sábado, 20 de septiembre de 2014

Nuevos milagros de Amelia

Basta con leer sus inscripciones para percatarnos de que muchas fueron depositadas por personas que ya no residen en Cuba, lo cual no ha impedido que cumplan el compromiso que contrajeron con La Milagrosa
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LA HABANA, Cuba -Entre procrear y huir, las últimas generaciones optan por lo segundo, sin que parezca inquietarles la perduración de la especie, una prioridad esencial en todo ser viviente. Los bajos índices de natalidad que se reportan hoy en nuestra isla han sido ya motivos de reflexión en la prensa independiente, en tanto prenden luz roja en los informes oficiales, que nunca son confiables, o al menos no tanto como pueden serlo ciertas manifestaciones del sentimiento popular que no se registran en estadísticas, pero hablan por sí solas.
Es el caso del nuevo tipo de milagros que en forma creciente están yendo a pedir los habaneros a la tumba-santuario de La Milagrosa, en el Cementerio de Colón.
A partir de los años 80, cuando dejó de darnos miedo o pena visitar como devotos el sitio, la mayoría de los peregrinos eran mujeres que iban a pedir milagros relacionados con la maternidad. No se trataba de una regla inviolable, pero marcó con énfasis la costumbre. Sin embargo, actualmente se observan cambios en esta tendencia. Y es justo en tales cambios donde podemos comprobar, mejor que en cualquier tabla numérica -por más científica que se califique-, lo que desea y proyecta nuestra gente, muy especialmente los jóvenes.
La preponderante cifra de frases que lo expresan por lo claro, como: “Gracias, Amelia, por ayudarnos en nuestro viaje”; o que lo dejan caer, como: “Gracias por habernos complacido en lo que te pedimos”, utilizando un lenguaje críptico que es todavía usual en las calles (como rezago de épocas aún más represivas que las actuales), resulta obvia por estos días entre las lápidas que los devotos depositan al pie de la tumba-santuario al considerar que han sido satisfechos sus ruegos.
Por cierto, constituyen multitud los creyentes que han dejado constancia de su agradecimiento mediante lápidas que llevan hasta la tumba-santuario y que, por ser tantas, la administración del cementerio se ha visto obligada a dedicarles un espacio aparte. Basta con leer sus inscripciones para percatarse de que muchas fueron depositadas por personas que ya no residen en Cuba, lo cual no ha impedido que cumplan el compromiso que contrajeron con La Milagrosa.
¿Cuál sería la reacción de José Vicente Adot Rabell si pudiese ver hoy que la tumba de su esposa, Amelia Goyri de la Hoz, es la más visitada en toda la historia del cementerio y que es tal la adoración que despierta entre nuestra gente que no la dejan sola ni un minuto del día, al punto que el suyo se ha convertido en el panteón mejor vigilado de Cuba, con custodia exclusiva y permanente?
Se conoce que José Vicente se opuso a que la tumba de Amelia fuera objeto de culto, lo cual consideraba una intromisión en sus asuntos privados. Incluso, pretendió destinarle un guardián para impedir que sus devotos le pusieran flores. Hoy ocurre todo lo contrario. Entre las tareas de quienes custodian el sepulcro, sea un CVP (guardia de seguridad) del cementerio o una vigilante pagada por una institución no gubernamental, está la de viabilizar la entrega de ofrendas, al tiempo que impiden profanaciones o saqueos que puedan ofender la devoción popular.
Es bien conocida igualmente la historia que originó el culto a La Milagrosa. Amelia, que amaba a José Vicente desde la niñez, se convirtió en su esposa en el año 1900. Pronto estuvieron esperando descendencia, una niña, pero a los 8 meses de embarazo, ella sufrió una repentina enfermedad (eclampsia) que provocaría su muerte y la de la criatura. El marido enloqueció. Acudía diariamente a visitar la tumba, creyendo que Amelia sólo estaba dormida, así que iba a despertarla golpeando una de las cuatro argollas de la tapa del sepulcro.
Un escultor amigo suyo talló en mármol de Carrara una estatua de Amelia que fue colocada allí. José Vicente adoptó el hábito de quitarse el sombrero ante la escultura, ponerlo sobre su pecho, y luego retirarse sin darle jamás la espalda. Ese hábito, que aún se practica, originó el primer rito en torno a La Milagrosa.
Se cuenta que 13 años después de sepultada, el viudo quiso ver los restos. Así descubrió que el cuerpo de Amelia estaba intacto, y la criatura, que había sido colocada entre sus piernas, se hallaba ahora apoyada en el brazo izquierdo de la madre. A partir de entonces se hizo legendaria la adoración popular.
La gente empezó a llamarle La Milagrosa y a creer en los poderes sobrenaturales de la tumba-santuario, sobre todo en lo referido a la protección de las embarazadas y de los niños. También se le pedía algún otro tipo de gracia, pero lo que trascendió fue su fama como salvaguarda de la maternidad y de su descendencia, una tradición (otra) que nuestra dura realidad de hoy está alterando



