sábado, 14 de abril de 2012

La salud pública, en retroceso

Hospitales derruidos y médicos 'negociantes'. ¿Qué fue de aquellos años en los que Castro hablaba durante horas de la excelencia de los servicios médicos cubanos?
Una paciente latinoamericana en el Hospital Oftalmológico de La Habana. (GETTY IMAGES, septiembre de 2006)


Durante sus 47 años de gobierno personal y autoritario, a Fidel Castro le gustaba recordarnos que Cuba era una potencia médica a nivel mundial.
El comandante-guerrillero solía recitar las estadísticas sobre la mortalidad infantil y la esperanza de vida. Y luego, orgulloso, comparaba: "Tenemos mejores tasas de mortalidad infantil que los Estados Unidos".
Para que las masas aplaudieran, comparaba los progresos de la medicina después del triunfo de la revolución con la etapa republicana.
Ahora Castro está echado en la cama, haciendo dieta mediterránea, escribiendo su visión apocalíptica del mundo y, según cuentan, involucrado en pesquisas alimenticias con plantas como la moringa.
Su hermano Raúl no suele ser tan puntilloso ni autocomplaciente con el tema de la salud pública. Y es que la medicina de la Isla anda en caída libre. En enero de 2010, 27 dementes murieron de hambre, frío y malos tratos en Mazorra, el centro siquiátrico de las afueras de La Habana.
Hay suficientes hospitales, policlínicos y consultorios del médico de la familia a lo largo y ancho del país; pero más de la mitad necesitan una reparación capital, modernización tecnológica y la aprobación de medidas salariales y laborales que incentiven a los galenos a trabajar con profesionalidad y rigor.
En los centros de salud pública se han convertido en habitual las salas sucias, los baños desbordados de excrementos, la escasez de medicamentos y de equipos avanzados.
En 2012, la salud pública en Cuba se ha convertido literalmente en un asunto de vida o muerte. Si usted llega en estado grave a un hospital, el personal médico, a pesar de las penurias, intentará mantenerle con vida. Y las autoridades sanitarias agotarán los recursos disponibles a su alcance. Si el paciente es un niño o un adolescente, se hurga hasta en los almacenes estatales y se da luz verde para la compra en el extranjero de cualquier medicamento de última generación.
Pero cuando se habla de un tratamiento preventivo o un chequeo a fondo, entonces se notan las carencias. La medicina cubana está diseñada para impedir el fallecimiento y atender a personas muy enfermas.
No está mal.
Pero poco se hace para mantener una adecuada medicina preventiva, que sin dudas es la más rentable, dado que garantiza tener una población más sana. Lo primero que asombra cuando se visita algún deteriorado hospital, es la cantidad de pacientes aquejados de dolencias que pudieron haberse previsto en un chequeo médico.
Las consultas de dermatología y alergia están desbordadas, pues el clima tropical acrecienta ese tipo de enfermedades. (Si se llega con los pies repletos de ampollas o con un ataque de asma, se saldrá con un tratamiento para aliviar el malestar, no para prevenirlo o curarlo.)
Si un ciudadano necesita hacerse un estudio para determinar cuál es la causa que provoca su padecimiento, que se siente a esperar. Y además de paciencia, necesitará buenos contactos y dinero.
La medicina cubana es (aparentemente) gratuita. Pero para que los médicos se esfuercen en dar una atención competente, es indispensable llegar a la consulta, cuando menos, con una merienda, una lata de refresco o un jugo.
Para hacerse un chequeo a fondo, se necesita algo más que un simple emparedado de jamón y queso. En estos casos, al técnico debe pasársele a hurtadillas un billete de 10, 20 o 40 cuc, en dependencia del tipo de examen. Los propios especialistas recomiendan a sus pacientes que se realicen los análisis de sangre, exudados o biopsias, en hospitales de primer nivel.
"Los exámenes en los laboratorios de policlínicos y hospitales de segunda categoría carecen de rigor", cuenta un especialista. También los galenos se las agencian para tener una lista de pacientes que "resuelven cosas".
"A veces llego a la casa con diez sandwiches. Con ellos resolvemos el desayuno familiar o preparamos bocaditos para las meriendas escolares de los hijos. Los pacientes que más uno cuida son aquellos que te regalan lo que nosotros llamamos 'artículos pesados'. Piernas de cerdo, botellas de aceite, teléfonos móviles o dinero contante y sonante. Dentro de mi presupuesto mensual contemplo esa 'ayuda extra' recibida de mis mejores pacientes", señala un doctor con 25 años de experiencia.
La mayor aspiración del personal cubano de salud es partir hacia alguna misión médica al extranjero. Saben que el gobierno se queda con el 90% del salario devengado en divisas. Pero es en esas misiones donde pueden conseguir muebles, autos y equipos electrodomésticos.
Cuando hace 30 años un Fidel Castro presuntuoso hablaba horas y horas de los logros de la medicina revolucionaria, algo había de cierto. Era una salud pública que pocos países del tercer mundo se podían dar el lujo de tener.
Algunos acápites, como la mortalidad infantil y la esperanza de vida, siguen siendo comparables a naciones del primer mundo (al menos según las estadísticas oficiales). Pero 70 mil médicos y miles de especialistas, en algunos casos altamente capacitados, que devengan salarios de miseria —entre 25 y 35 dólares— a día de hoy se las apañan como pueden en hospitales desurtidos y desvencijados.
En esta primavera caliente, el personal médico debe tener las antenas de subsistencia funcionando todo el tiempo. Y ser creativo: en sus precarias condiciones deben atender a los pacientes y, por debajo del tapete, gestionar productos en especie o un puñado de chavitos que le faciliten el quehacer cotidiano.
Allá por los años 80, Fidel Castro estaba tan satisfecho con la salud pública que un día le dijo a un periodista extranjero: "En nuestro país cuando usted llega a un cuerpo de guardia, se le atiende sin preguntarle cuál es su posición política con respecto a la revolución".
Faltaría más.


