lunes, 31 de diciembre de 2012

Anotaciones en torno a 2012



 | Por Ernesto Santana Zaldívar
LA HABANA, Cuba, diciembre, www.cubanet.org -Aunque este solsticio del 21 ha atraído la atención y la imaginación de muchos también en Cuba, la verdad es que importa mucho más lo que ha ocurrido a lo largo del año. Y no por los acontecimientos cósmicos supuestos y reales que se relacionan con el año 2012, sino por lo que ha ocurrido en el país durante este tiempo. Si los primeros meses estuvieron teñidos por la visita del Papa y lo ocurrido en torno a ella, la segunda mitad de año ha sido más trepidante. La sospechosa muerte de Oswaldo Payá en julio lo marcó todo y es una sombra que flota sobre las constantes olas represivas que quieren detener la empecinada marea de la oposición.
Para colmo, en octubre, el huracán Sandy llegó a asolar varias provincias orientales, principalmente Santiago de Cuba, que tardará mucho tiempo en sentir verdadero alivio por los muchos males que quedaron tras la catástrofe y que se suman al hecho de que esa una de las provincias más afectadas ya en la realidad cotidiana por los desastres de la economía del país.
Resulta fascinante y espantoso al mismo tiempo cómo estamos viviendo los engranajes íntimos de eso que llaman historia, de esa monstruosa máquina de sucesos cuyo combustible es la sangre, el llanto y el sudor de nuestra vida única. Sucesos que tienen lugar en las cárceles, en las estaciones de policía, en las calles, en las casas. Por todo el país. Aunque muchísima gente no se entera, ocurren día y noche, cada día y cada noche. Aunque muchísima gente no se entere, esos sucesos están en plena consonancia con la vida real que debe enfrentar esa muchísima gente, esa mayoría silenciosa, que de algo sí se ha enterado: sea cuando haya sido la fecha de fallecimiento del Gran Sueño, la Gran Mentira que se escondía tras él está brillando hoy en todo su miserable esplendor.
El eclipse mediático de Fidel Castro desvela la soledad de los Viejos de la Montaña, revela su final terror y su autismo a ultranza que quiere disfrazarse de actualización e intenta acallar la boca de la realidad a patadas. Sus pandillas se vuelven frenéticas y desnudan la brutalidad última del proyecto de poder. Y, sin embargo, crece el número de los que no renuncian a la esperanza y a la acción cívica, aun si parecen absurdas, porque son atributos absolutamente humanos, de la más humana naturaleza, y porque son la fuerza más genuina con que se puede enfrentar un despotismo cuya principal condición no es ser deshumanizado, sino ser deshumanizador. Ya Bujarin hablaba de que, tras una campaña de terror estalinista, la peor consecuencia eran “los profundos cambios psicológicos de los comunistas que, en vez de perder la razón, pasaron a ser burócratas profesionales para quienes el terror era ya un método normal de gobierno y una elevada virtud obedecer cualquier orden emanada desde arriba”, e insistía en la ocurrencia de una “autentica deshumanización de la gente que trabaja en el aparato soviético”.
En medio de una situación tan grave como la que vivimos, tenemos que aprender a leer lo que puede enseñarnos cada pequeño acontecimiento del entramado general, cada simple oración del texto que estamos viviendo. Los hechos que cubrieron casi todo el mes de noviembre, comenzando con la detención de Yaremis Flores y terminando con la liberación de Antonio Rodiles, por ejemplo, puede servir para intentar conclusiones, que pueden ser diversas, pero que no pueden negar algunas evidencias.
La firme unidad de opositores y activistas rindió frutos, sin duda alguna. El proyecto Estado de SATS salió moralmente fortalecido, y con él la joven disidencia. Los represores demostraron, además de su flaqueza ética, su debilidad legal. Aunque lo intentaron, no pudieron sacar de la escena y meter en prisión a Antonio Rodiles, única manera que concibieron para dar al traste con su proyecto, y ni siquiera pudieron detener los encuentros durante el tiempo en que se encontraba detenido. Si algo consiguieron fue reforzar su liderazgo no solo al frente de Estado de SATS, sino también entre los que encabezan de la Demanda Ciudadana por Otra Cuba.
Poco después de la liberación de Rodiles, se reunió en su casa un grupo de colaboradores y amigos y se aprovechó la ocasión para entregar el premio Tolerancia Plus al padre José Conrado. Este sacerdote, reconocido defensor de la sociedad civil sin discrepancia con su labor pastoral, llamó a no permitir la humillación y la represión y recordó cómo Oswaldo Payá, que jamás dejó de luchar, jamás se permitió tampoco el odio, y nos recordó lo que habló José Martí sobre la cierta cantidad de decoro que el mundo necesita tanto como cierta cantidad de luz, de manera que a veces el decoro de muchos hombres debe ir solo en unos pocos.
La inauguración del Festival Poesía Sin Fin en el espacio de Estado de SATS, el Día Internacional de los Derechos Humanos, fue un evento más que afortunado, más que regocijante y exitoso. Unos días antes se había inaugurado en El Vedado el Foro del Comité Ciudadano para la Integración Racial y el opositor Manuel Cuesta Morúa se refirió a “este clima represivo que está rodeando todos los intentos de la sociedad civil cubana”, que poco después lo llevaría a él y a otros asistentes y organizadores del Foro a los calabozos.
“Desafortunadamente”, dijo Cuesta Morúa, “el gobierno cubano parece que va a estar haciendo exactamente lo mismo hasta el día antes del cambio que va a haber en este país”.