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Preso político en huelga de hambre está al borde de la muerte

Morera Bacallao está recluido en la sala de Terapia Intermedia del hospital provincial de Villa Clara, con sangramiento digestivo. Lleva alrededor de tres meses de ayuno
Vladimir Morera Bacallao_foto cortesía de Yoel Espinosa
Vladimir Morera Bacallao_foto cortesía de Yoel Espinosa
SANTA CLARA, Cuba.- El preso político Vladimir Morera Bacallao está al borde de la muerte. Sostiene una huelga de hambre desde el pasado 16 de junio, en el Hospital Provincial “Arnaldo Milián, como protesta por a una imputación por parte de los tribunales de Villa Clara.
Morera Bacallao está recluido en la sala de Terapia Intermedia, cama 20, con sangramiento digestivo. Su peso corporal es de unos 36 kilogramos. Anteriormente rondaba por los 75 kilos. También presenta descompensación de los signos vitales; su presión arterial ha estado en 80 con 50 y la azúcar en sangre le ha bajado hasta cero.
El doctor Caballero, jefe de cuidados intensivos en el principal centro de salud de Villa Clara, asegura que de continuar con la huelga de hambre en cualquier momento Morera Bacallao puede morir, de un paro cardiaco o respiratorio.
A petición de sus familiares, el Obispo Arturo González, de la Diócesis de Villa Clara, lo asiste espiritualmente. Tras una conversación, el preso político aceptó el pedido del líder espiritual de alimentarse parenteralmente.
El sindicalista independiente, del municipio Manicaragua, en la provincia Villa Clara, decidió atentar contra su vida, como último recurso, para exigir que lo exoneren de presuntos delitos de “Desacato, Desorden Público y Daños”, que le ha impuesto la Fiscalía.
En la vista oral, realizada el 3 de septiembre de 2013, Vladimir fue condenado a ocho años de privación de libertad y mil pesos (moneda nacional) de multas.
Activistas de Derechos Humanos, encabezados por el Movimiento Cubano Reflexión (MCR) también han brindado apoyo al preso político, con manifestaciones en la vía pública.




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Protesta de feminas de UNPACU en La Habana