Posteado por: "Comité Pro Libertad de Presos Políticos Cubanos"

viernes, 13 de abril de 2012

Carta del Frente a asistentes de la VI Cumbre de Las Américas.


Carta del Frente a asistentes de la VI Cumbre de Las Américas.

Placetas, Cuba, 9 de abril de 2012.
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Señores Presidentes:

Cancilleres que participan en esta VI Cumbre de las Américas, reunidos en Cartagena de Indias, Colombia:

Les escribe Jorge Luís García Pérez Antúnez, ex prisionero político cubano, quien después de saludarles afectuosamente y hacerles llegar mis respetos a nombre de mis hermanos de la resistencia interna, que de forma pacífica pero frontal luchan y padecen represión día a día por el respeto a los derechos humanos y luchan por una transición a una sociedad libre y democrática, aprovecho esta oportunidad a través de una organización exiliada, MAR por Cuba y la Asamblea de la Resistencia Cubana, las que sirven de conducto a la presente misiva, para desenmascarar ante los allí presentes, el tétrico cuadro violatorio de los derechos humanos dentro de Cuba, así como los titánicos esfuerzos de un pueblo en su lucha por alcanzar su libertad.

Respetables mandatarios y cancilleres, delegaciones presentes, el régimen de La Habana se esfuerza hoy más que nunca en continuar cercenando la libertad de sus ciudadanos y anula sus derechos y libertades en aras de su supremo objetivo, mantenerse en el poder a toda costa, sin importar el alto precio que paga un pueblo sumido en la miseria y falta de libertades.

Señores y Señoras, en mi país continúan penalizando el ejercicio de los derechos fundamentales reconocidos internacionalmente. Las golpizas, allanamientos violentos de viviendas, encarcelamientos, existen a la orden del día, amparados en la fría indiferencia de parte importante de la comunidad internacional, de una insensible y comprometida jerarquía eclesiástica y sobre todo la impunidad de que gozan los comisores de tales atropellos, cuyas víctimas ante la carencia de un Estado de derecho y garantías como ciudadanos, se hallan en un perenne estado de indefensión.

Ante esta situación represiva y de anhelos libertarios se levanta un pueblo para resistir y reclamar justicia, prueba de ello es la existencia de un sin número de organizaciones que conforman una emergente sociedad civil, entre ellas el Frente Nacional de Resistencia Cívica y Desobediencia Civil  Orlando Zapata Tamayo que ha logrado en una realidad sin precedentes organizar la concertación de toda la gama de coaliciones regionales que en Cuba promueven pacíficamente la democracia.

Este Frente nacido de la propia necesidad histórica y coyuntural del tan anhelado liderazgo consensuado para una unidad en la acción, se ha convertido en la más molesta pesadilla que enfrentan los cuerpos de la represiva, que se encuentran alarmados ante el aumento vertiginoso de cacerolazos, marchas, sentadas, arengas y otras formas de protesta pública que han logrado estremecer los propios cimientos de la dictadura.

Señoras y Señores, la aparición y desarrollo de un fuerte liderazgo opositor dentro de la Isla conformado por las nuevas generaciones que el régimen trató de adoctrinar demuestran al mismo totalitarismo y al mundo entero de cuán necesario es redoblar el acercamiento y contacto con los demócratas cubanos, de cuán imperioso es hoy el redoblar la solidaridad internacional al no sólo apoyarnos sino aislar política y económicamente a un régimen que utiliza sus recursos para reprimir las voces contestarlas.

El Frente Nacional de Resistencia Cívica y Desobediencia Civil  Orlando Zapata Tamayo y demás organizaciones de la oposición política clama ante esta VI Cumbre de Las Américas uno de los espacios más importantes y prestigiosos del mundo libre, solicitando a todas las personas de buena voluntad presentes a las que una ocasión como esta pemita un claro y contundente pronunciamiento a favor de la causa de la libertad de Cuba y en condena a la dictadura Castro comunista, responsable de tanto dolor, censura y daño a nuestro pueblo.

Recuerden Uds. que es Cuba el único país de nuestro hemisferio que carece de un Estado democrático, el único pueblo de esta gran familia americana que le está vedado el sagrado derecho de elegir democráticamente a sus gobernantes y donde opinar, circular  libremente, asociarse e incluso discrepar políticamente son actos constitutivos de delito.

Todos estos elementos son más que suficientes para una  urgente, oportuna y fuerte condena en pleno. Ignorarlo además de crimen sería legitimar a los represores y demorarlo significaría aplazar aún más esta agonía totalitaria que nos oprime por más de medio siglo.