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"Hombres nuevos" ,,,y baratos


LA HABANA, Cuba, diciembre, www.cubanet.org -En su alegato y promesa al pueblo de Cuba que intituló La Historia me absolverá, Fidel Castro escribió en 1953: “Ningún maestro debe ganar menos de doscientos pesos, como ningún profesor de segunda enseñanza debe ganar menos de trescientos cincuenta, si queremos que se dediquen enteramente a su elevada misión, sin tener que vivir asediados por toda clase de mezquinas privaciones”.
La unidad monetaria nacional tenía en aquella época un valor idéntico al de la divisa estadounidense, y si no perdemos de vista que cada dólar de los años cincuenta, por su poder adquisitivo, equivale a unos ocho de los actuales, entonces basta una sencilla multiplicación para comprender que, sólo para mantener el nivel de vida prometido por quien después se convirtió en Máximo Líder, un maestro primario cubano debería ganar hoy unos mil seiscientos dólares mensuales…
Como se sabe, los salarios que devengan en la actualidad esos trabajadores intelectuales equivalen a… ¡menos del dos por ciento de esa suma! Aquellos generosos ofrecimientos quedaron en letra muerta porque la promesa nunca se cumplió. Hoy existe una alarmante falta de docentes en toda la Isla, déficit que se ha tratado de cubrir con jóvenes improvisados, carentes de vocación —los llamados “maestros emergentes”—, que han hecho descender de modo alarmante la calidad de la enseñanza en nuestro Archipiélago.
Salarios análogos devengan los representantes de diversos oficios que, como consecuencia de ello, se encuentran en vías de extinción. Algo similar sucede con algunas profesiones —incluso médicos, abogados, ingenieros— cuyos miembros, aunque pueden percibir ingresos algo superiores, las abandonan para dedicarse a actividades más lucrativas, como cargar maletas o servir mesas, ya sea en el extranjero —si logran emigrar— o en la misma Cuba.
Los propagandistas del régimen expresan gran indignación por lo que denominan “robo internacional de cerebros”. Pero esa ira sólo se dirige a los profesionales que, al trabajar en otros países, lo hacen fuera del control de las autoridades castristas. Si se trata de especialistas cuyos opulentos salarios extranjeros son pagados directamente al régimen cubano (que se queda con la parte del león y pasa a los técnicos una modesta mesada), entonces ya no se habla de robo, sino de “internacionalismo”.
Tampoco existe preocupación alguna cuando un profesional que no puede viajar al extranjero, desesperado por sus magros ingresos, el exceso de trabajo y las pésimas condiciones, deja de ejercer su carrera para desempeñarse como maletero, dependiente o vendedor de maní. Este despilfarro interno de talento —que constituye una triste realidad en la Cuba de hoy— no despierta la menor preocupación en los actuales jerarcas de La Habana.
Mientras tanto, ahora se autorizan pequeños negocios, como los que durante tantos decenios fueron perseguidos y reprimidos. La condición fundamental que deben llenar para ser permitidos es mantener su pequeñez, como virtuales bonsáis. La política tributaria está concebida con ese fin, pues nadie debe incurrir en lo que el régimen considera un grave delito: enriquecerse. No en balde quienes tienen una vida por delante aspiran a emigrar, sin importar mucho a dónde.
Si hoy en día el peor par de zapatos cuesta doce dólares (más de medio sueldo mensual) y si un litro de aceite vegetal de baja calidad vale 2.40 dólares (un octavo del salario medio), entonces, ¿quién se asombrará porque la paga no baste ni remotamente para enfrentar los gastos corrientes de casa, comida, pareja, hijos, ropa, calzado, aseo, transporte, medicinas, agua, gas, electricidad, teléfono, reparaciones, esparcimiento, o cualquier otra cosa que pueda presentarse!
Como regla, esos salarios, prestaciones o ganancias no rebasan el límite internacional de pobreza; o sea, un dólar diario. Esto ha determinado que, según el recién concluido censo, la población cubana haya mermado en vez de aumentar. Esto sólo había sucedido en Cuba cuando la Reconcentración, aplicada por el capitán general español Valeriano Weyler durante la Guerra de Independencia, a fines del siglo XIX.
El problema consiste en que las parejas cubanas evitan hoy por todos los medios tener unos hijos que, con una economía que es puramente simbólica, les resulta imposible atender de manera apropiada. Si esto afectara sólo a los humanos, tal vez el gobierno, guiándose por su concepto de que lo más importante son la Patria y “la Revolución”, estaría justificado ante sus propios ojos por no prestarle mucha atención.
Pero es que también afecta de manera muy profunda al país, tanto en su presente como en su futuro, porque ante esa sombría realidad económica desaparecen la creatividad y el interés por los estudios o la superación. Se pierde el interés por el trabajo, la puntualidad y el cumplimiento o la alta productividad, al hacerse evidente que el esfuerzo y el sacrificio no van a reportarle nada a nadie.
Martí señaló muy acertadamente: “Se necesita ser próspero para ser bueno”. Sin un grado mínimo de bienestar se hace extremadamente difícil ser siquiera honrado. Hay una prueba irrefutable de que esto sigue siendo válido hoy: En 1959 existían sólo catorce prisiones en toda Cuba; hoy hay varios centenares. Todas ellas están abarrotadas de “hombres nuevos” formados por “la Revolución” al ahorrativo equivalente de veinte dólares mensuales, si no menos.