viernes, 19 de septiembre de 2014

¿Intercambio cultural? Descemer Bueno, Buena Fe y Gente de Zona son los nuevos Silvio Rodríguez y Pablo Milanés. La música manipula al exilio desde Cuba jueves, septiembre 18, 2014 | Camilo Ernesto Olivera Peidro | 27 Comentarios comment count FacebookTwitterLinkedInGoogle+PinterestEmailPrintFriendly Descemer Bueno y Buena Fe Descemer y Buena Fe (Israel) LA HABANA, Cuba -El éxito de Bailando, tema de la autoría de Descemer Bueno, disparó de nuevo en la Isla el nacionalismo musical. Con todo este asunto del, mal llamado, intercambio cultural Cuba-EEUU, la oligarquía geriátrica verde olivo encontró a sus Silvio Rodríguez y Pablo Milanés, en Descemer, Gente de Zona y Buena Fe. La maniobra de exportación ideológica es hacia el Norte. La timba y el pan con timba En septiembre de 1990, desapareció el pan que se ofertaba en venta libre. A partir de ese momento, se raciono a uno por persona y anotado en la libreta de abastecimiento. Le llamaban Toma 1, en irónica referencia a un programa que exhibía películas de cierto vuelo artístico en la TV nacional. En 1991, Cuba quedo a la deriva y en los inicios de una fuerte crisis económica. Su madrina económica, la URSS, dijo definitivamente adiós. Hace un tiempo tuve que hacer silencio frente a un chiste de humor negro que expresaba: si el Titanic hubiera estado lleno de cubanos, y la orquesta sobre cubierta tocara Timba, la mayoría se hubiera ahogado bailando. “Somos lo que hay, lo que se vende como pan caliente” (Manolín, el Médico de la salsa). musica-manolin Manolín, el Médico de la Salsa Manolín y su orquesta, lograron cobrar el precio de entrada más alto, para un concierto en Cuba, en la década de los noventa. Fue en 1994, el lugar: Palacio de la Salsa del Hotel Riviera. Puerta: 40 dólares estadounidenses. En ese momento cada USD equivalía a casi 200 Pesos Cubanos (CUP). Carlos Manuel y su Clan, prácticamente se chuparon el presupuesto para pago de agrupaciones de la Dirección de Cultura en la provincia Las Tunas. Cobraron 90 000 pesos por un solo concierto. Este record fue roto más adelante por las orquestas Van Van y Charanga Habanera. Manolín llegó a Miami diciendo que era perseguido. Carlos Manuel arribó expresando más o menos lo mismo. Para el primero, la ciudad del sol se convirtió en la jaula de su mediocridad. Para ser artista cubano con éxito en Miami, hay que trascender Miami. Carlos Manuel, estuvo un tiempito llenando el cabaré del Hotel Fontainbleau de Miami Beach. Pero le dio por hacer esperar al público, y hasta se embarcó en una disputa mediática estéril con Marc Anthony que lo sepultó. Pero en Cuba, el público quería creer que Manolín era una estrella en los EEUU. Y del fiasco de Carlos Manuel, se supo gracias a los distribuidores clandestinos de casetes VHS con programas de la TV Miamense. Ese era el consuelo para los cubanos en medio de los apagones, el hambre y el calor. Seguir presumiendo que la isla era el ombligo del mundo, que la Timba arrasaba el mercado internacional, cuando Paulito y su Élite tocaban en tugurios en Italia. Mientras aquí se tenía derecho a un solo pan, sin timba. Descemer Bueno y Gente de Zona Descemer Bueno y Gente de Zona “Mi cabeza está vacía y yo no puedo más” (Descemer Bueno y Gente de Zona) Según una fuente que pidió anonimato, el Ministerio de Cultura se encuentra al borde del cero presupuesto. Pero no falla el dinero para mandar a Miami a los artistas amaestrados y “apolíticos”. El festival HabanaArte, que se celebra por estos días en la capital, es una pantalla para tapar el déficit. Los próximos meses, son de una incertidumbre aterradora para varias instituciones culturales. Mientras tanto, la música sigue sonando. Todos sabemos que este barco se hunde. Creemos que todavía queda tiempo para seguir bailando. La cabeza está vacía y la Timba ahora se llama Cubatón. “Déjame entrar, déjame entrar” Buena Fe La memoria musical del exilio histórico se ancló en La Habana de los 50s y 60s. Los que llegaron después de 1980, aferraron la suya, también, a su visión de la isla que dejaron atrás. Quienes arribaron desde 1994, no comparten la herencia de los que llegaron en el 80. Mucho menos la música de los 60s. Cada generación, en la emigración, es un país dentro de otro. A estas alturas ya es de ilusos soñar con un exilio unido, que diga no a las manipulaciones de un intercambio cultural que viene por un solo lado. En Miami, teatros y centros nocturnos están invadidos por los heraldos culturales del régimen cubano. La música es un modo de manipular al exilio desde Cuba. Relacionado: Buena Fe o Mala fe

