sábado, 9 de mayo de 2015

Intento de chantaje de la policía política a activista

La Declaración Universal de los Derechos Humanos, se violan en sus 30 artículos en Cuba

Un diálogo con el régimen sobre Derechos Humanos

Dialogar con la dictadura sobre este tema debe ser un asunto bien engorroso, porque ningún país democrático puede compartir con el régimen la idea de lo que es “derecho” y mucho menos un “ser humano”

Roberta Jacobson y Martha Beatriz Roque (foto de Internet)
Roberta Jacobson y Martha Beatriz Roque (foto de Internet)
LA HABANA, Cuba. -Tanto los Estados Unidos de América, como la Unión Europea, quieren conversar con Cuba sobre derechos humanos, y el régimen de la Isla hace como que está dispuesto a abordar el tema, pero de forma bilateral, ya que también acusa a los EEUU de ser violador de estas potestades, sin pensar que los europeos se queden atrás.
Aunque el gobierno cubano reconoce que sus prácticas no son perfectas, no acepta ser el único que las viola. En particular aprovechan el hecho de que el Presidente de los Estados Unidos de América es negro, se refiere a la discriminación racial que se lleva a cabo en ese país por la policía, que mata a los que tienen ese color de piel.
Si bien es cierto que en otros países ocurren abusos circunstanciales, que no se pueden prever ni evitar, en Cuba, se convierten en el día a día, es parte de la política gubernamental; como si fuera poco, estas violaciones están recogidas en la Constitución y en otras leyes. Se puede decir sin temor a equivocarse que la Declaración Universal de los Derechos Humanos se infringe en sus 30 artículos.
Hay algunos que creen de que el régimen tiene voluntad política, que es la que no aparece por ningún lugar; como tampoco la voz del pueblo para defender sus derechos, para ser escuchado, porque durante estos 56 años de dictadura ha permanecido acallado.
Raúl Castro expresó que cada país tiene derecho a escoger el sistema político que quiera; pero Cuba no tiene esa potestad, ni siquiera a seleccionar a sus dirigentes. ¿Cómo saber el sistema político que quieren los cubanos, si no se lo permiten decidir? Sería importante que se le propusiera al régimen basado en lo que plantea el propio “Presidente”, la realización de un referéndum al respecto. Pero antes también se debería permitir explicar en qué consisten las libertades del capitalismo, porque durante todos los años de dictadura, tres generaciones de cubanos han vivido sin conocer estas libertades, solo con la propaganda negativa que sobre sus bondades se ha llevado a cabo.
En el caso de los Estados Unidos de América, se ha planteado que cada vez que se reúnan van a analizar dos tópicos, propuestos por cada parte. Quizás estaríamos otros 50 años más tratando de solo “revisar” en estas conversaciones las violaciones de los derechos humanos; pero eso no implicaría que haya progresos y se resuelvan las necesidades del pueblo.
Casi siempre los problemas se enfocan al hostigamiento y represión que recibe la oposición interna, lo que implica que se hable de libertades de expresión y asociación, y las detenciones arbitrarias. Pero si bien es cierto que ello atenta contra la posibilidad de desarrollo de movimientos pacíficos, también los disidentes viven conscientes de lo que puede sucederles una vez que se vuelvan personas contestatarias al régimen.
Sin embargo, el pueblo, que se ve ahogado por la propiedad estatal, que lo hace dependiente de la dictadura, no tiene en primer lugar ni derecho a la vida, porque cuando se analiza la forma en que se desarrolla la existencia de los cubanos, se transmite la falta de los medios indispensables para mantener un nivel aceptable de supervivencia y con la percepción constante de que se vive ahogado; sin derechos personales, civiles, políticos, económicos, sociales y culturales; considerando como un lastre las dificultades que se han acumulado con la moralidad, el orden público y el bienestar en general.
Las personas realizan estudios superiores y después no tienen garantizado dónde poder trabajar, por lo tanto no ven el futuro por ningún lugar, solo promesas. Durante años se habló de justicia social y un número considerable de ciudadanos ha perdido la ayuda económica que requiere su situación personal. El imprescindible techo para vivir y la posibilidad de participación en la vida social de su comunidad. Aquellos que con mucho sacrificio logran levantar cualquier estructura que se parezca a una casa, pasado algún tiempo son desalojados y demolidos sus esfuerzos, siendo lanzados a las calles.Libertad