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Falsean crcimiento del PIB en Cuba


En dicha reunión, parece que no se dio a conocer a cuánto ascendieron las pérdidas ocasionadas a la agricultura, la industria, las instalaciones aeroportuarias, las redes viales y ferroviarias, así como a la infraestructura de viviendas y edificaciones sociales, debido al  paso del destructor huracán Sandy por las provincias de Guantánamo, Santiago de Cuba y Holguín.
Los resultados en la producción de bienes, durante estos 12 meses, fueron bastante pobres, lo cual pone aún más en entredicho el anunciado crecimiento del PIB.
La agricultura incumplió en 12 renglones fundamentales. Se destaca la baja producción de leche y de cítricos, que reportó una apreciable caída. De igual manera, decayó la producción de carne de cerdo. Tampoco en la producción de papa, los frijoles, el maíz, los huevos, las frutas y los vegetales se logró la meta fijada para el año.
¿Cómo es posible que se hable del crecimiento del PIB, cuando la exportación de níquel tuvo una apreciable contracción, motivada por la caída de los precios de este metal, cuya cotización estuvo todo el año en baja? Ello, incluso, obligó al gobierno cubano a tomar la drástica medida de cerrar definitivamente la obsoleta planta ubicada en Nicaro, Holguín, y despidir a sus 6 000 trabajadores.
¿Cómo es posible hablar de crecimiento económico si el sistema empresarial cubano continúa atrapado en el caos de las deudas por cobrar y pagar?
Al cierre de septiembre, las cuentas vencidas se elevaban a cientos de millones de dólares. Esta situación de los impagos provoca los financiamientos indeseados de todo el sistema empresarial, debido a que cuando se compra, no se paga, y cuando se vende, no se cobra, lo que ha originado un círculo vicioso que no parece tener fin y que se revierte en la baja eficiencia de todo el sistema productivo y de servicios. Al no tener dinero en efectivo, las empresas no pueden cumplir con sus obligaciones de compra de insumos, ni aun con el pago de salarios a sus trabajadores.
Este significativo incumplimiento en la producción de bienes, agravado por los deprimidos resultado de la pasada zafra, cuando sólo se produjeron 1,3 millones de toneladas de azúcar, dejan bien claro, aunque el gobierno lo niegue, que la economía cubana despide el año 2012 sumida en una grave  recesión.
Aunque el ministro de Economía y Planificación, Adel Izquierdo, no lo dijo, el peso mayor del crecimiento del PIB se atribuye simplemente a la entrada de turistas, con una cifra que puede llegar a los 2,9 millones de visitantes.
Canadá es el primer país emisor de turistas, y le siguen de cerca, en segundo lugar, los cubano-americanos. Todo apunta a que éstos sobrepasarán con creces el número de 500 000 que visitaron su patria en el pasado año. A ese monto se debe sumar los 2 500 millones de dólares por concepto de remesas, enviadas por los emigrados cubanos, principalmente desde Estados Unidos.
A las entradas de divisas por concepto del turismo y de remesas, hay que sumar los casi 7 000 millones de dólares por concepto de exportación de los servicios de personal médico y paramédico, principalmente a Venezuela.
Esta significativa entrada de divisas provenientes de la venta de servicios, sitúa a la economía cubana, con sus particularidades, como típicamente rentista.
La producción y exportación de bienes está en su peor crisis. La puesta en práctica de los 331 lineamientos aprobados en el VI Congreso del Partido Comunista, descansa en la planificación centralizada y no en el mercado, pero los resultados de estos 12 meses demuestran su total ineficacia.


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¿Quién es el culpable?



 | Por Arnaldo Ramos Lauzurique
LA HABANA, Cuba, diciembre, www.cubanet.org -Se ha cometido un crimen, se ha hundido una nación. Como en todo delito, es necesario determinar el culpable para sancionarlo. Pero como también es habitual,  todos los sospechosos se inculpan unos a otros.
El acusado principal es Fidel Castro, pero la lista de cómplices es larga, e incluye a varios jefes de Estado de épocas anteriores. Muchos culpan principalmente a Fulgencio Batista, porque rompió el orden constitucional, pocas semanas antes de unas elecciones, dando así argumentos a Fidel Castro y sus seguidores para realizar acciones armadas. Otros consideran mucho más grave la amnistía que Batista les concedió los revolucionarios, sin que hubieran manifestado su arrepentimiento por haber provocado tantas muertes.
No faltan los que acusan a una parte de las clases vivas de la nación, por su apoyo inicial a Castro, lo cual facilitó su triunfo. Otros culpan a los campesinos, que lo ayudaron a subsistir en las montañas. En esa etapa se señalan también como responsables al cuatrero Guillermo García Frías, que puso a su disposición contactos y conocimiento de la zona; o a Celia Sánchez Manduley, que movilizó muchos recursos a su favor; o a Frank País, que mucho contribuyó a su éxito; o al ex presidente Carlos Prío Socarrás, que le brindó ayuda financiera; o a buena parte del sector estudiantil, que luchó a su favor; e incluso a los dirigentes de algunos partidos políticos, que no contribuyeron a una salida negociada de la situación.
No faltan los que culpan al sector obrero por su apoyo decidido y prolongado. Y en ese sentido, cabe culpar a la población en general.
Nikita Jruschov está en la lista de los principales culpables, ya que su temprano apoyo, al frente de la Unión Soviética, permitió la subsistencia inicial del régimen. También Leonid Breznev aparece en la lista de los acusados, pues, con la multiplicación de los subsidios soviéticos, posibilitó la perpetuación de Castro en el poder. Ya en épocas más recientes, habría que señalar a Hugo Chávez, quien, con su corriente de petrodólares, ha evitado la debacle final del fidelismo.
No se puede dejar de hacer referencia a muchos otros jefes de Estado, titulares de organizaciones internacionales y personalidades relevantes, que, aunque no están entre los grandes culpables, han sido cómplices del crimen.
Pero entre los principales sospechosos está el pueblo de Cuba, que no ha jugado su papel, como han hecho los pueblos de Libia, Siria y Egipto.
Todos los cubanos estamos en el banquillo de los acusados. Los principales tendrán su condena, pero la inmensa mayoría, con el pecado, ya hemos recibido la penitencia.