Descemer Bueno, Buena Fe y Gente de Zona son los nuevos Silvio Rodríguez y Pablo Milanés. La música manipula al exilio desde Cuba
Descemer Bueno y Buena Fe
Descemer y Buena Fe (Israel)
LA HABANA, Cuba -El éxito de Bailando, tema de la autoría de Descemer Bueno, disparó de nuevo en la Isla el nacionalismo musical. Con todo este asunto del, mal llamado, intercambio cultural Cuba-EEUU, la oligarquía geriátrica verde olivo encontró a sus Silvio Rodríguez y Pablo Milanés, en Descemer, Gente de Zona y Buena Fe.
La maniobra de exportación ideológica es hacia el Norte.
La timba y el pan con timba
En septiembre de 1990, desapareció el pan que se ofertaba en venta libre. A partir de ese momento, se raciono a uno por persona y anotado en la libreta de abastecimiento. Le llamaban Toma 1, en irónica referencia a un programa que exhibía películas de cierto vuelo artístico en la TV nacional.
En 1991, Cuba quedo a la deriva y en los inicios de una fuerte crisis económica. Su madrina económica, la URSS, dijo definitivamente adiós.
Hace un tiempo tuve que hacer silencio frente a un chiste de humor negro que expresaba: si el Titanic hubiera estado lleno de cubanos, y la orquesta sobre cubierta tocara Timba, la mayoría se hubiera ahogado bailando.
“Somos lo que hay, lo que se vende como pan caliente” (Manolín, el Médico de la salsa).
musica-manolin
Manolín, el Médico de la Salsa
Manolín y su orquesta, lograron cobrar el precio de entrada más alto, para un concierto en Cuba, en la década de los noventa. Fue en 1994, el lugar: Palacio de la Salsa del Hotel Riviera. Puerta: 40 dólares estadounidenses. En ese momento cada USD equivalía a casi 200 Pesos Cubanos (CUP).
Carlos Manuel y su Clan, prácticamente se chuparon el presupuesto para pago de agrupaciones de la Dirección de Cultura en la provincia Las Tunas. Cobraron 90 000 pesos por un solo concierto. Este record fue roto más adelante por las orquestas Van Van y Charanga Habanera.
Manolín llegó a Miami diciendo que era perseguido. Carlos Manuel arribó expresando más o menos lo mismo. Para el primero, la ciudad del sol se convirtió en la jaula de su mediocridad. Para ser artista cubano con éxito en Miami, hay que trascender Miami. Carlos Manuel, estuvo un tiempito llenando el cabaré del Hotel Fontainbleau de Miami Beach. Pero le dio por hacer esperar al público, y hasta se embarcó en una disputa mediática estéril con Marc Anthony que lo sepultó.
Pero en Cuba, el público quería creer que Manolín era una estrella en los EEUU. Y del fiasco de Carlos Manuel, se supo gracias a los distribuidores clandestinos de casetes VHS con programas de la TV Miamense.
Ese era el consuelo para los cubanos en medio de los apagones, el hambre y el calor. Seguir presumiendo que la isla era el ombligo del mundo, que la Timba arrasaba el mercado internacional, cuando Paulito y su Élite tocaban en tugurios en Italia. Mientras aquí se tenía derecho a un solo pan, sin timba.
Descemer Bueno y Gente de Zona
Descemer Bueno y Gente de Zona
“Mi cabeza está vacía y yo no puedo más” (Descemer Bueno y Gente de Zona)
Según una fuente que pidió anonimato, el Ministerio de Cultura se encuentra al borde del cero presupuesto. Pero no falla el dinero para mandar a Miami a los artistas amaestrados y “apolíticos”.
El festival HabanaArte, que se celebra por estos días en la capital, es una pantalla para tapar el déficit. Los próximos meses, son de una incertidumbre aterradora para varias instituciones culturales.
Mientras tanto, la música sigue sonando. Todos sabemos que este barco se hunde. Creemos que todavía queda tiempo para seguir bailando. La cabeza está vacía y la Timba ahora se llama Cubatón.
“Déjame entrar, déjame entrar” Buena Fe
La memoria musical del exilio histórico se ancló en La Habana de los 50s y 60s. Los que llegaron después de 1980, aferraron la suya, también, a su visión de la isla que dejaron atrás. Quienes arribaron desde 1994, no comparten la herencia de los que llegaron en el 80. Mucho menos la música de los 60s.
Cada generación, en la emigración, es un país dentro de otro. A estas alturas ya es de ilusos soñar con un exilio unido, que diga no a las manipulaciones de un intercambio cultural que viene por un solo lado.
En Miami, teatros y centros nocturnos están invadidos por los heraldos culturales del régimen cubano.
La música es un modo de manipular al exilio desde Cuba.
Relacionado: Buena Fe o Mala fe 




