que no les motivó la condena moral que merecía. Hay hechos concretos que ilustran esta opinión como es el apoyo público de la jerarquía católica a la entelequia de medidas económicas entorpecedoras adoptadas por el régimen en los llamados Lineamientos Económicos, los rezos públicos por el restablecimiento de la salud de los dictadores Fidel Castro y Hugo Chávez, el repudio y papel de amanuenses del castrismo en el caso de los 13 opositores que ocuparon el templo católico hace unas semanas, las palabras ofensivas del Cardenal Jaime Ortega en su intervención en la Universidad de Harvard descalificadoras de los opositores, su renuencia a recibir a las Damas de Blanco, su cabildeo ante el Departamento de Estado de los EEUU a favor del régimen… En resumen, la actuación de la jerarquía católica se desentiende del sufrimiento creciente del pueblo cubano, y de los postulados y doctrina ética, moral y social de la religión católica.

Neoclub:- Se ha sugerido que unas elecciones internas de la oposición en Cuba serian muy útiles para presentar una unión opositora con un líder representativo al frente, algo distinto a la dispersión que se observa hoy. Sucedió recientemente en Venezuela, donde las fuerzas de la oposición realizaron elecciones primarias y eligieron un candidato único para pugnar contra Hugo Chávez en las próximas presidenciales. ¿Opina que en Cuba seria posible repetir ese esquema?

Darsi:- Conseguir que la oposición cubana logre aunar fuerzas entorno a un líder o proyecto unitario, como es el caso de lo ocurrido en la hermana nación venezolana con la figura de Capriles y la Mesa de la Unidad Democrática, seria ideal para estructurar una alternativa que arrastre amplios sectores de la sociedad y que capte y aglutine a esa gran mayoría de cubanos, tanto dentro como fuera del país, que desean un cambio de la realidad nacional donde queden fuera los Castro y su engendro político y se enrumbe la nación por los caminos del regreso a la civilidad, en un escenario de libertad, democracia y prosperidad para todos. No obstante, no es la única vía de salir de las actuales circunstancias y encontrar las perentorias soluciones al drama nacional. Cada país tiene sus peculiaridades y responde a condiciones concretas. Si recordamos la historia, tanto en la antigua Checoslovaquia como en Polonia, el esquema seguido por la oposición fue nuclearse tras la figura de determinados líderes (Václav Havel y Lech Walesa) y de este modo alcanzaron derrocar al totalitarismo y abrazar la libertad. Sin embargo, la lección de la ola liberadora del Medio Oriente demuestra que no hubo ningún líder ni grupo opositor encabezando los levantamientos populares surgidos de manera espontánea en varios países árabes sojuzgados por regimenes dictatoriales, tales como la dictadura de Hosni Mubarak en Egipto, Ben Alí en Túnez, Muammar el Gadafi en Libia… Lo fundamental es reconocer que el régimen de los hermanos Castro no goza de legitimidad y es rechazado por la mayoría de la población, y que el descontento y las ansias de libertad de los cubanos son cada vez mayores. La semilla de la explosión social está regada por todo el territorio nacional, y cualquier situación no planificada puede en cualquier momento desatar las protestas masivas y acabar de golpe con el castrismo. Mientras tanto, la oposición continua con su incesante labor de enfrentamiento pacifico y va ganado terreno en su valiente y digno desafío al estatus quo.

Neoclub:- Recientemente se han observado importantes diferencias de opinión entre los blogueros oficialistas respecto a las limitaciones de acceso a la Red en Cuba y el impacto de estas modernas tecnologías en la realidad nacional. En el corto o mediano plazo, ¿constituirá Internet un factor significativo en una eventual desaparición del sistema vigente?