Con mis mayores respetos esperando de tan distinguidos participantes en esta Cumbre de las Américas un pronunciamiento al respecto,



Jorge Luís García Pérez Antúnez,
Secretario General del Frente Nacional de Resistencia Civica y Desobediencia Civil  Orlando Zapata Tamayo.
Placetas, Villa Clara, Cuba, 8 de abril del 2012


Posteado por: "Comité Pro Libertad de Presos Políticos Cubanos"

jueves, 12 de abril de 2012

Carta abierta al dictador cubano Raúl Castro


Carta abierta al dictador cubano Raúl Castro

Señor dictador Raúl Castro:
 Desde Placetas, en el mismo centro de Cuba, le escriben Jorge Luis García Pérez Antúnez y su esposa Yris Tamara Pérez Aguilera, un matrimonio que se opone abiertamente a su régimen tiránico y  totalitario. En esta oportunidad queremos enviarle un responsable emplazamiento motivado por el cruel, injusto y arbitrario cerco a que sus cobardes fuerzas represivas someten nuestras personas y viviendas día y noche desde hace muchos meses con el claro propósito de impedir y obstaculizar nuestros movimientos.
Señor dictador, general sin batallas con el único gran logro de haber podido sostener el castrismo después de su hermano a base de cuantiosos asesinatos como los de Orlando Zapata Tamayo, Juan Wilfredo Soto García, Laura Inés Pollan Toledo, Wilman Villar Mendoza y de haber desatado una crueldad sistemática contra su propio pueblo, sepa que quienes le escriben ni le tememos ni tampoco vamos a continuar permitiendo que sus agresivos  y desmoralizados órganos de represión política sigan manteniéndonos en una  arbitraria, constante y extrajudicial prisión domiciliaria, en la que ya no solo se nos arresta cuando nos dirigimos a actividades opositoras, sino que ya incluso obstaculizan nuestra vida diaria como visitar a un amigo, asistir a funerales y lo peor aún acudir a un hospital a recibir asistencia médica ante nuestros padecimientos agravados precisamente por el desgaste y deterioro físico ocasionado por tanta represión.
Señor dictador a usted promotor de tantos crímenes, fusilamientos, asesinatos extrajudiciales, desalojos a familias indefensas, despidos a nuestros trabajadores, no le tememos y lo estamos emplazando públicamente a que se le ponga fin a esta grosera y arbitraria violación a nuestros derechos de libertad de movimiento en nuestro propio país y que tenga el coraje de ordenarle a sus lacayos y sumisos tribunales y testaferros uniformados a que nos lleven a prisión, porque le aseguramos señor dictador que a partir de estos momentos tendrán que arrestarnos casi a diario porque nuestra vivienda no es calabozo y contamos con mucho más coraje moral y principios que esos hambrientos colegas que ubican por días y días en las esquinas de nuestra vivienda para cerrarnos el paso.
Señor tirano de turno, responsable del asesinato de nuestros compatriotas de Hermanos al Rescate, de la más de una veintena de niños y mujeres indefensas alevosamente hundidos en aquella embarcación 13 de marzo, a usted tirano cuyos crímenes son sólo comparados con los de la Alemania Nazi o la Rusia de Stalin, estamos emplazando a que sepa, que aquí en la ciudad de Placetas está un matrimonio negro opositor con mucha más vergüenza y decisión que esos subordinados suyos que inútilmente a base de golpes, arrestos, celdas de confinamiento y toda forma de ataques piensan que nos van a hacer desistir  de nuestro empeño.  No abandonaremos nuestra Patria si es eso lo que buscan con tan desmedido acoso, hostigamiento y sistematicidad en los encierros.
Raúl Castro comprendemos a usted y a sus tenebrosos cuerpos de represión ante el terror y preocupación que le causa un grupo de mujeres del Movimiento Femenino Rosa Parks, quienes tuvieron el coraje el pasado primero de marzo de llegarse allí ante la sede municipal del oprobio y parásito partido gobernante que usted representa, para reclamar a viva voz, libertad y justicia para su pueblo. Imagino cómo debe sentirse un régimen que envía sus tropas élites de represión para reprimir a pacíficas e indefensas mujeres que a diferencia de sus tropas tienen el coraje de salir a las calles a protestar.
Raúl Castro comprendo lo que significa y representa para su gobierno tener en la calle a un hombre después de 17 años de una ininterrumpida prisión política que no le doblegaron y que a pesar de las infinitas posibilidades de marcharse, a decidido permanecer en Cuba luchando contra la tiranía que usted representa. Señor dictador comprendo que ni usted ni su cadavérico e insepulto hermano personero del odio, la violencia, enfrentamiento y la maldad misma desconocen lo que es consecuencia y quienes nunca imaginaron en la aparición de un Frente Nacional de Resistencia Cívica Orlando Zapata Tamayo, liderados por hombres y mujeres jóvenes, sencillos y sobre todo nacidos dentro de su mal llamada revolución, a los que su adoctrinamiento no pudo ganarnos y que este Frente crece y se multiplica por todo el país con protestas y acciones nunca antes pensadas que han logrado estimular la lucha allí en ese escenario que tanto le duele las calles. No nos puede acusar de Batistianos, burgueses, porque no hemos conocido otra sociedad que no sea esta, tampoco de mercenarios, ni asalariados por el modo y condiciones en que con mucho orgullo vivimos, y que desbarata su estúpida campaña que pretende aparentar lo contrario.
Raúl Castro jamás sus fuerzas represivas imaginaron que consignas como “Todos somos resistencia” o “Las calles son del pueblo” iban a poner de rodillas a la tiranía y que el esfuerzo de dividir las fuerzas de la resistencia interna y las del exilio iba a abortarse. La Asamblea de la Resistencia Cubana, despreciable dictador, sabemos es una de sus grandes y más molestas pesadillas y que los cubanos en la Isla, lejos de sus tendenciosas mesas redondas o programación de adoctrinamiento oficialista, buscan la verdad en Radio Martí y Radio Republica. Por eso usted tanto las ataca.

