jueves, 13 de septiembre de 2012

Raúl Castro, discípulo del Capitán General Francisco Dionisio Vives

| Por Orlando Freire Santana


LA HABANA, Cuba, septiembre, www.cubanet.org -Después de que el monarca Fernando VII decidiera derogar la constitución liberal y restablecer el absolutismo en España, hacia 1823, igual suerte le tocaría correr a la “siempre fiel” isla de Cuba. Entonces la tarea de imponerles un gobierno de mano dura a los cubanos le correspondería al capitán general Francisco Dionisio Vives, quien estaba decidido a impedir  por todos los medios que los cubanos siguieran el ejemplo de la mayoría de los países latinoamericanos, que se habían independizado o luchaban por sacudirse el yugo colonial.
El capitán general Vives, en aras de cumplir eficientemente su misión, y al parecer no muy confiado en las instancias civiles de su administración, optó por dividir la isla en tres departamentos militares, al frente de los cuales colocó a un comandante general con plenos poderes en el área de su jurisdicción. Según nos cuenta el historiador Fernando Portuondo en su libro Historia de Cuba 1492-1898, “en el departamento occidental, el propio capitán general desempeñaría la comandancia desde La Habana; el central tendría su cabecera en Trinidad; mientras que el departamento oriental continuaría gobernado desde Santiago de Cuba”. Y concluía argumentando Portuondo que Cuba quedaba organizada como una gran factoría militar.
Casi doscientos años después, y en el contexto del ascenso de Raúl Castro a la máxima dirección del Estado, el Gobierno y el Partido, se produjeron cambios en los mandos de los tres ejércitos con que cuentan las Fuerzas Armadas (FAR) de Cuba. Los generales de cuerpo de ejército Leopoldo Cintra Frías (Polito), Joaquín Quintas Solá, y Ramón Espinosa Martín fueron liberados de las jefaturas de los ejércitos occidental, central y oriental, respectivamente. Pero, por supuesto, nadie piense en una sustitución debido a contradicciones entre esos altos militares y el general-presidente. Al contrario, fueron promovidos al rango de viceministros en el Ministerio de las Fuerzas Armadas (MINFAR), e incluso Polito ocupa hoy el cargo de ministro. Actualmente se desempeñan, desde el Estado Mayor del MINFAR, como auténticos mayorales de los territorios donde se ubican los ejércitos que antes dirigían. Así, si rememoramos la época de Vives, podemos afirmar que Polito— o su viceministro primero, el también general de cuerpo de ejército Álvaro López Miera— es el comandante general de Occidente; Quintas Solá el de las provincias centrales; y Espinosa Martín el de Oriente.
Lo anterior quedó corroborado a raíz del paso por Cuba de la tormenta tropical Isaac. El general Espinosa Martín fue el enviado por la cúpula del poder a las provincias orientales. La televisión lo mostró impartiendo órdenes con energía en Baracoa, Guantánamo, Santiago de Cuba y Holguín. En todos esos sitios se apreció que su opinión era la que prevalecía por sobre las del resto de los dirigentes del Partido Comunista y el Poder Popular de esos territorios. Otro tanto realizó el general Quintas Solá en las provincias de la región central que se vieron amenazadas por Isaac.
Pero bueno, esa práctica de Raúl de fomentar estructuras de gobierno paralelas a las oficialmente establecidas tal vez no sea más que un problema de la familia. No hay que olvidar que su hermano mayor, mediante el famoso Equipo de Apoyo y Coordinación del Comandante en Jefe, interfería constantemente en el trabajo de ministros y otros funcionarios. Ahora el general –presidente, al alentar la faena de sus nuevos comandantes generales, no hace otra cosa que fortalecer su gran factoría militar. Evidentemente, es la manera en que se siente más seguro.


Posteado por: "Comité Pro Libertad de Presos Políticos Cubanos"

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