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A todos mis seguidores y lectores

Un feliz y próspero año nuevo les desea el "Comité Pro Libertad de Presos Políticos Cubanos", con la esperanza que este año que comienza nos llegue la tan ansiada libertad que tanto necesita el pueblo cubano.


Felicidades!



"Comité Pro Libertad de Presos Políticos Cubanos"

viernes, 28 de diciembre de 2012

Opositor detenido por tener una pistola de madera lleva 16 días en huelga de hambre


 | Por Magaly N. Otero Suárez
LA HABANA Cuba, 25 de diciembre, Magaly Norvis Otero Suárez/ Hablemos Press www.cubanet.org.- El opositor Francisco Osoria Claro se encuentra ingresado en el Hospital Provincial Agustino Neto, de la ciudad de Guantánamo, por el deterioro de su salud al permanecer en huelga de hambre desde el 9 de diciembre.
Este martes, Osoria cumplió 16 días en ayuno. Su hermana Celina dijo que fue ingresado el 18 de diciembre y que solo permiten que su madre lo vea.
“La policía política dice que nosotros, sus hermanos, no podemos verlo porque nos consideran posibles opositores, debido a que hemos dado información a la prensa sobre su estado de salud”, comenta Celina.
Osoria, activista de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), fue arrestado en su domicilio, el 22 de noviembre, por agentes de la Policía Nacional y la Seguridad del Estado (policía política), y llevado al Centro de Operaciones de Delitos contra la Seguridad del Estado.
“El 21 de junio, le realizaron un registro en su domicilio; le ocuparon libros, documentos y una pistola de madera, y ahora lo quieren encausar por eso”, explicó Rogelio Tabío  Ramírez, también miembro de la UNPACU.
Señaló Tabío que “el instructor del caso, Primer Teniente Yordi Odelín, está  acusando a Osoria por tenencia ilegal de armas de fuego; algo absurdo”.
“Osoria es un ex prisionero político que ha cumplido varios años de cárcel por oponerse al sistema comunista. Actualmente es uno de los activistas más enérgico en la ciudad de Guantánamo”.
“En los últimos meses, Osoria ha sido detenido en varias ocasiones y se le ha acusado de pintar carteles antigubernamentales”, afirma Tabío.

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Dinero y transición política



 | Por Camilo Ernesto Olivera Peidro
LA HABANA, Cuba, diciembre, www.cubanet.org -En la transición de un estado totalitario a una sociedad democrática, el dinero y la política son primos hermanos. El ciudadano común necesita ver los resultados del viraje económico en la balanza de su economía personal y familiar. Los gobernantes cubanos y sus ideólogos han calibrado la crisis de credibilidad que corroe las bases de su poder. La contradicción entre ideología y leyes económicas ha hecho metástasis.
En respuesta a ello, el Estado está intentando mecanismos de privatización controlada precisamente en el apartado donde hace casi 45 años dio el tiro de gracia a la iniciativa privada.
Cuando, en marzo de 1968, se anunció el cierre de los pequeños negocios, el golpe fue directo contra las pequeñas cafeterías particulares. Ahora, muchas de ellas son ruinas, locales de vivienda, o están en un grado de depauperación vergonzoso. A estas alturas, está claro que la intención del castrismo fue matar dos pájaros de un tiro, acaparando toda la fuerza laboral activa en el país y asegurándose el férreo control ideológico de esa fuerza. Además, eliminó de un porrazo los remanentes de la que fue una parte de la sociedad civil republicana.
Los comerciantes y dueños de pequeñas empresas eran actores de cierta importancia en el entramado socio-político, sobre todo como voz e incluso voto a nivel de concejales y senadores. Eran la base económica real de una sociedad democrática imperfecta y con males acumulados, pero su aporte a la
balanza económica de la nación, así como la vitalidad y diversidad que insuflaban a la dinámica del mercado laboral, eran esenciales.
En realidad, el gobierno cubano no está haciendo concesiones, está devolviendo derechos y además lo está haciendo a regañadientes. Está despenalizando la iniciativa privada, porque necesita el dinero de las inversiones y los impuestos para sostenerse en el poder. Aunque controle el mercado mayorista de bienes e insumos, las propias leyes del mercado, a la larga o la corta, le van a pasar la cuenta a la empresa estatal, como consecuencia de años de ineptitud.
El castrismo sabe que tendrá que pagar un costo político con ello, porque esta apertura es la flagrante prueba de medio siglo de fracaso económico e ideológico. Es por ello que cabe esperar la aplicación de una fórmula donde la apertura económica sea acompañada de una mayor y feroz represión en contra de la disidencia. El mensaje al ciudadano de a pie será claro y explícito: Quien pueda, que se gane su dinero, pero que no se meta en política.
Es cierto que la ausencia de una educación cívica en más de una generación de cubanos ha tenido consecuencias. El proceso de toma de conciencia política y la asunción de ideales democráticos son graduales y operan bajo una feroz represión. Sin embargo, estamos teniendo la oportunidad de ver en directo el desmantelamiento de toda una estructura que tuvo como principal objetivo legitimar a una clase en el poder. Una clase basada en el linaje político y el control férreo de los recursos del país, dilapidándolos hasta el agotamiento.
El brumario de la revolución cubana está llegando a su clímax, dramáticamente, y la monarquía verde olivo está intentando propiciar las bases de su supervivencia a través de una mascarada de cambio. Llegará el momento en que nuevos actores y fórmulas de financiamiento económico hagan acto de presencia. Entonces los intereses de la clase militar-gerencial, preconizada por los Castro desde los tiempos de la Operacion Alejandro (1988-1992), chocarán con las aspiraciones de una nueva clase media.
Esta clase media estará formada por pequeños y medianos empresarios, emprendedores y legitimados por un escenario económico favorable. Mientras llega ese momento, el pueblo cubano parece destinado a cargar sobre sus hombros, una vez más, las consecuencias y los traumas que se derivan del actual proceso.