Pues aquí estoy, despreciable dictador, emplazándolo a que cese la prohibición de que mi esposa Yris y yo podamos circular libremente por nuestro propio país, o busque valor para arrestarnos, pues muy gustoso reingresaría en las filas del presidio político. Mi experiencia personal política y patriótica más importante y donde nunca pudieron doblegarme y otra cosa asesino dictador no creo pueda hacer, porque le aseguro enfáticamente que quien le escribe Jorge Luis García Pérez Antunez NI SE CALLA NI SE VA DE CUBA.


Posteado por: "Comité Pro Libertad de Presos Políticos Cubanos"

Una familia cubana frente a la violación de sus derechos



Respuesta a las calumnias del periodista oficialista Enrique Milanés León, publicadas en el sitio digital del periódico Adelante

Señor periodista, no voy a polemizar sobre lo que es un derecho inalienable y universal: la educación y la atención médica, pero recuerde que el hecho de que un gobierno ofrezca estos beneficios “gratuitos” a su pueblo —por cierto a un elevadísimo costo para los cubanos— no le otorga el más mínimo derecho de reprimirlo y mantenerlo cautivo, violando ese preciado regalo que Dios nos ha dado, la libertad.
Ud. asegura que yo contribuyo a manipular la realidad nacional cuando reporto vía telefónica hacia el exterior hechos que según Ud. solo habitan en mi mente. Y yo le pregunto: ¿Qué pruebas tiene para afirmar tal cosa? y ¿Qué significa para Ud. la realidad nacional? Continuar mintiéndole al mundo ocultando la intolerable y asfixiante realidad cubana, seguir permitiendo que nuestras hermanas e hijas se prostituyan con turistas extranjeros con la finalidad de escapar de su patria en busca de libertad y mejoras económicas, que continúen encarcelando a la población porque deben delinquir constantemente para sobrevivir, continuar viviendo una doble moral para agradar a una minimizada casta de burócratas frustrados y decrépitos ancianos, que durante años han conducido a la nación cubana hacia la destrucción y el caos… ¡Me parece que es Ud. quien ignora, o no quiere ver la realidad nacional!
Sepa que es nuestro derecho disentir y oponernos de manera pacífica, pero frontal, a este sistema dictatorial que viola constantemente los derechos más elementales de la especie humana, golpeando con saña y sin piedad a mujeres indefensas que, en el ejercicio lícito de ese derecho, marchan por las calles de Cuba demandando libertad y democracia, exigiendo el fin de esta abominación que atropella, encarcela, asesina y conduce al suicidio a nuestros conciudadanos, por el simple hecho de expresar y protestar pacíficamente ante la ignominia en que esos que Ud. hoy defiende han sumido a la nación cubana. Los mismos que dieron por desaparecido al comandante Camilo Cienfuegos, encarcelaron con intrigas y burdas mentiras al comandante Húber Matos, traicionaron a José Antonio Echeverría, Frank País, y tantos otros cubanos dignos, vendiendo la noble revolución cubana al despiadado e intrínsecamente criminal sistema comunista, marxista-leninista.
Ud. me acusa de contrarrevolucionario, distorsionador de la realidad nacional y de ser un agitador que ha hecho de la calumnia y la mentira un modo de vida. Y yo le pregunto nuevamente: ¿Cómo asegura tal cosa cuando Ud. mismo afirma no conocer siquiera donde vivo? y ¿cómo puede estar tan seguro de que tan solo un puñado de personas contados con los dedos son los únicos que frecuentan nuestra casa? Sepa señor periodista que quienes le ordenaron redactar ese artículo no le informaron la verdad sobre la realidad santacruceña, y sepa también que acosar, interrogar y fotografiar a un menor de edad por la opinión política de sus padres no solo es antiético, si no, una violación fragrante a los Derechos Humanos, y la Convención sobre los Derechos del Niño. Y más despreciable aún si ello se ejecuta dentro de la escuela donde este estudia, sin el consentimiento de sus padres.
