viernes, 27 de mayo de 2011

El Vaticano cambia la cara de la Iglesia cubana

Por Alfredo M. Cepero

Con dos milenios de experiencia, la diplomacia vaticana es la más eficiente del mundo. Cambia de actores y de procedimientos según las demandas de los tiempos. Las que nunca han cambiado han sido sus metas. Sus metas tradicionales han sido la promoción de sus intereses y la preservación de su influencia, aún a costa de ignorar muchas veces su sagrada misión pastoral. La historia es tan rica en ejemplos—entre los que destacan la hostilidad hacia nuestros mambises y el silencio ante el holocausto judío—que no caeremos en la tentación de enumerarlos para no desviarnos del tema central de este trabajo.

Ese tema no es otro que la resurrección del Padre José Conrado Rodríguez como vocero de la Iglesia Católica Cubana en la lucha por la libertad y los derechos humanos en nuestra patria. Este es el mismo sacerdote que, en febrero del 2009, dirigió una carta a Raúl Castro donde le dijo: “Tenemos que tener la enorme valentía de reconocer que en nuestra patria hay una violación constante y no justificable de los derechos humanos”. Y mas adelante le recuerda la frase de Martí a Máximo Gómez, donde el primero le dijo al segundo: “No se funda un pueblo, general, como se manda un campamento”.

¡Bravo este curita de pueblo que sacó la cara para salvar la honra de una jerarquía minada en parte por la corrupción y por la cobardía! Valiente y elocuente documento de un patriota de cuerpo entero guiado seguramente por el espíritu del Padre Varela y las enseñanzas de su mentor y maestro el Arzobispo Pedro Meurice. Su premio, como el de Varela, el destierro de la patria de sus amores y el regaño de la curia romana. Porque este fue un destierro que no podemos achacar a los Castro sino al Vaticano. Su justa rebeldía era anatema para una Iglesia empecinada en preservar privilegios y sus declaraciones ponían en peligro la gestión siempre apaciguadora del Cardenal Ortega.

El mismo Jaime Ortega que, a pesar de haber sido víctima y testigo de las humillaciones y los horrores de la UMAP, ha ignorado la opresión de su pueblo y optado por ponerse al servicio de los tiranos durante los 30 años de su desempeño como Arzobispo de la Habana. El mismo Ortega que no se acordó de los presos políticos hasta que no se lo ordenó la tiranía en un circo mediático encaminado a ganar apoyo internacional para el régimen, a neutralizar el heroísmo de nuestros opositores internos y a debilitar el testimonio de rebeldía de nuestras Damas de Blanco.

El mismo Ortega que pidió a la nación que rezara por la recuperación del “presidente Castro”, cuando el tiranosaurio se hallaba al borde de la tumba y el pueblo vislumbraba ya su añorado amanecer de libertad. El mismo Ortega que mantuvo estrecho contacto con los socialistas españoles apologistas de los Castro, visitó el Departamento de Estado en Washington e intercedió recientemente ante la Unión Europea como mensajero y promotor de la satrapía que martiriza a nuestro pueblo.



Padre José Conrado

Quienes conocemos la naturaleza diabólica del comunismo y hemos sufrido las tentaciones, intimidaciones y traiciones que conlleva una larga vida no podemos evitar hacernos dos preguntas para las que nadie, hasta ahora, ha tenido respuestas. ¿Qué le debe Ortega al régimen o que le sabe el régimen a Ortega para que este hombre de Dios haya olvidado su obligación de pastor y se haya arrodillado por más de treinta años ante los hijos del Diablo? ¿Ha actuado Ortega por iniciativa propia o siguiendo instrucciones del Vaticano? Me temo que las respuestas a estas preguntas tendrán que esperar a un cambio de régimen y a las revelaciones que, en su momento, nos harán los archivos de la Seguridad del Estado.

Mientras tanto, y para desgracia y dolor de los católicos cubanos, Ortega no ha estado solo en su elogio y apoyo al régimen comunista. Respondiendo a presiones del régimen fue clausurada la Revista Vitral fundada por el Obispo de Pinar del Río José Siro González y dirigida por Dagoberto Valdés. En un gesto de acercamiento a la tiranía el Vaticano mandó a la Habana a su Secretario de Estado, Tarsicio Bertone, quién tuvo el descaro de pedir el levantamiento del “bloqueo” norteamericano sin mencionar siquiera el drama de nuestros presos políticos o las violaciones de los derechos humanos.