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La Historia es un cilindro



 | Por José Hugo Fernández
LA HABANA, Cuba, diciembre, www.cubanet.org -No han sido inútiles los ríos de tinta que se echaron a correr en busca de explicaciones idóneas sobre el desmoronamiento de una potencia como la URSS. Sin embargo, Albert Camus lo había explicado antes de que ocurriera, con una simple frase: “Quien fracasa en conciliar la justicia y la libertad, fracasa en todo”.
Esta sentencia del eminente escritor francés podría ser también una respuesta para los que hoy creen en la viabilidad del proyecto (dicen que) reformista que trata de llevar adelante el régimen cubano. Y aún más en este caso, pues nuestros perfeccionadores del socialismo ni siquiera se han propuesto en serio conciliar la justicia y la libertad. Se limitan a la exhibición de un remedo de justicia social que les permita seguir coartando a su antojo la libertad de la gente.
Cuando los analistas del futuro se sumerjan con el debido distanciamiento en la historia de la revolución cubana, tal vez evalúen en su exacta magnitud el drama que tanto hemos sufrido aquí, por más que todavía hoy sea sublimado por la progresía internacional y por los frívolos medios de información. A saber que nunca, desde los primeros días de su ascenso al poder, esta revolución fue liberadora. Por lo cual es plausible concluir que nunca fue verdaderamente revolucionaria.
Tanto Fidel Castro, ayer, como hoy los bolivarianos de Venezuela o Ecuador, entre otros, o como siempre las rancias izquierdas de Europa y Norteamérica, han sido menospreciadores al valorar a las masas populares. Seguros de su presunta incapacidad general para la autosuficiencia y para el ejercicio de la real democracia, se consideran elegidos providenciales para guiarlas con fuetes de acero en las puntas (como diría Hitler), decidiendo en su lugar lo que entienden que más les conviene, que es invariablemente lo que les conviene a ellos.
Se trata de un presupuesto profundamente reaccionario, violador del más elemental principio de la justicia natural: no impongas a los otros lo que no quieres para ti. Y es justo así como Fidel Castro, esgrimiendo el sonsonete de conquistar (y luego preservar) la justicia social para el pueblo cubano, partió de la violación de sus propios postulados, convertido en el primer contrarrevolucionario en la historia de su revolución, y hasta un punto en que muy pronto, ya en los tempranos años 60, se cumplía en Cuba aquel irónico apotegma de Francisco Quevedo: “Donde hay poca justicia es un peligro tener la razón”.
Por eso, sin ir más lejos, resulta tan históricamente desatinado –y también tan falso- argumentar que el descalabro de lo que aún llaman la revolución cubana se debe en rigor a la caída del campo socialista europeo. Uno y el otro eran proyectos estructurados sobre soportes huecos. De manera que tenían, al nacer, su hora ya marcada. La historia es como esas máquinas apisonadoras que aquí llamamos cilindros. Y temprano o tarde, termina aplastando con sus ruedas todo aquello que no asiente e intenta adulterar sus fundamentos primordiales.
Sin libertad no hay justicia social
La enrarecida atmósfera (política, social, económica…) que reina en Cuba en estos finales del año 2012, no es sino una mera consecuencia histórica. Se equivocan por igual quienes ven progreso en las reformas timbiricheras del régimen y quienes temen un rápido retorno al capitalismo, atrincherados en la máxima guevarista de condenar, en lo más hondo, cualquier injusticia contra cualquiera.
En primer lugar, la injusticia estuvo desde siempre en las simientes de la revolución, y fue siempre dirigida contra cualquiera, porque sin libertad para el individuo, no hay justicia social que valga. Y porque, como previniera Ralph Waldo Emerson, “Una injusticia hecha en perjuicio de uno solo es una advertida amenaza contra todos”. También porque sencillamente es imposible que un gobierno sea justo si pretende dirigir a todo un país como si fuese un cuartel.
En cuanto al rumbo que indican las pretendidas reformas de estos días, más que ser -como ahora dicen algunos melindrosos- un giro hacia el capitalismo salvaje, es una derivación natural, así que lógica, del curso histórico de la revolución.
No hubo en nuestra historia (después de la etapa colonial) otro sistema tan salvaje como este que a lo largo de más de medio siglo nos ha impuesto el veto al pluralismo político y a los consensos sociales, junto al más feroz irrespeto ante los derechos del individuo. Si de salvajismo se trata, difícilmente hallaremos en el mundo contemporáneo otro sistema que haya establecido, como fría estrategia política, el odio y la separación entre familias, o que aún después de haber llevado el país a la ruina total, continúe aferrado a su monopolio, prolongando la agonía ciudadana a golpe de pura y dura corrupción administrativa.
El automatismo ideológico que en tanto tiempo de adoctrinamiento nos vició la sangre, tanto a los partidarios y cómplices del régimen como a la mayoría de sus disidentes, nos inclina en ocasiones a ver mediante el propio prisma manipulador del poder. A veces ocurre sin que lo deseemos, ni lo hagamos consciente. Un ejemplo se da cuando nos angustiarnos profetizando el rumbo hacia el capitalismo salvaje que espera a los cubanos al final de las reformas raulistas.
El capitalismo puede ser malo o bueno, depende del lugar y las circunstancias, aunque también del modo en cada cual lo vea y en cómo le vaya a cada cual. Está Guatemala, está Suiza, y están los politólogos para rizarnos el rizo con nombres genéricos. También está el apellido “salvaje”, que utilizan sólo para algunas manifestaciones (realmente salvajes) del capitalismo, porque sería una redundancia agregarlo a sistemas como el de Irán o el de China, o al involucionista caudillismo latinoamericano, base de lo que hoy llaman socialismo del siglo XXI.