Señor periodista, de forma breve le relataré cuál es la realidad de la marginada y famélica población santacruceña: nuestro natal Santa Cruz del Sur —por cierto un pueblo próspero y solidario— contaba con múltiples fuentes de empleos antes de 1959, y como renglón principal, dos ingenios azucareros con un vasto macizo cañero, entre otras cosas; un tercero el Jesús Suárez Gayol, construido por la “revolución” castrista a principios de la década de los ochenta, generaban gran fuente de empleos a centenares de familias, hasta que un buen día esta los desmanteló dejando a miles de personas sin sustento familiar. Muchos de los recursos provenientes de esas industrias y otras instalaciones arrasadas por la “rovolución”, fueron a parar a manos de dirigentes sin escrúpulos para su lucro personal. ¿Quién es entonces el verdadero enemigo del pueblo cubano?
Instalaciones deportivas, sitios recreativos, lugares de sano esparcimiento, establecimientos de comercio, gastronomía, transportes urbanos y otros, han sido demolidos o los han dejado destruir, alevosamente abandonados sin mostrar el más mínimo respeto y consideración por el pueblo trabajador. Pero claro, la culpa nunca cae al suelo. Ello segurísimo se debe al cacareado “Bloqueo Estadounidense”.
Jubilados, limitados físicos, combatientes del Ejército Rebelde e internacionalistas de las guerras en el continente africano deambulan hambrientos por las calles convertidos en pordioseros, abandonados a su suerte, mientras que otros han muerto en terribles condiciones higiénico-sanitarias, sin viviendas, completamente olvidados por la “Revolución” que un día prometiera al pueblo cubano prosperidad, igualdad y justicia social plena.
Las policlínicas rurales y los llamados consultorios médicos de la familia permanecen en ruinas, o en pésimo estado técnico. No hay médicos suficientes para asistir a los indignados pacientes que deben esperar horas y hacer largas filas para ser atendidos, y en ocasiones deben marcharse sin recibir el servicio, o este no resuelve, o diagnostica el padecimiento; negligencia, déficit de especialistas, ambulancias e insumos y medicamentos, hechos que no pocas veces han causado la muerte al paciente. Ello sin contar con que el Hospital Municipal Enrique Santiesteban Báez lleva más de ocho años en un lentísimo proceso de reparación y ampliación capital; y mientras el régimen cubano culpa al embargo estadounidense de la depauperada situación nacional, se gasta millones de dólares en la rápida construcción de modernísimos centros de salud en otros países.
Tampoco hay suficientes alimentos para mitigar el hambre generalizada, excepto para un puñado de “pundonorosos revolucionarios” que no tienen que preocuparse por ese insignificante problemilla. La Policía Nacional Castrista e inspectores integrales multan a los ciudadanos y les decomisan todo cuanto consideran ilícito, fundamentalmente alimentos; los campos están cubiertos de hierbas y maleza; la totalidad de las tierras del territorio permanecen improductivas; y los dirigentes locales, potencialmente incapaces y carente de toda voluntad política, no generan soluciones, si no que parecen disfrutar de la desdichada realidad nacional. Y por si le pareciera poco, la totalidad de los santacruseños ahogan sus frustraciones en el alcohol: la juventud no cuenta con sitios de recreación y sano esparcimiento, por lo que incrementa el delito, las indisciplinas sociales, la violencia el consumo etílico y de estupefacientes, hechos que no pocas veces han generado violentas trifulcas que han terminado en fatalidad.
Periodista, le emplazo a que sea objetivo cuando de hablar de la realidad nacional se trate, y exija en sus artículos periodísticos el cese del maltrato a nuestros conciudadanos y que, conforme a derecho, clame por pan, trabajo, justicia, libertad e independencia soberana del individuo frente al Estado que les ha secuestrado su soberanía, pues como bien dijo nuestro apóstol José Martí:
“Quien vea a su pueblo en desorden y agonía, sin puerta visible para el bienestar y el honor, o le busca la puerta, o no es hombre, o no es hombre honrado. El que se conforma con una situación de villanía es su cómplice. Es su cómplice el que considera insuficiente o imposible el remedio que pregona, y con la mentira en el alma, continúa pregonando el remedio insuficiente e imposible. La tiranía no se derriba con los que la sirven con su miedo, o su indecisión o su egoísmo”.