Y el Beato Juan Pablo II, el Papa que se enfrentó a los comunistas en su nativa Polonia, no mostró la misma energía para enfrentarse a los comunistas que oprimen al pueblo de Cuba. En el avión que lo conducía a Cuba el 21 de enero de 1998, en conversación informal con los periodistas y consultado respecto de su pensamiento sobre el Che Guevara, el Papa dijo textualmente: "Se encuentra ante el Tribunal del Señor, de Dios. Dejemos a Él, al Señor nuestro, el juicio sobre sus méritos. Ciertamente, yo estoy convencido de que quería servir a los pobres".

Ahora bien, en los trece años transcurridos desde esas declaraciones las cosas han cambiado de manera radical en el mundo y, por ende, en el infierno de los hermanos Castro. A nivel nacional, la inmolación de Orlando Zapata y la valiente denuncia de su madre Reina Luisa Tamayo, la lucha heroica de las Damas de Blanco, la fragilidad del tiranosaurio mayor, la incapacidad de los nuevos jerarcas y el peligro de una juventud que parece haber perdido el miedo.

A nivel global, las rebeliones frente a otras tiranías, la renuencia de las izquierdas a ser identificadas con la satrapía cubana y el avance de los medios sociales de comunicación. Todo indica que el régimen se derrumba bajo el peso de sus ineptitudes y de sus injusticias. Y la curia romana se apresura a abandonar el barco y a cambiar la cara que la representa en la Habana. Sacan por la puerta trasera al aristócrata Jaime Ortega nombrándolo para un alto cargo en la Comisión Pontificia para América Latina y entran por la puerta grande al curita mambí José Conrado Rodríguez con el objeto de reclamar para la Iglesia un lugar en el banquete de nuestra cercana liberación.

Y todo se ha hecho con la elegancia y la destreza de la diplomacia vaticana. Enviaron a José Conrado a un prolongado periplo de tres meses que lo llevó al Vaticano, a Polonia, a Lituania, a España y a los Estados Unidos, con la obligatoria escala en Miami, hervidero de frustración y antagonismo hacia la inercia de la jerarquía eclesiástica cubana. Y, una vez en Miami, ningún medio más indicado que el Miami Herald para presentar sus credenciales.


Jaime Ortega

En una entrevista exclusiva para ese diario, que aparece reproducida en este número de La Nueva Nación, hace críticas veladas a la conducta del Cardenal Ortega. Mostró, por ejemplo, inconformidad con el procedimiento de excarcelación con destierro para muchos presos del Grupo de los 75. Y ya en una forma directa dijo que el reciente espacio ganado por la Iglesia solo sirve “para decir cosas que no afectan al régimen”.

Aquel que crea que estas declaraciones son un error o una temeridad de un joven sacerdote no conoce la disciplina casi militar a la que están sujetos los miembros del clero. José Conrado está actuando con el estímulo o por lo menos el consentimiento expreso de la curia romana que ahora lo contempla como su tabla de salvación ante el naufragio que se avecina del régimen que hasta ayer fuera su aliado por pura razón de intereses. La Iglesia Cubana ya tiene una nueva cara y su nombre es Jose Conrado Rodríguez. ¡Que Dios lo ilumine para mayor gloria de nuestra Iglesia y de nuestra patria!


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miércoles, 25 de mayo de 2011

Pedro Pablo Oliva: Creo que Fidelidad a la Patria no es Fidelidad a un Partido.

A raíz de que fuera revocado como delegado a la Asamblea Provincial del Poder Popular en Pinar del Río.

Les confieso que no hubiera querido hablar nunca de estas cosas. Han sido y son demasiado fuertes para tenerlas presente en mi memoria. Quisiera borrarlas. Si lo hago es porque algunos amigos me han pedido que no me quede callado y porque las cosas comenzaron a tomar un giro que me obliga a comunicarlas. Creo hoy que es lo mejor.

Amo mi país. Quienes me conocen saben que no es palabra dicha en falso. Preferí quedarme en mi sitio, ese que me vio empinar papalotes y recoger romerillos y que tanto necesitaba de un soplo nuevo y una visión diferente de las cosas. Vengo del mundo de la creación artística y el pensamiento. No acostumbramos los artistas a quedarnos anclados en el terreno de lo que nos dicen, indagamos y vamos en busca de otra explicación del mundo y nos parece mucho más convincente un árbol repleto de flores que la demagogia de un funcionario.