Darsi:- Se vende la imagen de que en Cuba las circunstancias prevalecientes son suigéneris, que están divorciadas de la realidad mundial, y no es así. Nuestra nación es parte indisoluble del contexto global y ella influye y recibe influencia de las nuevas dinámicas y patrones que impone la Globalización en la nueva época que vive la Humanidad. El Internet y las modernas tecnologías de las redes sociales aceleran y difunden a velocidades nunca antes experimentadas las comunicaciones y el flujo de la información. Este novedoso proceso se comporta como un tsunami, desbaratando viejos esquemas y vigorizando la participación y el protagonismo de los ciudadanos en la vida política, económica, social y cultural de las naciones. No hay modo de cerrar las puertas a esta nueva realidad mundial, la Globalización se filtra en todas partes de modo imparable y revoluciona las sociedades con sus aspectos beneficiosos y perjudiciales. Los castristas pretenden utilizar esas ventajas tecnológicas a su favor e impedir por todas las vías posibles que la población tenga acceso a ellas, lo que representa un imposible y demuestra cuan enajenados están de la realidad actual. Para ellos Facebook, Twitter, los Blogs, las páginas Web, la televisión y telefonía satelital… son un enemigo peligroso que hay que impedir su entrada en la casa, y combatirlos con la misma crudeza que a la Brigada 2506. Entienden que estos instrumentos de la modernidad tienen un gran asidero en los valores occidentales que sustenta la idiosincrasia de los cubanos. Pero esa es una batalla perdida, el pueblo se contagia y transforma con el acercamiento underground a esas herramientas tecnológicas, y similar a los sucesos desatados en los países del Medio Oriente y el Norte de África, será compulsado por ellas a ser protagonista de su destino. Para nadie es un secreto que el uso del Internet y las redes sociales implica liberación, desarrollo, evolución… también para los cubanos.

Neoclub:- ¿Crees que el totalitarismo dejará un lastre insalvable a la hora de reconstruir, de modo progresivo y firme, una futura Cuba libre, democrática y próspera? ¿Cuáles desafíos imagina serán los más importantes a enfrentar? ¿Que impacto geopolítico, económico y social tendrá esa Cuba futura en las naciones de la región?

1-El régimen totalitario no cuenta con legitimidad política, ideológica ni social. Hasta ahora ejerce el poder, impone su voluntad y se garantiza el control de la sociedad mediante el uso de la fuerza. Ha fabricado durante todos estos años una categorización de preceptos y conceptos que le sirven para inventarse y vender un disfraz de realidad cubana que nada tiene de real. Ejemplos de lo anterior lo constituyen el resultado del proyectado Hombre Nuevo, el fantasioso “antiamericanismo” de los cubanos, la supuesta “denodada entrega” del pueblo al marxismo-leninismo… Todo ese andamiaje artificial, divorciado de los intereses y expectativas verdaderas de la población se hará polvo en el mismo instante en que la sociedad logre sacudirse el yugo de la dictadura. El aberrado y anacrónico sistema “socialista” no dejará la más minima huella en la sociedad cubana, con la sola excepción de algunas prácticas de comportamiento inadecuado en determinados componentes sociales que se irán depurando con la consolidación de la democracia y el Estado de Derecho. El cubano es un pueblo ligado íntegramente a los valores culturales de Occidente y con una gran preferencia por la modernidad. Entre los principales desafíos estará comprender a cabalidad que, aunque Cuba lleva más de medio siglo empujada fuera de los carriles de la civilidad y del curso evolutivo de los pueblos, la Humanidad vive una nueva época con dinámicas nuevas que dejan atrás esquemas y patrones que hasta hace poco funcionaron pero en la actualidad están caducos o han sido superados. Está el caso de la crisis económica que viven los países industrializados como EEUU y varias naciones de la Unión Europea. Situación que muchas personas asocian equivocadamente con una crisis del sistema capitalista, cuando en realidad se trata del agotamiento o limite del componente estatista que se abrió paso en el modelo de economía de mercado en las sociedades democráticas. O sea, lo que ocurre es un reajuste ante las nuevas realidades políticas, económicas y sociales de esquemas superados como es el sostenimiento del Estado de Bienestar y las crecientes tendencias a la injerencia e intervención estatal, generadoras de clientelismo popular y del crecimiento de la burocracia con todos sus lastres perjudiciales. Contemporizar con los tiempos actuales y vacunarse con más democracia cada vez es una buena elección para lanzarse a la reconstrucción de la nación cubana. Evidentemente la Cuba de los castro ha sido y es un factor de desestabilización en la región. Ha participado en todo tipo de actividades contrarias a la paz, la democracia y el Estado de Derecho prevaleciente en las naciones vecinas, sembrando dolor y enormes cuotas de sufrimientos en muchos de esos pueblos. Algo bien distinto a lo que será una futura Cuba democrática, con enormes potencialidades culturales, sociales y geográficas para salir de la espiral destructiva en la que la han sumido, adentrarse en la prosperidad y, además, tener un impacto positivo en las naciones vecinas, principalmente invirtiendo su relación bilateral con el cercano EEUU a la senda constructiva, y sirviendo de puerta de entrada a los países vecinos y de otras latitudes al mayor mercado del mundo de productos, bienes y servicios.
Muchas gracias, estoy muy agradecido al colectivo del periódico digital Neoclub por ofrecerme la generosa oportunidad de compartir estas modestas opiniones con sus lectores.
 