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Esto es lo que dice la madre del joven que grito abajo el comunismo en Santiago de Cuba

«Temo por la vida de mi hijo»

Mirta Álvarez Bestard, madre de Andrés Carrión Álvarez, el joven que gritó 'abajo el comunismo' antes de la misa papal de Santiago.

Andrés Carrión en el momento de su arresto. Santiago de Cuba, 26 de marzo de 2012. (REUTERS)
Mirta Álvarez Bestard, de 58 años, residente en Jiguaní, provincia de Granma, es la madre de Andrés Carrión Álvarez, el joven que gritó "abajo el comunismo y libertad", minutos antes de la misa papal en la plaza Antonio Maceo. Carrión permanece arrestado en la sede de la Seguridad del Estado en Santiago de Cuba.
¿Cómo está su hijo? ¿Qué situación tiene? Tengo entendido que ha podido verlo…
Lo vi desesperado, porque está allí, lo tienen allí, ya tú sabes, pasando frío, no le dan sábanas, una sola, no le permiten pasar a otra sala y la medida cautelar parece que la tenían retenida porque no nos informaron que teníamos que recogerla. Entonces, nosotros la exigimos y nos la dieron. Hasta ahora, yo no he podido conseguir un buen abogado. Estoy desesperada porque temo por su vida. Si a él lo acusan por un desorden público, no hay razón para que esté allí encerrado. No sé qué hacer, pido que me lo ayuden. Me he puesto fuerte, he podido luchar con esto para poder darle fuerza a mi hijo.
¿Ha podido hablar del caso? ¿Su hijo le expresó algún tipo de inquietud al respecto?
(Tuvimos) 15 minutos para todo. Tres nada más que dejan entrar: madre, hermana, y cuando entra la madre, no entra el padre, y no se puede hablar nada con él. Nada más que saludarlo y hablar boberías, no dejan hablar nada de lo que sucedió.
¿Quién no deja hablar del caso? ¿El instructor o la persona que está ahí presente durante la visita?
Los que están allí cuidándolo, el instructor que está allí en la visita, parado. Lo estamos viendo, hay uno allí con él. Nos prohibió hablar del caso porque si no, nos quitaban la visita.
¿Cómo ve a su hijo de salud?
Aparentemente se ve bien, pero de su salud mental lo veo un poco desesperado, traumatizado. Porque, imagínate, estar encerrado allí, sin saber nada, no es fácil. Está como incomunicado, porque nada más que el viernes lo vimos 15 minutos, y ya. Y yo no sé lo que está pasando con él allá adentro, porque nadie te orienta, ni te dicen nada.
¿Usted teme por la salud mental de su hijo?
Por su vida, por su salud mental, por todo, porque yo no sé lo que hacen allí. No sé, yo me imagino cosas feas, pero no sé nada. ¿Comprende?
¿Observa algún gesto, movimiento o comportamiento extraño en su hijo?
Yo como madre creo que sí, pero que no puede decirme. Noté algo que quiere decir y no puede. Lo veo desesperado.
Hábleme un poco de su hijo, ¿quién es Andrés Carrión Álvarez?
Estudió seis años una carrera muy bonita, y entonces se graduó con título de oro. Pero eso no le ha servido de nada aquí. Es un hombre honesto, tranquilo, no tiene antecedentes penales. Sin embargo, en la medida cautelar le pusieron que le constan antecedentes penales, y yo entonces le reclamé eso. El abogado que encontremos va a ver eso, porque él no tiene antecedentes penales.
Y estaba desempleado, ¿a qué se dedicaba, qué hacía?
Sí, porque con la reducción de plantilla esta, tú sabes, él quedaba fuera y pidió la baja.
¿A qué se dedicaba entonces?
A tirar fotos, fotógrafo, aparte de eso.
¿Usted sabía que su hijo iba a ir a la misa del Papa en Santiago de Cuba y que tenía pensado hacer esto? ¿Él compartió la idea con usted?
Para nada, para nada. Fue algo que me sorprendió, y todavía estoy sorprendida. Me sorprendió que hiciera eso porque es una persona tan tranquila...
¿Cómo se entera usted de que su hijo está detenido y de todo lo que sucedió en la plaza Antonio Maceo?
Me entero cuando ya ha pasado más de una semana, porque yo vivo en Jiguaní. Mi hija llama por teléfono a casa de mi hermana, y entonces me lo comunican. Yo soy su madre, y tengo que ver cómo saco a mi hijo.
¿La familia no encuentra a nadie que quiera defenderlo, un abogado, que represente a su hijo?
Estamos buscando un abogado para que lo defienda. Pero, sobre todo, cuando le decimos de qué se trata, dicen que no, que tienen mucho trabajo. Otros, que están de vacaciones. Ninguno quiere, no tengo respuesta.
¿Ya vio el video donde aparece su hijo en la plaza Antonio Maceo?
No, me lo contaron. Yo no quiero verlo, no quiero verlo. Dicen que eso es terrible, no quiero verlo. Me lo golpearon, dicen que lo golpearon. La Cruz Roja lo golpeó, y ellos le echan la culpa ahora al pueblo. No fue el pueblo.
La petición suya es que ayuden a Andrés Carrión Álvarez…
Que me lo ayuden, que me lo ayuden, y que si hay manera de sacarlo, que lo saquen, por favor.
¿Usted está pidiendo que a Andrés lo saquen, que aboguen porque salga del país?
Sí.
¿Por qué?
Porque creo que sería lo mejor para él, después de esto que está sucediendo. Si se queda aquí, acaban con él. Temo por la vida de mi hijo. Por favor, que me lo ayuden.
¿Se ha personado usted, o algún miembro de la familia, en el Arzobispado de Santiago de Cuba para pedir ayuda?
La verdad, no he ido a la Iglesia. Sí tengo mi fe, soy creyente, pero no he ido. He pedido mucho y no duermo orando, pidiendo, pidiendo para que no le pase nada a mi hijo. Pidiéndole a Dios que no le pase nada.


Posteado por: "Comité Pro Libertad de Presos Políticos Cubanos"

miércoles, 11 de abril de 2012

Otra muestra del contubernio entre los jerarcas de la Iglesia y el gobierno cubano


¿Cinismo o fe?