De todas estas últimas tendencias toma su porción el actual rumbo político y económico del régimen. Pero, como se ha podido apreciar durante el curso de 2012 –probablemente mejor que nunca antes-, no se atiene a ninguna por entero, por un motivo muy simple, el cual, no obstante la simpleza, ha constituido el núcleo de todos sus planeamientos: hoy (como ayer), la estrategia económica y política, en Cuba, es de emergencia, para salir del paso, destinada únicamente a que las fuerzas hegemónicas conserven el poder. Así que cualquier bandazo en que incurran, más que anticipar un fin, ratifica un medio.
Ni los defensores ni los adversarios del régimen disponen de argumentos sustanciales para demostrar –en caso de que quisieran hacerlo- que el auge “reformista” que ha tenido lugar este año en la Isla niega los preceptos básicos del fidelismo y sus secuaces, distanciándose esencialmente de los planes dictatoriales.
2012: La confirmación del descalabro
El hecho de que no se haya cumplido proporcionalmente el objetivo de aumentar los frijoles para el pueblo y el cuero para la oposición, que trazó el régimen para 2012 (amparado, sobre todo, en el apoyo táctico y económico de sus compinches suramericanos), no conduce sino a la confirmación de su inutilidad administrativa y de su ferocidad histórica, las cuales, al tiempo que no les permitieron aumentar los frijoles, con el consecuente abaratamiento de precios, les compulsó a incrementar lo planificado en cuanto a la represión contra opositores.
Ni las más “esforzadas” medidas, como la del cooperativismo entre peluqueros, gastronómicos o transportistas al servicio del Estado, o la entrega de tierras en usufructo, o el permiso para que aumenten las dimensiones, el confort y el lujo de establecimientos privados que se dedican al servicio gastronómico (medidas que por lo general han sido superficialmente analizadas y torpemente valoradas en los medios de prensa), se distancian un ápice del proceder histórico del régimen, consistente en mediatizar la aplicación de la justicia, coartando la libertad individual. Sencillamente asistimos al cumplimiento de aquel adagio, según el cual, cambian las circunstancias pero no los sujetos de la historia.
La derogación de normas cavernarias que a lo largo de decenios nos impidieron viajar libremente, más que aplauso, merece avergonzamiento. Pues no está inspirada, ya no por el deseo de hacer justicia, ni aun por el bochorno que debiera causarles tamaña incivilidad, sino simplemente porque el régimen le ha cogido el gusto a sostenerse con el dinero de las remesas. Y todavía así, sigue siendo una medida injusta y mezquina, porque está vedada para los médicos (otra de sus fuentes de ingresos, mediantes los servicios internacionalistas), y porque contempla la posibilidad legal de no resultar accesible para ciudadanos que el régimen decida castigar, por su actitud política.
Por lo demás, la economía sumergida, como mal endémico del fidelismo, es decir, como auxilio para la subsistencia, pero a la vez como lastre para el crecimiento económico del país, no cedió en lo más mínimo durante 2012. Y no sólo no disminuye con las reformas, sino que éstas han propiciado su crecimiento. Casi podría decirse que hoy, en Cuba, la única economía digna de ese nombre es la informal. La burocracia estatal y el miedo a ceder terreno por parte del régimen, continúan paralizando las energías creativas de la gente, de modo que el negocio ilícito, el robo y el “invento” no dejan de ser básicos para la supervivencia.
¿Existe acaso otro sistema más salvaje que aquel que corrompe a las personas obligándolas a renunciar a la idea de ganarse la vida con un trabajo decente?
El paso hacia el capitalismo salvaje que tanto parece preocuparnos, se ha proyectado mes tras mes, durante 2012, con mucha más salvajada socialista y fidelista que con procedimientos económicos propiamente capitalistas. En el mejor de los casos, podría argumentarse que por mal que nos esté yendo con las “reformas”, al menos nos han alejado una pizca de la inmovilidad económica y de la asfixiante grisura ideológica de tiempos anteriores. Pero es este un consuelo muy flaco, al estilo de aquellos a que nos acostumbró el régimen.
En suma, es lo dicho, la historia es un cilindro. Razón por la cual nuestras angustias de hoy, antes de estar motivadas por la incertidumbre de hacia dónde vamos, hacia qué nuevo barranco nos conducen los palos de ciego de esto que llaman la actualización del modelo socialista, más bien debieran afincarse en la certeza de que, viniendo de donde venimos, no podríamos llegar a otro estatus que no sea el caos y la salvajada, con o sin capitalismo. Muchísima razón tenía un gran poeta y humorista -y entrañable amigo- cuando proclamó desde hace tiempo: Los cubanos todavía no sabemos bien el pasado que nos espera.
Ahora, eso sí, y es algo que ya se irá viendo en el transcurso de 2013: el período de salvajismo, aunque es inevitable, puede ser sobrepasado con mayor o menor prontitud en la medida en que nuestros caciques demoren en quedarse sin alternativas, que sería la misma medida en que la coyuntura económica (aderezada por la oposición interna y la presión internacional), les obligue a ceder la batuta a quienes estén aptos para hacer que coincidan el progreso, la justicia y la libertad, sin que importe un pito cómo se llame el sistema.