 
Posteado por: "Comité Pro Libertad de Presos Políticos Cubanos"

EL JAQUE MATE VENEZOLANO

Monday, May 21, 2012

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Dr. Darsi Ferret
La Habana, Cuba. 21 de mayo de 2012.

Existe la posibilidad cada vez más certera de que el otrora hiperkinético Hugo Chávez no llegue a la meta de las elecciones para el cargo presidencial. Tal pronóstico va levantando un muro de sombras en el entrecejo de la carcomida dictadura totalitaria cubana, su embarcador life-coach. Y ciertamente no deja de ser sombrío porque no tienen dónde escoger un continuador de la talla delirante del bolivariano. O, por lo menos, a la altura de lo que le interesa al régimen militar antillano. En esa mesiánica Venezuela del Siglo XXI no es fácil encontrar una similar mezcla de dócil ignorante carismático asperjada con el extremo caldo de la egolatría. Por suerte, o por desgracia, según quién mire, no abunda tanto ese fatal coctel.
Empantanados en sus segundas posiciones tras la aislada sombra del líder en declive por sus padecimientos de salud, las grises figuras relevistas se remueven inquietas. Con angustia ven cómo el tiempo va pasando sin que el empecinado (o sugestionado) Chávez se dé por vencido y ceda el puesto para que uno de ellos intente salvar el escaso tiempo que queda hacia la carrera de las elecciones. Y así, aun si se mirara todo este enojoso asunto con entusiasmo, el que como una dosis de crack la dictadura cubana se insufla a diario, se enfrentaría un futuro escenario de imposibles.
El primero, el menos probable, que Chávez alcance con hálito humano el resultado de lo que se va a dilucidar el próximo octubre y continúe de pertinaz presidente-comandante hasta el 2050. El segundo, que llegue por propio pie y que, como Filípides en Atenas, tras anunciar la victoria aquea en Maratón, caiga muerto en el sitio. Tercero, que se vaya antes de este mundo y en las elecciones, o los turbios tiempos que seguirán para los malos propósitos, ni sus seguidores, y mucho menos los angustiados castristas, se acuerden ya de él. A fin de cuentas, esta sería la puesta en práctica de la filosofía tradicional desde la Sierra Maestra: No me digas lo que hiciste; dime lo que estás haciendo.
En cualquiera de estos crispados casos, queda el escenario de un jaque pastor para el régimen cubano. Ninguno de los seguidores de Chávez que alcance el poder está interesado en mantener ni al oneroso aliado ni a todas esas falsas estructuras geopolíticas creadas con asesoría de los manipuladores consiglieris isleños. El ALBA, el CELALC excluyente de USA y Canadá, el suministro de petróleo regalado, los innecesarios papeles de intermediario económico asignados a la dictadura cubana, nada de esto se va a sostener por una masa geopolítica que en realidad es puro humo.
El peso real de esas instituciones con lo único que se puede comparar es con el inagotable e inútil empeño que le puso Hugo Chávez en crearlas y sostenerlas. ¿Quién no recuerda los papelones del ALBA intentando forzar a Honduras a su credo? ¿O pretendiendo sacar provecho del terremoto haitiano para imponer un régimen de izquierdas? ¿A Venezuela intentando denodada, e inútilmente, lograr una transitoria curul frente a su rival Guatemala en el Consejo de Seguridad de la ONU? ¿O yendo a darle consejos que no le pidieron, y sin caso, a otro mal difunto, Gadafi en Libia? ¿O siquiera el vergonzoso apoyo, aunque el espaldarazo no levantó ni polvo, que le brindaron los cancilleres del ALBA a la feroz dictadura de Al Assad en Siria, mirando hacia otro lado mientras el régimen masacraba ciudadanos que reclaman libertades?
