viernes, 23 de diciembre de 2011

LA BASE NAVAL DE GUANTANAMO (Capítulo IV) Continuación

(44)






Los revoltosos e instigadores se mantuvieron tranquilos, al menos por ahora.

La inmensa mayoría de los residentes no veíamos bien estos excesos, pues dejaba mucho que decir sobre nuestro comportamiento y agradecimiento a este gran país.

Estoy convencido, que ninguno de estos “valientes” tuvo coraje para enfrentar al desgobierno de Fidel Castro, quien nos humilló, nos sojuzgó y nos despojó de todo tipo de derecho durante décadas, ninguno levantó su voz para denunciar al déspota que desgobierna a mi país desde hace 35 años. Esta situación es coyuntural, por lo que en cualquier momento nos dejarán libres, sólo debemos tener paciencia, aunque, sin dejar de denunciar y reclamar, ante organismos internacionales de Derechos Humanos y prensa mundial, nuestra condición. Estados Unidos, había tomado la injusta decisión de mantenernos encerrados por tiempo indefinido y contra eso teníamos que luchar, pero de manera pacifica, política y civilizadamente. No debíamos darle pretexto al tirano para que reforzara su tesis de que éramos “delincuentes” y “antisociales”.

Debemos demostrar, a la misma sociedad norteamericana, que somos personas pacíficas y trabajadoras, con un inmenso interés en integrarnos a esa sociedad libre y democrática, para poder trabajar y aportar todo nuestro esfuerzo creador en aras del pueblo americano.

El gobierno de Fidel Castro, se ha caracterizado por infiltrar a sus agentes en todos los lugares que crea apropiado, para así sacarle dividendos máximos para su política. Lo hizo durante los sucesos de la Embajada del Perú, y en cuanto sitio ha creído necesario y conveniente. Todo cubano sabe que esto es así.

Muchos de los revoltoso nos pasaron por al lado, diciéndonos palabras obscenas, para que nos sumáramos a la protesta, pero no pudieron lograrlo. Además estos cavernícolas, no eran mayoría; solo un grupúsculo de delincuentes y como tal actuaban.

Esa misma noche del 12 de septiembre de 1994, 21 personas trataron de cruzar la frontera para regresar a Cuba. No les importó las minas ni los tiburones. Dos de los que trataron de irse fueron alcanzados por minas antipersonales; otro se estrelló contra los arrecifes al lanzarse al mar.

Pienso que lo que se ha vivido en la Base Naval de Guantánamo, no es más que el reflejo de lo que vive hoy el pueblo cubano, donde el mayor delincuente es el propio gobierno, donde el ejemplo que emana de sus gobernantes, para los gobernados es la corrupción. La corrupta cúpula que detenta el poder en la isla, hace y deshace a su antojo. Para ellos no existe freno que pueda poner fin a su desmedido afán de de lucro, riqueza y poder. Sólo casos de gran magnitud, que no han podido ocultar, han sido dados a la publicidad, como el caso de Luis Orlando Domínguez, el famoso “Caso Ochoa”, Diocles Torralba, José Abrahantes y el mas reciente : el “Ideólogo del Partido” y tercer hombre en la cúpula de “rateros”, el Sr. Carlos Aldana. Los otros siguen impune, hasta que los agarre la justicia del pueblo. ¡Triste destino el de un pueblo que es gobernado por mafiosos y narcotraficantes!

Muchos ciudadanos, se han visto obligados a “delinquir”, debido a la situación tan precaria que padecen, donde el salario, el alto costo de la vida y la escasez son el pan nuestro de cada día.

Hay que tener en cuenta que el gobierno es dueño de todo y que la mayoría de los “delitos” son intranscendentes, que sólo son penados en Cuba. Como por ejemplo:


( Continuará)


Posteado por: "Comité Pro Libertad de Presos Políticos Cubanos"