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Los palmeros contra el régimen Viernes, Diciembre 28, 2012 | Por Frank Correa LA HABANA, Cuba, diciembre, www.cubanet.org -Según Pedro Figueredo, vecino de Palma Soriano, provincia Santiago de Cuba, en esa ciudad se están repitiendo hoy escenas que recuerdan las vividas en 1958, cuando el descontento popular puso en jaque a la tiranía de Batista. Pedro Figueredo, miembro del Frente de Resistencia Cívica Orlando Zapata, y de UNPACU, cuenta sobre el disgusto que manifiesta la población de Palma Soriano luego del paso del huracán Sandy, debido a los incumplimientos de las promesas hechas por el gobierno para resarcir las pérdidas. Dice Pedro que hasta mediados de mes, solamente habían distribuido una lata de picadillo de carne rusa per cápita, al precio de tres pesos con sesenta centavos, y con fechas de vencimiento para diciembre 2012, incluso muchas de ellas en mal estado, por lo cual provocaron intoxicaciones en algunas personas, al punto que han tenido que suspender su venta a la población. Otra de las críticas situaciones comentadas por Figueredo tiene que ver con la cantidad de techos de viviendas que sufrieron afectaciones totales, y la necesidad de la ayuda por parte del Estado para salvarlos de la catástrofe. Sin embargo, comenzaron a vender las tejas de zinc a 505 pesos, las de fibrocemento a 120, las puertas de zinc galvanizado a 1200 pesos, y las persianas a 860, cifras astronómicas que no están al alcance de los trabajadores, quienes perciben mensualmente un salario promedio de 400 pesos. Ante el creciente descontento que suscitó en las familias afectadas estas situaciones, que se agravan por la aparición del cólera, y la falta de alimentos y combustibles, el gobierno municipal, en reunión extraordinaria, acordó rebajar a la mitad de sus precios los materiales de construcción, pero entonces éstos se perdieron de repente. “Cuando estaban caros, había. Les rebajaron el precio, y ahora no hay”, sostiene Pedro. Cuenta además este opositor, que en Palma Soriano han aparecido carteles con consignas en contra del gobierno. Las organizaciones UNPACU y el Frente de Resistencia Cívica Orlando Zapata Tamayo, se atribuyeron la autoría de estos avisos, muestras del descontento general. Asegura también que en una ocasión, muchos de estos carteles pintados, permanecieron varios días en las paredes exteriores de casas y establecimientos públicos, porque eran tantos que la policía se demoró mucho en quitarlos. Asimismo, testimonia Pedro Figueredo que por la calle Martí, la arteria principal del pueblo, ha pasado varias veces una camioneta a toda velocidad, y a la altura de la sede del Partido Municipal, a plena luz del día, ha lanzado centenares de proclamas antigubernamentales. Los palmeros más viejos coinciden con Pedro cuando asegura que los momentos que vive hoy su pueblo son similares a los que se vivió en el año 1958, cuando los rebeldes mantenían sitiado el cuartel, mientras los ciudadanos más valientes salían a las calles desafiando a la tiranía y sus esbirros, y llenando de carteles la ciudad.


 | Por Frank Correa 

LA HABANA, Cuba, diciembre, www.cubanet.org -Según Pedro Figueredo, vecino de Palma Soriano, provincia Santiago de Cuba, en esa ciudad se están repitiendo hoy escenas que recuerdan las vividas en 1958, cuando el descontento popular puso en jaque a la tiranía de Batista.
Pedro Figueredo, miembro del Frente de Resistencia Cívica Orlando Zapata,  y de UNPACU, cuenta sobre el disgusto que manifiesta la población de Palma Soriano luego del paso del huracán Sandy, debido a  los incumplimientos de las promesas hechas por el gobierno para resarcir las pérdidas.
Dice Pedro que hasta mediados de mes, solamente  habían distribuido una lata de picadillo de carne rusa per cápita, al precio de tres pesos con sesenta centavos, y con fechas de vencimiento para diciembre 2012, incluso muchas  de ellas en mal estado, por lo cual provocaron intoxicaciones en algunas personas, al punto que han tenido que suspender su venta a la población.
Otra de las críticas situaciones comentadas por Figueredo tiene que ver con  la cantidad de techos de viviendas que sufrieron afectaciones totales,  y la necesidad de la ayuda por parte del Estado para salvarlos de la catástrofe. Sin embargo, comenzaron a vender las tejas de zinc a 505 pesos, las de fibrocemento a 120, las  puertas de zinc galvanizado a 1200 pesos, y las persianas a 860,  cifras astronómicas que no están al alcance de los trabajadores, quienes perciben mensualmente un salario promedio de 400 pesos.
Ante el creciente descontento que suscitó en las familias afectadas estas situaciones, que se agravan por la aparición del cólera, y la falta de alimentos y combustibles, el gobierno municipal, en reunión extraordinaria, acordó rebajar a  la mitad de sus precios los materiales de construcción, pero entonces éstos se perdieron de repente. “Cuando estaban caros, había. Les rebajaron el precio, y ahora no hay”, sostiene Pedro.
Cuenta además este opositor, que en Palma Soriano han aparecido carteles con consignas en contra del gobierno. Las organizaciones UNPACU y el Frente de Resistencia Cívica Orlando Zapata Tamayo, se atribuyeron la autoría de estos avisos, muestras del descontento general.
Asegura también que en una ocasión, muchos de estos carteles pintados, permanecieron varios días en las paredes exteriores de casas y establecimientos públicos, porque eran tantos que la policía se demoró mucho en quitarlos. Asimismo, testimonia Pedro Figueredo que por la calle Martí, la arteria principal del pueblo, ha pasado varias veces una camioneta a toda velocidad, y a la altura de la sede del Partido Municipal, a plena  luz del día, ha lanzado centenares de  proclamas antigubernamentales.
Los palmeros más viejos coinciden con Pedro cuando asegura que los momentos que vive hoy su pueblo son similares a los que se vivió en el año 1958, cuando los rebeldes mantenían sitiado el cuartel, mientras los ciudadanos más valientes salían a las calles desafiando a la tiranía y sus esbirros, y llenando de carteles la ciudad.