Más lo peor del derrumbe de todo este entramado de instituciones políticas creadas con el fin de establecer un frente “antiimperialista”, será para la víctima más dolida, la fea verruga cubana. No sólo quedará huérfana, sin un benévolo socio a toda prueba que sin pestañar les cubra el desastroso experimento cuartelario con buena parte de la riqueza de su propio país. También terminarán colgando al desnudo sus pellejos de extemporaneidad.
Quizás entonces desaparezca esa veleidosa fascinación que mantienen las élites políticas y académicas latinoamericanas hacia experimentos populistas y totalitarismos de izquierda. Léase Socialismo del Siglo XXI, Revolución Cubana, Revolución Sandinista, Unidad Popular, aprismo o peronismo, hay algo que los embelesa con estas fútiles utopías. Tal vez son motivados por algún ardiente anhelo, bien oculto en las conciencias, de imitarlos no bien caiga la ocasión. Y no es de extrañar, demostrada la durabilidad que tienen estos proyectos absolutistas frente a los torvos y mal encavados regímenes militares de derecha. Proclamar humanismo y supuesta redistribución de la riqueza nacional siempre es más cool. No importa las atrocidades que generaron en el pasado siglo y que la Historia se ha encargado de revelar. Las elites gubernamentales ignoran olímpicamente los abusos e ilegalidades que acometen estos procesos antidemocráticos, bien distintos a los fundamentos que les permitieron a ellos mismos alcanzar el poder en sus naciones.
Por eso las falsas estructuras regionales, supuestamente creadas para unir económicamente a la vasta región con nexos culturales de un mismo origen ibérico, no sólo fueron concebidas en los profundos rincones donde la dictadura isleña fragua sus fracasados Pinochos políticos. También las élites latinoamericanas dieron su complaciente beneplácito. No ocurrió la repulsa de un régimen democrático ante una tiranía. Se quedaron como de piedra con una larga retahíla de casos diversos, desde el extremista y bandido primer gobierno de los sandinistas, pasando por Bishop y la Nueva Joya en Granada, hasta recalar en el atónito Allende. Con plena injerencia del gobierno totalitario cubano, se pretendió conformar un Frankenstein donde democracia y libertad formales, fácilmente desplazables cada vez que se requiriera, se ligaran con los peores métodos represivos heredados, y perfeccionados por el fatídico Campo Socialista.
Sin embargo, a estas recientes estructuras fabricadas entre el gobierno chavista y la inteligencia cubana ya se les ve la corta vida que les queda. Sin este valladar regional, la dictadura militar cubana quedará más frágil ante la arremetida de los cambios libertarios que trae consigo la globalización. Y aunque parezca imposible para algunos, mírese para el Medio Oriente. El mundo árabe es un buen ejemplo de transformaciones que se consideraban inverosímiles. Aunque aún mucho mejor referencia lo es la distante Birmania, donde una dictadura militar, tan brutal y empecinada como la cubana, ha sabido nadar y guardar los calzoncillos secos, cediendo su mando a los nuevos protagonistas democráticos, con la reconocida opositora Aung San Suu Kyi a la cabeza, a cambio de amnistía para sus crímenes.