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Descemer, el “apolítico”

El autor de Bailando, habla de política cuando le conviene, sobre todo ahora que vive en Cuba, hasta nuevo aviso
descemerbueno brazos abiertosLA HABANA, Cuba -Al condenar el embargo norteamericano en una entrevista para la putinesca televisora Rusia Today, el cantante y compositor Descemer Bueno se unió a la categoría de los artistas apolíticos solo para lo que les conviene.
No habría mucho que objetar a la postura del cantante si se hubiese limitado a las aristas humanitarias del problema, como por ejemplo, las dificultades para adquirir en los Estados Unidos los medicamentos para los enfermos de cáncer y Alzheimer. Pero el cantante, además de ese argumento, utilizó otros que resultan, al menos en su caso, ridículos.
Por ejemplo, afirmó Descemer Bueno que por culpa del embargo norteamericano su familia en la Habana Vieja no puede brindar a los que visitan su casa ni siquiera un vaso de jugo.
No se sabe a qué tipo de frutas para hacer el jugo se refería Descemer Bueno, si a peras o a manzanas californianas, porque si faltan los mangos, las guayabas o las naranjas, o si sus precios están por las nubes, no es precisamente por causa del embargo o el cambio climático, sino por la ineficacia de la planificación centralizada, la desidia y la ambición de los burócratas del Ministerio de la Agricultura y la mafia que crearon y orbita en torno a ellos.
Sabemos por experiencia propia que cuando llega una visita a un hogar cubano lo más probable es que no haya jugo que brindar, una taza de café y tal vez ni un vaso de agua fría, porque hace dos o tres días que no hay en las tuberías. Pero ese no debe ser el caso de la familia del exitoso Descemer Bueno. Si acaso es así, será porque bien tacaño es con los suyos, porque dinero de sobra tiene para que en su casa brinden a las visitas jugo, café o cerveza Bavaria, ya que escasea la Bucanero, supongo que también a causa del bloqueo yanqui.
En los años 90, Descemer Bueno, que era el bajista del grupo Temperamento, se fue al exterior, como tantos otros cubanos, huyendo del hambre y los apagones, en busca de mejores oportunidades. Lo acompañó la suerte y el talento para componer canciones pegajosas. Del grupo Yerba Buena pasó a componer canciones que interpretaron Juan Luis Guerra y Enrique Iglesias, entre otros. Y eso le reportó buenos dividendos. Por entonces, ni por asomo hablaba de política. Ni del embargo. Al menos en público.
Que no venga Descemer Bueno a hacernos cuentos del Periodo Especial. Nosotros, a diferencia de él, lo vivimos y sufrimos completo, de punta a cabo, aquí. Él vivió solamente una parte de ellos, no aguantó y puso pies en polvorosa, olvidado de las consignas que llamaban a resistir por la revolución y el socialismo.
Que haya regresado hace unos años para establecerse en Cuba, sea porque empezó a irle mal afuera o porque lo venció el sentimental gorrión, pero con dinero suficiente para vivir como Carmelina la del cuento y todavía mejor, no le confiere derecho para hablar a nombre de los cubanos de a pie, con hambre y los zapatos rotos.
En su entrevista con Rusia Today, como para quedar bien con Dios y con el Diablo, Descemer Bueno consideró que bastaba con admitir que parte de las penurias de los cubanos no se debe solo al “bloqueo”. Solo que atribuye esa parte de la culpa a Cuba, y no a la dictadura, como si fueran la misma cosa.
Suena bastante demagógico Descemer Bueno con declaraciones como estas. Pero supongo sea lo políticamente correcto, lo que se espera de él, lo más ventajoso para su carrera, que no olvidemos que ya no es desde México o Miami, sino desde Cuba. Al menos, hasta nuevo aviso.