No dejamos nunca de cuestionarnos la realidad y transformarla, aún cuando nos digan ingenuos y desinformados. Cuando hace unos cuantos años se me preguntó si estaba dispuesto a formar parte de la Asamblea Provincial del Poder Popular como Delegado y dije que sí, lo hice porque me pareció oportuno participar, en el contexto de la provincia, ayudando no solo con mi proyecto de la Casa Taller y con mi trabajo como creador, sino también con mi modesto criterio para contribuir al mejoramiento en la esfera de la cultura.

Por otra parte, pensé que era extraordinario conocer más de cerca el funcionamiento de un órgano que tenía vínculos más estrechos con el hombre cotidiano. La realidad siempre será mucho más que lo que puede decir la prensa o la televisión. La verdad que creemos palpable a veces puede resultar otra verdad. Cuando se me citó para informarme sobre la denuncia que un delegado había presentado en mi contra con el criterio de que ya no poseía las condiciones necesarias, por las cuales fui elegido y que solicitaba se me evaluara para la separación de esa responsabilidad, confieso que nada me tomó por sorpresa.

Una serie de acontecimientos donde quedó involucrada la Casa Taller, desencadenó con el tiempo la carta que escribí a Yoani Sánchez y que fue publicada en su blog con mi aprobación. Considero hoy que aquellos sucesos fueron mal manejados por las instituciones públicas. El empleo de métodos violentos nunca sirvió ni servirá para aplacar nada en el mundo de las ideas (les remito a la Declaración de la Casa Taller publicada en su sitio www.casatalleroliva.org).

También había concedido una entrevista para el programa radial de Miami “La noche se mueve”, dirigida por Edmundo García, quien ha realizado frecuentemente entrevistas en la isla a otros intelectuales cubanos. Mis palabras expresadas en ambos sitios infringían o contradecían los estatutos ideológicos y el código de ética, por el cual se rige la estructura de gobierno, firmado por mí al asumir mi responsabilidad en el Poder Popular. Es por eso, que estuve de acuerdo con el delegado que hizo la denuncia.

Busco como todo ser humano que ama su país, una sociedad mejor, pero esa búsqueda no siempre tiene que coincidir con las ideas de un partido. No idealizo ninguna sociedad. No soy ciego, en las que he vivido, he palpado que las diferencias sociales acentúan la pobreza. La nuestra no ha cesado de tener sus remiendos cada cierto tiempo. Todas están ahí para mejorarlas con la crítica o el cuestionamiento.

Se me acusa, entre otras cosas, haber hecho públicos mis pensamientos en el “terreno de la disidencia”. No temo a ningún espacio. Por otra parte estoy convencido que ningún órgano de prensa oficial, ni periódico, ni radio, ni televisión, ni sitio web hubiese publicado mis palabras, aún cuando asumiera mi total responsabilidad. En todo caso, participar con ideas en otros espacios de debate no implica, en modo alguno, pensamientos semejantes. Se me cuestiona también el mantener relaciones de amistad con ciertos “elementos contrarrevolucionarios”. Los amigos los escojo yo.

La gente que me conoce sabe que lo mismo converso con un convencido comunista que con un liberal, una vendedora de dulces sin interés en la política, un jubilado, un maestro, un buquenque o el llamado agente Robin. No discrimino filiaciones políticas en mis relaciones con los demás. Siempre he agradecido a un proceso social llamado Revolución y al cual, lo digo en la entrevista radial, le debo haberme podido formar como creador. Pero soy un hombre que no se queda callado ante lo que considera errado.

Quiero dejar algunas cosas claras porque también sé lidiar con la estrechez de pensamiento y las manipulaciones. No me paga la CIA, no me sostiene la Fundación Cubano Americana, ni ninguna otra, ni las embajadas Polaca y Checa con las que tengo las mejores relaciones culturales en un clima de respeto. Lo que poseo lo he logrado a fuerza de trabajo. Duro ha sido no haber perdido la lengua en estos años. Las sociedades donde todo el mundo piensa igual, sobre todo en terrenos tan polémicos como la política o la ideología, no existen, y qué bueno. La inmovilidad de pensamiento es el cáncer de los procesos sociales.