El gobierno cubano se niega a hacer lo mismo, ya sea por vejez, temor, arrogancia o falta de imaginación. Más, los Castro saben muy bien que no pueden confiar en los cófrades del enfermo gobernante venezolano. Los apandillados y oportunistas con los que Chávez se ha sabido rodear en vida, en muerte se lanzarán por el camino más corto y lógico de la supervivencia: el pacto con la oposición y con el gobierno de los EEUU. Sabedores que su jefe significa el único valor más o menos seguro para mantenerse en el poder, y ciertos de que no van a contar con él cuando pasen unos medulares meses, se remueven inquietos en sus puestos. Ya deben andar ofreciendo guiños y seguridades a sotto voce, rozando o transgrediendo hacia la traición a la fanáticamente ingenua ortodoxia chavista que les hace corros.
Y en caso de ganar, van a quitarse el brazo asfixiante de la dictadura cubana que tienen sobre los hombros. Desembarazados del molesto garrote cubano, propondrán a la nación un tranquilizante chavismo light. Dejarán de meter ruido regional o continental y ofrecerán parcelas de poder a sus adversarios políticos. Si acaso, cuando a la dictadura castrista le saquen los trapos sucios en los foros internacionales, se mostrarán levemente indignados y solidarios, pero no irán más allá de un cariñoso espaldarazo diplomático. A fin de cuentas, eso cuesta bien poco y deja buen look de progresista. No es difícil reconocer que librados de los pedigüeños regionales, siempre les quedará más dinero para redirigirlo a sus bolsillos.
Y en el caso de perder, que es lo más probable, se sentirán inspirados por el viejo ejemplo de la “piñata sandinista” y el moderno de los viejos dictadores birmanos. Con esa palanca a mano, se querrán garantizar inmunidad y el borrón y cuenta nueva para sus personas. Para dar fe de sus nuevos propósitos, garantizarán el desmonte cubano con claros y firmes pasos. A cambio pedirán que se archiven las pistas frescas de todo lo que se robaron en gruesos numerarios durante el triunfalismo chavista. Saben que, de vencer la oposición, hay demasiado por hacer para reordenar el país hacia un cauce más normal que este carnavalesco período galopante. Fuera de juzgar a unos cuantos chivos expiatorios entregados por los mismos pactantes oficialistas en retroceso, no le durará mucho la furibunda confrontación política al nuevo gobierno. Sería demasiado para una nación que ha cosechado una amplia sarta de problemas en los últimos años.
En conclusión, y para lo que más interesa a los cubanos, la dictadura militar se va a quedar como el gallo de Morón, sin plumas y cacareando. Perderá la plataforma económica que los mantiene respirando y la plataforma política regional que los aupa y legitima. Sus contubernios con algunos repentinos amigotes emergentes y oportunistas del exilio, la jerarquía de la iglesia católica en la isla, y algún que otro aliado solidario desde lugares demasiado distantes, o sólo moralmente, no le van a llenar el tanque de gratis ni en cantidad suficiente como para seguir moviendo su destartalado perol. Malos tiempos se avecinan para ellos y duros, pero definidores, para un pueblo que sólo está pensando en cuando llegará el pollo a la bodega, en podrirse en vida contemplando el culebrón brasileño de turno, o en salir echando por cualquier hueco de la alambrada frontera. 
 