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luicino2012@gmail.com


En busca de un angel

Que en Paz Descansen

miércoles, 17 de septiembre de 2014

Las dos caras del embargo

Por 52 años de ¨bloqueo¨, el régimen reclama a EE.UU. más de 100 mil millones de dólares. Pero, ¿cuánto han costado las guerras en el exterior, la Zafra de los 10 Millones, las escuelas al campo, los delirios científicos? ¿Cuánto las movilizaciones para la guerra imaginaria, la fuga interminable de talentos? Cuánto ha costado el auto embargo impuesto al pueblo cubano

2014-04-07-cuba_usa_flags_ap_imgLA HABANA, Cuba -Como ya se ha hecho habitual, el informe que presentará la delegación cubana a la próxima Asamblea General de Naciones Unidas, en octubre de 2014, centra su atención en el tema del embargo estadounidense, abundando en cifras y en los perjuicios que, según las autoridades, sufre la población de la Isla “en cada ámbito de la vida diaria”, por lo que “Cuba” pide su levantamiento inmediato.
El señor viceministro de Relaciones Exteriores, Abelardo Moreno –quien no muestra señales visibles de ese sufrimiento–, señaló en conferencia de prensa en La Habana, el pasado 9 de septiembre de 2014, que las sanciones impuestas al gobierno cubano desde medio siglo atrás han causado a nuestro país pérdidas por más de 100 mil millones de dólares. Esta “guerra y persecución financiera contra Cuba”, según expresó Moreno, ha hecho que se dejaran de percibir alrededor de 116. 800 millones de dólares desde el inicio del embargo (1962) y ha afectado tanto el comercio exterior de la Isla como las inversiones extranjeras.
Un cuidadoso desglose da cuenta de los “ingresos no percibidos”. Por ejemplo, el viceministro expuso que el veto a las exportaciones cubanas en Estados Unidos ha costado a Cuba 3.900 millones de dólares que se dejaron de percibir, y que si a la Isla se le permitiera colocar su café y tabaco en ese país, el presupuesto nacional ingresaría más de 205 millones de dólares adicionales. Dato curioso, habida cuenta que la producción cafetalera cubana está en franca fase de extinción, al punto que no resulta suficiente siquiera para cubrir la demanda nacional y los últimos años ha sido necesario importar ese producto. ¿Cómo podría, entonces, ser capaz de penetrar el mercado extranjero?
Tanquistas cubanos en la guerra de Angola
Tanquistas cubanos en la guerra de Angola
Otro aspecto del gemebundo informe aborda la cuestión cardinal del embargo, aquella donde las sanciones golpean con mayor fuerza al gobierno cubano: la imposibilidad de establecer operaciones en dólares, acceder a créditos o entablar relaciones con empresas que posean capital estadounidense. Las multas aplicadas por la administración Obama a las empresas extranjeras que han violado las leyes del embargo han hecho diana justo donde más le duele a la castrocracia: en las limitaciones a las inversiones extranjeras en la Isla, última carta que pretende jugar el gobierno para su propia sobrevivencia y beneficio.
El informe abunda en datos numéricos tan exactos que resultan sorprendentes para un país donde solo en los últimos cinco años la Contraloría General de la República ha detectado infinitas irregularidades en los registros contables en todas las ramas de la economía, con desfalcos millonarios que nadie sabe a dónde han ido a parar. No resulta coherente un récord tan estricto sobre las operaciones económicas en el exterior y el caótico manejo de la economía interna.
Por otra parte, ¿de dónde salen esas cifras “estadísticas” y cómo se calculan los daños? Cada año el informe gubernamental se ajusta rigurosamente a las fluctuaciones del valor del oro, pero ese mismo gobierno padece una incapacidad congénita para ajustar precios y salarios al interior del país. ¿Acaso operan en Cuba, además de dos monedas, dos matemáticas? ¿Funcionan dos sistemas contables, uno para el exterior y otro para los cubanos?
Los numerosos rostros del embargo
Tribuna antimperialista de la Habana, frente a la oficina de intereses de Estados Unidos
Tribuna antimperialista de la Habana, frente a la oficina de intereses de Estados Unidos
Un comentario sobre la referida conferencia de prensa, publicado el pasado 10 de septiembre por el Diario El País, citaba también “las consecuencias económicas del embargo sobre la prestación de servicios básicos gratuitos en las áreas de salud, educación y comunicaciones dentro de la Isla”, y señalaba que “un creciente sector de la comunidad cubano-americana pide el levantamiento de este conjunto de leyes, por considerar que durante los últimos cincuenta años han fortalecido políticamente al castrismo lejos de debilitarlo”.