Los que me conocen del mundo artístico saben que siempre opté por la obra crítica porque me parecía que la primera función del arte era ayudar a mejorar la sociedad con el cuestionamiento o la denuncia. Eso me llevó a asumir unas veces el espíritu de un sociólogo, o de un psicólogo, y otras simplemente, el análisis del hombre-artista enfrentado a su tiempo. Dejar constancia de mi época fue el principio y fin de mi trabajo, recoger parte del estado espiritual de los años que me tocó vivir. Todo material de pensamiento sobre Cuba es de mi interés, sea publicado dentro o fuera del país. Me gusta leer a quien piensa diferente.

La isla hace rato que no termina en sus bordes. Vivo en un país marcado cada día por gente obsesionada con partir a cualquier sitio. No es ese el país que soñé. Sé que el presidente de la nación está haciendo esfuerzos por organizar nuestra maltrecha economía, titánica labor, pero aún más lo será intentar unificar la nación espiritualmente. Ha sido mucho el desgarramiento. Pero eso sí, tengo el derecho a no estar de acuerdo con un método u otro. Tengo el derecho a la duda.

La comisión de ética creada para valorar la denuncia contra mí, determinó que me había pasado a “las filas de la disidencia”, en los términos que políticamente se valora en el país. Los demás delegados y hasta el presidente de la Asamblea Provincial del Poder Popular aprobaron no solo la calificación de “disidente” y “contrarrevolucionario” sino que aportaron, entre muchas, la de traidor a la Patria y hasta anexionista, expresiones que no había escuchado ni para los más radicales opositores. Me niego a aceptar esas acusaciones por el solo hecho de haber expresado mis ideas.

Tomamos la difícil decisión de cerrar la Casa Taller, porque la dirección del Poder Popular, consideró que el proyecto se había desviado de los objetivos culturales por los cuales fue fundado. Como si la cultura no fuese pensamiento, lucha y contradicciones. Este hombre al que hoy le han colocado el traje de “disidente” o “contrarrevolucionario” no tiene ninguna intención de partir de este país. Esta tierra nos pertenece a todos por un derecho que no lo otorga un partido.

Creo que fidelidad a la Patria no es fidelidad a un partido. Un partido es una propuesta social, y la Patria guarda en sí el pensamiento y el corazón de todos. Seguiré soñando con un país mejor, derecho que tengo como ser humano. Aquí me quedo, esta es mi tierra y mi gente. Los conflictos del país, económicos, espirituales y políticos, tendrán que ser resueltos por nosotros los cubanos. Los que vivimos dentro y fuera, con nadie más. Duermo hoy tranquilo, mañana volveré a coger mis pinceles.

Pinar del Río: El pintor Pedro Pablo Oliva, expulsado del Poder Popular

Posteado por: "Comité Pro Libertad de Presos Políticos Cubanos"

martes, 24 de mayo de 2011

MISERIA

Información desde la mesa de trabajo de Martha Beatriz Roque Cabello en La Habana




Por: Martha Beatriz Roque Cabello

La crítica situación social de una niña de tres años con tuberculosis, fue divulgada a través del blog de la Red Cubana de Comunicadores Comunitarios. Un alma caritativa que leyó el caso, decidió ponerse en contacto con la familia y enviarle 50 dólares para aliviar su infortunio. Nunca antes ellos habían tenido acceso a moneda convertible (cuc) y lo primero que decidieron fue comprarle a la niña un refresco de lata, porque en la vida lo había podido tomar. ¿De cuántas cosas más se ha visto privada esta criatura?

Un hombre –de la raza negra- mutilado de una pierna, sin residencia fija, fue acogido por los vecinos de un edificio en su pasillo interior, le facilitaron una especie de catre, una sábana y allí pernocta; come lo que algunos le brindan. ¿Podrá pensar en el futuro?

Un anciano que recibió una ayuda en alimentos de Cuba Corps, una organización de Miami, que tiene personas jóvenes en las comunidades entregando este tipo de asistencia, se agachó para besarle los pies a la muchacha que le entregó la pequeña canasta, consistente en: spaghetti, salsa de tomate, unos trozos de pollo, un poco de arroz, etc. Según el anciano, hacía varios días que no tenía algo para comer. ¿Qué se hará cuando desaparezca la libreta de racionamiento?