Los buenos oficios del párroco de Placetas hicieron que Antúnez, un perseguido, pudiera llegar esta Semana Santa a la casa de Dios.
Permanecía el Papa Benedicto XVI al abrigo del pueblo mexicano en el peregrinar que lo traería a Cuba, cuando mujeres y hombres fuimos separados de nuestras familias y encerrados en calabozos bajo la acusación inaudita de alteración del orden público.
Antes, durante y posteriormente a la visita del Papa a Cuba, el régimen nos metió tras las rejas a tantos como resultamos incómodos, en franca violación incluso de sus propias leyes.
Esta Semana Santa, en cumplimiento del mandato de Jesucristo, el párroco de Placetas envió por un cordero entrampado, y así, junto al diácono, Jorge Luis García Pérez (Antúnez) pasó por al lado de los policías y fue a escuchar la palabra de Dios.
¿Podía ir Antúnez al servicio religioso de Semana Santa sin la protección de Dios personificada en el párroco de Placetas y en su diácono? Sabido es que no.
¿Son tan poderosos un humilde párroco y su diácono como para contener a un general de Cuerpo de Ejército al frente de miles de policías? Sabido es que sí.
Para los que lo han olvidado: Érase una vez en Rumanía, en un pueblito llamado Timisoara, un pastor nombrado Laszlo Tokes…
Y no malinterpreten, no se trata de que la Iglesia haga lo que nos compete a todos. Pero muy mal se oirán las palabras encomendadas por Cristo al Papa y a sus obispos si al otro lado de los muros de las Iglesias se escucha el taconeo de los policías entre gritos pidiendo libertad.
Y peor se entenderán las palabras de Dios en labios de su vicario si en mitad de la contienda fratricida el curato pidió concordia desde lejos cuando obligado estaba a remangarse la sotana al codo y poner esa palabra de Dios, entiéndase la de la razón, en el púlpito de la justicia.
Archiconocido resulta, pero es útil repetirlo para que no se olvide: Tan poderosa es la voz de la Iglesia que, cuando el 26 de julio de 1953 un río de sangre inundó las calles de Santiago de Cuba, el doctor Castro Ruz, quien precisamente había levantado la compuerta para desatar esa riada, gracias a monseñor Pérez Serantes, arzobispo de aquella ciudad convulsa, no aportó ni una gota de sus venas a la inundación roja, provocada por el asalto al cuartel Moncada.
Pero si el general Fulgencio Batista en atención al arzobispo de Santiago ordenó cesar los asesinatos en el oriente de Cuba en julio de 1953, ahora un sobreviviente de aquella masacre, el hoy general Castro Ruz, parece no escuchar las palabras del arzobispo de Santiago.
En su recibimiento al Sumo Pontífice, el arzobispo de Santiago de Cuba y Presidente de la Conferencia de Obispos Católicos, monseñor Dionisio García Ibáñez, con muy sentidas palabras, más que un discurso de bienvenida al Papa, pronunció una lección de historia y a la vez una crónica del Viacrucis de nuestra nación.
La respuesta fue la censura. En tanto el Papa llegó a Cuba invitado por el Gobierno y por la Conferencia de Obispos Católicos, la prensa debió publicar las palabras de ambos anfitriones, pero solo publicó las pronunciadas por el General.
Las pronunciadas por monseñor García Ibáñez, ajustadas a los hechos, al derecho y sobre todo por aquello de "apacienta a mis ovejas", no caben dentro del estrechísimo carril autorizado a la prensa oficial cubana.
¿Esto significa una orden de callar? Sin dudas.
No está bien hacer política utilizando la religión. Pero ¿puede un robot hacer política? Y acaso ¿qué es un ser humano sin fe?
En el resumen de la historia de su vida, escrito a los 80 años, el estadista norteamericano Henry L. Stimson legó a la humanidad un credo a prueba del paso de los siglos: "Dolor engendra dolor, confianza engendra confianza, Fe engendra Fe y la esperanza es el principal resorte de la vida. El único pecado mortal que conozco, es el cinismo".
Cierto. El pasado marzo a decenas nos llevaron a dormir a los calabozos para impedir que estuviéramos junto al Papa, sin esto quitar el sueño a quienes debieron permanecer en vigilia.
Pero también esto es cierto, los buenos oficios del párroco de Placetas, de la mano de un diácono, hicieron que Antúnez, un perseguido, esta Semana Santa pudiera llegar a la casa de Dios. ¡Enhorabuena! Ojalá hechos como este se multipliquen, como las semillas en la parábola del sembrador. ¡Ojalá que sobre el cinismo renazca la Fe! Pero que no sea demasiado tarde. Tanto quienes llevan las riendas como los espectadores de esta carrera, deberían saber que luego de cierto tiempo los frenos de la caballería terminan deshechos, corroídos por la simple acción de permanecer ahí en la mordida perenne de la boca cerrada año tras año. Pero…, ¡cómo acompañar con la palabra de Dios al que ya va sin frenos si antes solo se escuchó la voz del que llevaba las riendas!


Posteado por : "Comité Pro Libertad de Presos Políticos Cubanos"