 
 
Posteado por : "Comité Pro Libertad de Presos Políticos Cubanos"



lunes, 21 de mayo de 2012

El dificil camino a la democratización

 
| Por Jorge Olivera Castillo
LA HABANA, Cuba, mayo, www.cubanet.org -Los amarres del castrismo no parecen estar a punto de desanudarse. Es cierto que el sistema no funciona, pero, los hechos corroboran que la élite verde olivo siempre se las ingenia para vadear con éxito los peores tramos del abismo.
¿Está Cuba peor que en 1993, cuando el cese de los subsidios del campo socialista llevó al país a una situación de emergencia nacional a causa de la hiperinflación, la falta de alimentos y medicinas, además de los continuos y prolongados cortes del servicio eléctrico? Por supuesto que no.
Si en aquella oportunidad las protestas de mayor envergadura se circunscribieron a un sector de la capital, sin que hubiera un contagio por demás lógico, a partir de la grave situación social, hoy es impensable la articulación de un masivo movimiento popular que empuje hacia verdaderos cambios, hasta ahora postergados por una habilidosa combinación de utilitarias aperturas económicas, junto a una eficiente aplicación de la fuerza ante cualquier indicio de rebeldía contra el estatus quo.
El bache dejado por la ex Unión Soviética y sus satélites fue cubierto por los petrodólares de Hugo Chávez  y los préstamos de China, sin dejar al margen otros auxilios, menos voluminosos pero también importantes, en un rescate que sin lugar a dudas ha servido para prolongar los años de una dictadura que todavía exhibe sin disimulo sus credenciales estalinistas.
Si bien es cierto que existen innumerables condiciones para la estructuración de una serie de eventos contestatarios, en la práctica tales posibilidades terminan diluyéndose, hasta quedarse, por el número de participantes, en actos meramente testimoniales.
La apatía, el miedo y la tendencia a apostar por la sobrevivencia individual dentro de la órbita del mercado negro, antes que enfrentar los riesgos de una militancia en alguna de las agrupaciones disidentes, actúan como frenos en el desarrollo de una masa crítica que pudiese presionar al gobierno de manera efectiva.
Como parte de esta realidad que fluctúa entre el estancamiento y modestos avances, respecto a años anteriores, en cuanto a la captación de nuevos opositores, habría que citar el interés mayoritario de la población en buscar la manera de abandonar el país. Quedarse a luchar en Cuba es visto como una elección suicida. Son pocos los que, aunque entienden la necesidad de luchar por la democratización dentro de las fronteras nacionales, abandonan la idea de emigrar.
Tal y como ocurría en las naciones gobernadas por el partido comunista antes la caída del Muro de Berlín, en Cuba las personas asumen posturas según las circunstancias y no basadas en lo que verdaderamente sienten.
Es un recurso que puede resultar cínico o amoral, pero que refleja el instinto de conservación ante un régimen que posee infinidad de métodos para destruir  a los disconformes, sin utilizar la tortura física. Del control a nivel de cuadra y centro de trabajo, no escapa nadie.
Cada cubano tiene un expediente en los archivos de la policía política y después de esos interrogatorios en que salen a relucir detalles comprometedores, no son pocos los que terminan como informantes. El chantaje ha sido y es un medio esencial en la construcción de una sociedad basada en el temor a ser delatado por un amigo o el vecino que aparenta ser una persona incapaz de cometer una bajeza de este tipo.
En un país donde se vive a expensas de las ilegalidades, siempre habrá a quien doblegar, sin muchos esfuerzos. El salario promedio de no más de 25 dólares al mes, es el motivo que justifica los robos en los respectivos centros laborales y también la manera que tienen las instituciones represivas de ampliar su eficacia con la captación de nuevos colaboradores.
Si a esto unimos la impunidad de los centros de poder que se aprovechan de los órganos de prensa (todos en poder del estado) para dar rienda suelta a sus campañas difamatorias, las permanentes intromisiones en las cuentas de correo electrónico, las escuchas telefónicas y la posibilidad de que estos detalles de la vida privada de las personas sean difundidos por los medios escritos y audiovisuales, en primera plana y en horarios de mayor audiencia, es suficiente para comprender el por qué del miedo de los cubanos a sumarse a la oposición o de un grupo de la sociedad civil alternativa.
Frente a este panorama es factible no decantarse por las falsas expectativas. El pluralismo político y los preceptos constitucionales que garanticen las libertades fundamentales seguirán siendo un anhelo insatisfecho por unos años más. ¿Cuántos? Nadie lo sabe.
No obstante, aunque los escollos son considerables, esto no es motivo para cruzarse de brazos. Hay que seguir la marcha y olvidarse de los tropezones.
oliverajorge75@yahoo.com



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