¡Sin dinero! ¡Sin vivienda! ¡Sin comida!, pero peor aún sin solución y sin esperanzas. Y no es que sea Cuba el único país del mundo en que suceden estas cosas, hay muchísimos otros en varios continentes que pasan por situaciones similares o peores; pero sus gobiernos no proclaman a todas voces tener el régimen más equitativo y democrático del mundo, basado en la justicia social. Pero… ¿justicia social para quiénes?

Solo los que están alrededor de la cúpula, los que se adaptan al juego de los gobernantes y que padecen de una miseria mayor que la que antes se relataba, una miseria de espíritu, porque son portadores de la avaricia, la mezquindad y la parsimonia, que le permite a la dictadura mantenerse al mando. Es un estrato social que vive chupándole la sangre al pueblo cubano, gracias a la desidia de los que detentan el poder, que les aprueba la corrupción, el robo, el maltrato y la falta de preocupación por los deberes sociales que tienen como dirigentes.

Hay una idea filosófica que plantea: “el hombre piensa como vive”, por consiguiente los que apoyan al sistema, que viven bien dentro de la estrechez y la falta de lo necesario para el sustento que tiene el resto de los cubanos, especulan que son ricos. Si se ve de forma relativa es cierto, pero un análisis más absoluto indica que ocupan las viviendas que dejaron los exiliados y los que fueron saqueados por el gobierno a principio de los años 60 del siglo pasado; se conforman con utilizar los carros del Estado, porque muchos no tienen ni auto propio y cuando logran atesorar unos cuantos cuc, piensan con mente estrecha en comprar aceite y puré de tomate.

Todo este terreno que ya está ocupado por una especie de élite que es la que “supuestamente” apoya la dictadura, no permite que los que vienen atrás se abran paso en la “vida” que es como se define la que viven los personajes que pueden darse algunos lujos que la mayoría del pueblo no está en condiciones de acceder, para el resto, el diario afán de sostenerse “no es vida”.

El ser social dentro de este tejido que está totalmente enfermo, no ha sido capaz de encontrar un camino que lo conduzca hacia el reclamo de sus derechos; pero esto no quiere decir que esta masa que está dormida no despierte en un momento determinado de la historia.

La miseria material es un mal que se ha generalizado en el país, sobre todo para el interior de la isla y en especial en los municipios que no están cerca de la cabecera de las provincias, pero más atormentados deberán sentirse los que padecen de la miseria espiritual. Esos que son capaces de golpear a sus conciudadanos por mantener una posición que para cualquier trabajador promedio en el mundo democrático sería indigna.

Hay que ver los videos en los que las “turbas” están denigrando de los disidentes, la mayoría está mal vestido, quizás sin almorzar o comer, y sin embargo se prestan para dar gritos groseros y muchas veces obscenos a sus compatriotas. ¿No significa esto una gran miseria de alma?

Si bien es cierto que los que hoy pasan hambre y necesidades de todo tipo, en una Cuba democrática tendrán que adaptarse a las nuevas condiciones, esto les será fácil; los que no podrán nunca perdonarse su actitud ante sus coterráneos son los miserables que se han prestado al juego de la dictadura que ha oprimido por más de 52 años a este pueblo.

Victor Hugo -figura destacada del romanticismo francés- se quedó corto al expresar su indignación por las injusticias sociales y el sufrimiento en su época, tendría que haber escrito “Los Miserables” aquí en Cuba, en la actualidad.


Posteado por: Comité Pro Libertad de Presos Políticos Cubanos"

EL SOCIALISMO NO EXISTE

Por: Arnaldo Ramos Lauzurique.

Tratando de salvar una satrapía inoperante y llena de remiendos, el heredero y su grupito concibieron un engendro que denominaron “actualización del modelo cubano”, sin tener en cuenta que no existe tal modelo y que por tanto no hay nada que actualizar.