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jueves, 27 de diciembre de 2012

Raúl Castro mueve sus fichas


 | Por Orlando Freire Santana
LA HABANA, Cuba, diciembre, www.cubanet.org -Lo mismo de una manera explícita que de un modo algo más encubierto, lo cierto es que el gobernante Raúl Castro maniobra con vistas a garantizar paulatinamente el relevo de la envejecida clase gobernante cubana. Claro, se trata de un proceso que se realiza con extremo cuidado, ya que las figuras escogidas para la sucesión deben demostrar que están dispuestas a cumplir dos condiciones que el castrismo considera inviolables: en primer término, no aspirar al poder mientras existan los dirigentes históricos de la revolución; y en segundo lugar, que sepan conservar el legado de los hermanos Castro una vez que hayan desaparecido de la escena política los hombres de la Sierra Maestra. Porque, con independencia de algún que otro percance específico, la sospecha de que no observarían las premisas anteriores, de seguro selló la suerte de los Aldana, Lage, Robaina y Pérez Roque, entre otros.
Uno de los más recientes movimientos de cuadros que apunta en esa dirección fue el ascenso del canciller Bruno Rodríguez Parrilla al Buró Político del Partido Comunista. Todo hace indicar que Bruno clasifica como un funcionario muy obediente, incapaz de apartarse un milímetro del guion confeccionado por la cúpula del poder. El propio general-presidente, al presentar la propuesta de Rodríguez Parrilla durante el V Pleno del Comité Central, lo calificó de “joven brillante que se destaca por la disciplina y seriedad asumidas en cada una de las importantes tareas que ha desempeñado durante su vida”.  Y aunque en realidad no es un hombre tan joven, sus 54 años constituyen un soplo de aire fresco para el añejado colectivo de septuagenarios y octogenarios que mayoritariamente integran esa instancia superior del Partido.
Y si plenamente visible ha sido la intención sucesora en el caso de Bruno, más sutil se presenta el propósito en torno a la trayectoria de Miguel Díaz-Canel Bermúdez. Después de su no muy lejana designación como vicepresidente del Consejo de Ministros, Díaz- Canel ha iniciado una carrera meteórica que lo ha llevado a los primeros planos en el Buró Político, a tal extremo que algunos se aventuran a considerarlo ya el tercer hombre en el aparato de poder, detrás de Raúl y Machado Ventura. Aunque eso de vislumbrar a la tercera figura cae en el terreno de la especulación, pues aquí solo se definen al primero y segundo secretarios del Partido. Es necesario leer entre líneas u observar ciertas costumbres de las altas esferas del gobierno para formarnos un criterio al respecto. Por ejemplo, se estima que el general Abelardo Colomé Ibarra (Furry) es hasta ahora la tercera figura, puesto que acompaña a Machadito en los recibimientos de Raúl cada vez que el Presidente regresa al país procedente del exterior. Entonces habría que esperar por una nueva salida del General de Ejército, para comprobar si Díaz- Canel se incorpora o no a la comitiva de recepción. De todas maneras, resalta el hecho de que haya sido Díaz-Canel quien representara al país en los últimos compromisos internacionales de importancia, como la asunción presidencial de Enrique Peña Nieto en México, o la cumbre del ALBA en Caracas.
Otro escenario donde podríamos presenciar la irrupción de nuevos rostros en la cima del poder estaría relacionado con la elección de diputados a la Asamblea Nacional el 2 de febrero. Porque en ese contexto deben ser elegidos el presidente y los vicepresidentes del Consejo de Estado. Y es muy probable que al envejecido equipo de vicepresidentes (Machadito, Furry, Ramiro Valdés, Esteban Lazo y Gladys Bejerano) se una alguna figura más joven, que bien podría ser el propio Díaz-Canel, o si se quisiera una inclusión de género, podrían sorprendernos con alguna de las féminas de reciente promoción, como Ana María Mari Machado, actual vicepresidenta de la Asamblea Nacional; Teresa Amarelle, secretaria general de la Federación de Mujeres Cubanas; o la presidenta del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, Inés María Chapman. Esperemos.


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