LOS CUBANOS Y LA LIBERTAD

miércoles 11 de abril de 2012


Pienso frecuentemente en varias personalidades por su rol en la historia de la humanidad; estas son: Isabel Alejandra María II del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y de otros reinos y territorios, y Gobernadora Suprema de la Iglesia de Inglaterra; el papa Benedicto XVI, Soberano del Estado de la Ciudad del Vaticano y Vicario de Roma; y el Dalai Lama, símbolo espiritual y dirigente del Gobierno Tibetano en el Exilio.
Estas celebridades históricas tienen en común su liderazgo a nivel mundial y estar vinculadas a la esperanza y dignidad de sus fieles. Del mismo modo son líderes espirituales y políticos con una impronta fundamental para sus pueblos.
Otras de las ideas que a veces considero es que los seguidores de estas distinguidas personas son reflejos de sus líderes y en la mayoría de los casos se comportan así.
Sin embargo, en los sucesos del 15 de marzo en que varios disidentes ocuparon templos católicos en el país, en especial los 13 opositores que se personaron en la Basílica de la Iglesia de la Caridad de La Habana, la conducta de quienes representan a Benedicto XVI no estuvo a la altura de sus responsabilidades. Estos cubanos dignos pedían que el Papa en sus homilías para los cubanos resaltará la necesidad de cambios donde se respeten la dignidad y los derechos humanos fundamentales de nuestro sufrido pueblo.
Sorprendente fue la actitud de los dirigentes de la iglesia al ordenar la expulsión por la fuerzas de esos fieles seguidores del catolicismo y promotores del humanismo en Cuba. Asimismo de denostado fueron las dos publicaciones que hicieron en la prensa oficial del gobierno.
Pero lo más triste fue que personas llamadas progresistas y/o disi- dentes aprobarán la censura de estos acontecimientos únicos en la nación desde hace más de treinta años. Sus palabras no solo hirieron el corazón de estos amantes de libertad sino también a la historia.
Afirmar que este hecho fue inoportuno, irresponsable e invasivo es una contradicción de la realidad. Es un apoyo irreverente al igual que exponer que esta fue una acción extremista en el lado negativo de la vida.
Mas a pesar de esta triste situación me regocijó porque la acción de los ocupantes no es condenable al menos por la palabra del Dios de la biblia, la historia de la humanidad y el compendio de la ciencia de la desobediencia civil masiva no violenta de Gene Sharp.
Veamos que nos dice la historia.
También Martin Luther King sintió el peso doloroso de las críticas destructivas y en su Carta desde la cárcel de Birmingham se expresó así: “¿Acaso no fue Jesús un extremista del amor?: Amar a vuestros enemigos; perdonad a los que los vejan; haced el bien a los que os odian y rezad por los que abusan maliciosamente de vosotros y os persiguen. Y Pablo, un extremista del evangelio cristiano: Llevo en mi cuerpo las señales de nuestro Señor Jesucristo. Y Martin Lutero, un extremista: A lo dicho me atengo; no puedo obrar de otra manera: que Dios venga en mi ayuda. Y Jon Buyan: Permanecería en la cárcel hasta el fin al de mis días antes que asesinar mi conciencia. Y Abram Lincoln: Esta nación no puede sobrevivir esclava a medias y libre a medias. Y Tomas Jefferson: Para nosotros hay verdades evidente de suyo, y una de ellas es que todos los hombres fueron creados iguales […]”.
En la historia de Cuba, de la misma manera, tenemos esas grandes personas que derramaron su amor hasta el extremo. Hatuey: lo invitaron arrepentirse de su lucha por la libertad o la hoguera, y le ofrecieron la vida en cielo, y pregunto: y ustedes estarán allí; le contestaron que sí, y les dijo: entonces yo no quiero estar. Narciso López y más de cincuenta de sus compañeros en su lucha contra el imperio español instalaron la bandera cubana en la toma de Matanzas. Y Carlos Manuel Céspedes en su amor por la independencia dejo todos sus bienes y privilegio y dio el grito de libertad y patria. Y los bayameses antes de volver a la esclavitud prefirieron quemar su ciudad. Y Antonio Maceo, ante la paz sin independencia, hizo la Protesta de Baragua. Y nuestro apóstol José Martí, cuando dijo; sobre el yugo pondré la estrella que ilumina y mata. Y Tomas Estrada Palma, en el momento de juzgar al militar que mató a su madre expuso: “La memoria de mi madre es demasiada sagrada para que yo la manche con un sentimiento de venganza”. Y los jóvenes fusilados por el gobierno castro-estalinista que antes de morir gritaron viva Cristo Rey. Y Orlando Zapata Tamayo que se negó a comer hasta la muerte para que se respetaran los derechos humanos. Y Juan Wilfredo Soto que no sobrevivió a la paliza de la policía política cuando reclamaba libertad de expresión. Y Wilman Villar, murió de inanición por las libertades básicas. Y Laura Pollan, nunca sus pies ni su espíritu se cansaron exigiendo la libertad de su patria.
Y King nos sigue diciendo en su carta: “Así que el problema no estriba en saber si hemos de ser extremistas, sino en la clase de extremista que seremos. ¿Llevaremos nuestros extremos hacia el odio o hacia el amor? ¿Pondremos el extremismo al servicio de la conservación de la injusticia o de la difusión de la justicia? En la dramática escena de la Gólgota fueron crucificados tres hombres. Nunca hemos de olvidar que los tres fueron crucificado por el mismo delito: el delito del extremismo. Dos de ellos eran extremistas de la inmoralidad, y por eso cayeron más bajos que el mundo que les rodeaba. El otro, Jesucristo, era un extremista del amor, de la verdad y de la bondad, y por eso se elevo por encima del mundo que le rodeaba. Bien podría ser que el Sur, la nación y el mundo necesitan muchísimo de extremistas creadores”.
Y bien, estos jóvenes fueron a la búsqueda del bien para su patria y su fin fue el amor, no podremos decir como Maquiavelo: “El fin justifica los medios”; pero si como lo exponen los cristianos, “el fin no justifica los medios”.
Pienso que su fin es amor y sus medios el amor; además vivimos bajo una dictadura totalitaria estalinistas sin ningún espacio libre para llorar nuestras penas y gritar hasta el infinito por el dolor que nos acoge en esta sociedad llena de miedo. Por todo esto no podemos reprobar esta acción de valientes y amorosos; porque estos llevan en su alma el anhelo intenso de libertad para su pueblo.
Estas personas en su protesta no han violado ninguna ley justa y sí, leyes injustas que prohíben los reclamos de los derechos humanos fundamentales para el pueblo cubano. Y no me alarmo por esta violación; porque el mismo San Agustín de Hipona nos dejo el legado que “una ley injusta no es tal ley” o Santo Tomas de Aquino: “Una ley injusta es una ley humana que no tiene su origen en la ley eterna y en el derecho natural. Toda norma que enaltece la personalidad humana es justa; toda norma que degrada la personalidad humana es injusta”.
La ciencia de la desobediencia civil masiva no violenta expuesta en el libro de La Democracia a la Dictadura de G. Sharp, recomienda estos métodos de intervención no violentos: entrar y sentarse; entrar y quedarse de pie; meterse a tropel; incursión no violenta; Invasión no violenta; ocupación no violenta; huelga de quedarse en el sitio; desobediencia civil de las leyes neutrales.
Todos estos eclesiásticos y demás personas de críticas no creativas llevan la censura del papa Benedicto XVI. Porque la del pueblo cubano y la del Dios Bíblico están segura.
Ruego a este Dios salvador y misericordioso que en las intervenciones de Benedicto XVI, mire el rostro y el alma de sufrimiento del pueblo cubano para que pueda evocar al profeta Isaías:
El espíritu de Jehová el Señor esta sobre mi, porque me ungió jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los preso aperturas de la cárcel; a proclamar el año de la buena voluntad del Señor. No hay paz, dijo mi Dios, para los impíos.




Dr. Oscar Elías Biscet
Presidente de la Fundación Lawton de Derechos Humanos
Medalla Presidencial de la Libertad