Las piedras angulares de la tal actualización son: La entrega en usufructo de tierras ociosas, sin que los usufructuarios pudieran disponer libremente de éstas, ni del producto de las mismas; reducción de las plantillas infladas o “ proceso de disponibilidad laboral”; mejora del balance financiero externo a costa de reducir drásticamente las importaciones necesarias, apoyándose en intentos poco probables de sustitución de éstas; reducción de los gastos del Estado deshaciendo antiguos andamiajes como la libreta de racionamiento y las gratuidades “indebidas”, porque las “debidas”, es decir, las de ese grupo élite continuarán; y lo que constituye el pivote de toda esa concepción, que es el incremento del trabajo no estatal y en especial las labores por cuenta propia, pero sin brindar los recursos necesarios y con una carga impositiva redoblada.

Esa minoría rectora discapacitada concibió que en los próximos 5 años, tales medidas, pudieran permitir que el trabajo privado ocupara la tercera parte de la fuerza laboral activa y lograra incrementar la productividad del trabajo en un 5%.

Para comenzar se previó que en el primer trimestre de 2011 la reducción de plantillas alcanzara a medio millón de trabajadores, que se incorporarían al trabajo por cuenta propia, pero las cosas comenzaron mal desde la arrancada.

El 21 de mayo el diario Granma anunció que al concluir el mes de abril el trabajo por cuenta propia alcanzaba a 309 728 persona, siendo su progresión en los últimos 10 años, la siguiente:

Cantidad

2002 141 300

2005 170 500

2009 143 800

2010 157 371

2011(hasta el 30 de abril) 309 728

También señaló Granma, que desde que se inició el proceso de reducción de plantillas en el sector estatal, en octubre de 2010, esa forma de trabajo se había incrementado en 221 839 personas, lo cual está muy lejos del medio millón previsto inicialmente para el cierre del primer trimestre del año.

No se brindaron cifras en esa ocasión acerca de cuantos de los trabajadores estatales despedidos, se incorporaron a ese tipo de labor, pero si se toma como válido el 16% que corresponde tanto a las licencias otorgadas , como a la que están en trámite, ascendería a unos 35 494, apenas el 7,1% de lo inicialmente previsto.

En la información publicada sobre la reunión del Consejo de Ministros, celebrada el 15 de mayo, se intentó dar una explicación muy simple de ese fracaso, expresando que “…se demostró la insuficiente preparación inicial de la base.” Y que además hubo dilación excesiva en los trámites, pero la verdadera explicación estuvo en el atraso en el cronograma de ejecución del proceso de disponibilidad laboral, que se ha desplazado y aún no se han informado los nuevos plazos.

En realidad, aunque son ciertas esas explicaciones, la razón fundamental es que se trata de un conjunto de medidas mal concebidas, contenidas en unos Lineamientos inoperantes, correspondientes a una estrategia absurda, que pretende resolver los problemas que han creado los mismos incapaces que ahora la adoptan.

Pretender que el país salga de la crisis estructural en que se encuentra, sin una amplia apertura hacia una economía de mercado, con un acceso amplio a créditos externos; la participación sin cortapisas de inversiones extranjeras directas, posibilidades sin restricciones a la actividad privada, tanto a pequeña como a gran escala; la entrega de la tierra en propiedad, sin limitaciones en su uso; el comercio libre de productos agrícolas e industriales; y todas las medidas implícitas en una economía de mercado, es un deseo senil del Consejo de Ancianos que aún mal dirige al país y han están tratando de entretener a la población con viejos métodos camuflados de novedades, que no engañan a nadie.

Les aterroriza por igual la economía de mercado y el llamado socialismo de mercado aplicado en China, el primero porque significa su desplazamiento inmediato del poder y el segundo porque significaría una limitación de su poder absoluto en el corto plazo, sin otra perspectiva que su fin posterior.

En realidad el Socialismo de Mercado no es un régimen social, sino la dictadura de una clase parasitaria, que explota desde sus posiciones políticas a una sociedad en la que impera un capitalismo salvaje, en la que se manifiesta la corrupción, la desigualdad y la inconformidad creciente, y donde siempre está latente una explosión social. Esa mezcla candente le ha permitido a China lograr un crecimiento económico y capear la situación, pero en Cuba la situación imperante ya ha pasado del estancamiento a un retroceso constante e indetenible.

Al llamado Socialismo nada lo salva, pero el engendro cubano tiene su fin ya muy cercano, porque sus bases económicas no existen.

Adiós Raúl Castro y EPD Fidel Castro, si puede.

La Habana, 23 de mayo de 2011

Posteado por: "Comité Pro Libertad de Presos políticos Cubanos"