Este último argumento resultaría suficientemente sólido solo si las condiciones sociopolíticas y económicas fuesen las mismas que una década atrás o si nos detuviéramos en hacernos una simple pregunta: si el embargo es fuente de fortaleza para un régimen cuyo capital político en su propio país es casi nulo, ¿qué interés tendría ese gobierno en que se eliminara?
Se precisa memoria histórica. En los años del protectorado soviético el embargo (bloqueo) era apenas una referencia en algún que otro discurso oficial. Una herramienta ideológica útil para justificar internamente las carencias y, hacia el exterior, un recurso para concitar la solidaridad. Así, a la sombra del “criminal bloqueo” se centralizó la economía cubana, se concentró el poder en manos de una elite y se coartaron las libertades de los cubanos. Cuba quedó cerrada al mundo por la voluntad de un régimen totalitario que fabricó el fantasma del enemigo externo, presto a invadirnos y a destruir la nación, para aplastar la voluntad popular. Visto así, ciertamente, el “embargo/bloqueo” fue de gran utilidad para el castrismo.
estadio Panamericano
Estadio de atletismo construido para los juegos Panamericanos
Sin embargo, el escenario actual es otro, y hoy –cuando la economía colapsó y las energías de los cubanos se vuelcan en la sobrevivencia y el escapismo, ajenos todos a los discursos políticos– la elite verde olivo necesita desesperadamente el levantamiento de las sanciones estadounidenses porque éstas asfixian sus aspiraciones de inversiones, mientras la era de los “protectorados” de regímenes aliados está tocando el final. El embargo tiene un efecto real sobre la economía castrista, y su levantamiento incondicional no traería sino el fortalecimiento económico del régimen.
Pero, también urge hablar del otro bloqueo, tangible y permanente, que es el que impone el propio gobierno a los cubanos.
Cifras desconocidas
Si el gobierno cubano quiere apelar a cifras, que así sea. Es saludable la contabilidad, siempre que ésta sea completamente transparente e incluya todo lo que nos interesa. Por ejemplo, los cubanos nunca hemos sabido cuánto nos han costado las guerras en el exterior –principalmente la de Angola–; cuánto los gigantescos planes económicos sin resultados –como la Zafra de los Diez Millones, los planes genéticos vacunos, las escuelas al campo, los internados (ya desmantelados), el Plan Alimentario–; las celebraciones de eventos deportivos con todas las labores constructivas e inversiones relacionadas –como los Juegos Panamericanos de 1991, en pleno “Período Especial” –; las continuas movilizaciones ideológicas –como la célebre “Batalla por Elián”, las “Tribunas Abiertas” semanales, las innumerables marchas que paralizaban el país, la “Tribuna Antiimperialista” con su “Monte de las banderas”, los túneles populares para defendernos de una guerra imaginaria, entre otras.
Cartel en contra del embargo
Carteles apelando al cese del embargo pueblan La Habana
No olvidar incluir en la lista los delirios científicos que llevaron a la creación de una inoperante y gigantesca Academia de Ciencias, un Centro de Inmuno-ensayos, un Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, una colosal y ya desaparecida Biblioteca de Información Científico Técnica (“la mayor de Latinoamérica”).
Sería saludable saber cuánto perdemos los cubanos por el gravamen que impone el Banco Central de Cuba a las remesas enviadas por los familiares desde el exterior, o cuánto pierden los cuentapropistas por concepto de prohibiciones de ventas, por los impuestos leoninos, por la persecución y hostilidad de las autoridades. Cuánto nos asfixian las regulaciones aduanales, cuánto dejamos de ingresar por los inmorales decomisos; cuánto por los bajísimos salarios.
De existir un informe contra el embargo/bloqueo del gobierno cubano contra su pueblo, sería interminable. Pero en particular, habría que poner en cifras todo lo que hemos perdido por concepto de emigración, ese rubro “intangible” que incluye el sufrimiento de las familias, la pérdida de vidas en el mar, la fuga interminable de talentos y fuerza de trabajo. Podrían añadirse muchísimos elementos más a este inexistente registro contable que no se ha presentado jamás en ninguna rueda de prensa y que al parecer no han considerado oportuno los solidarios del régimen y los anti-embargo más radicales. Por mi parte, me declaro opuesta a los embargos en plural, que es decir, a todos los embargos… Siempre que empecemos desmontando el que tenemos en casa




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