Si bien es cierto que solucionar algunos de estos problemas requiere el desarrollo de políticas gubernamentales, que no aparecen por algún lugar; en ocasiones, se reconoce –por parte del régimen- la ética ciudadana perdida, pero no se avanza más allá. Hay que destinar recursos y deseos de utilizar alternativas que permitan mejorar los problemas de la sociedad, entre ellos la recuperación de ese conjunto de normas morales que rige la conducta humana. Si tan solo se hiciera una parte sería un gran alivio para los cubanos.
¿Por qué no hablar de estos problemas, si la propia dirección del país los reconoce? ¿Por qué no referirse a esta parte de la pérdida de valores que ha traído el sistema, que viene acompañada de la violación de los derechos de toda la sociedad?
¿Qué cubano se siente personalmente seguro en nuestro país? Cualquiera puede ir caminando por la calle y ser víctima de una detención arbitraria, de que se le incaute un bien que lleve consigo; que se le registre en medio de la vía pública; todo esto es algo que no ocurre solo a los disidentes.
¿Cuántos cubanos son perjudicados por un proceso judicial injusto? ¿Cuántos ciudadanos de nuestro país están presos por Peligrosidad Predelictiva, sin cometer siquiera un delito, ir a la cárcel y cumplir 4 años de privación de libertad? El solo hecho de modificar esta legislación sería de mucha ayuda para el pueblo, pues en las prisiones hay cientos de personas encarceladas sin haber perpetrado ningún crimen. Esto es producto de que no existe separación de poderes, todo lo relacionado con la justicia se subordina a las decisiones del Estado.
También los nacionales somos objetos de la invasión de nuestra vida privada, a través de las mal llamadas organizaciones de masa, en particular los Comités de Defensa de la Revolución (CDR). Después de tantos años podrían dejar de operar, ya que han ido perdiendo poco a poco sus funciones, este es un punto que puede ser objeto de conversación por parte de los países que se afanan por aliviar nuestros sufrimientos.
La correspondencia por Internet, las llamadas telefónicas, incluso el correo, son violados por el régimen y no permanecen como algo privado. El cubano no tiene ni siquiera derecho a vivir donde quiere, ni a moverse libremente por el país, sin ser luego deportado a su lugar de origen.
No se le reconoce la nacionalidad a los que adoptan otra. Para salir y entrar en el país no pueden hacerlo con el pasaporte extranjero; y sin embargo los que visitan Cuba, residentes en otros países, no tienen derecho a los hospitales y servicios como el resto de los cubanos, tienen que pagarlos como si fueran foráneos, en divisas.
Según plantea el Gobierno de Estados Unidos, para ellos es de gran importancia su relación con los grupos defensores de los derechos humanos en su país, incluyendo aquellos que son muy críticos con sus políticas. Y han explicado que cuando se comiencen las conversaciones alentarán a sus pares en la Isla a que vean los grupos independientes del mismo modo. Sin embargo, se ha sacado a Cuba de la lista de país patrocinadores del terrorismo internacional. No existe una lista de patrocinadores del terrorismo doméstico, algo que practica la dictadura en contra de toda la oposición interna a lo largo y ancho del archipiélago; porque en estos momentos lo único que estorba en sus relaciones con EEUU y Europa es la oposición, si logran deshacerse de ella, por cualquier forma, tendrán resueltos todos sus problemas de imagen.
La realización de un diálogo con la dictadura sobre Derechos Humanos, es un asunto bien engorroso, porque ningún país democrático puede compartir con el régimen la idea de lo que es “derecho” y mucho menos un “ser humano”. Es por eso que si pudiera haber algún cambio en este intento, solo dependería del régimen y de alguna que otra variable económica que quedara suelta en las relaciones con estas dos áreas geográficas; porque la intransigencia de por vida de los hermanos Castro con los derechos humanos, no tiene otro sentido que mantenerse violándolos.
derechos-humanos-cubaLa historia ha dejado claro que lo referente a los derechos fundamentales y las libertades públicas, es un tema de protección, indispensable para la sociedad, frente al poder del Estado. Se puede conversar sobre ello todo lo que quieran, cualquier pequeña mejoría sería muy bien recibida, pero solo el pueblo podrá hacerse valer ante el régimen que lo esclaviza, cuando despierte del letargo en que ha permanecido tantos años.
Por su parte la oposición tiene que ganarse el derecho a representar al pueblo, cuando los ciudadanos sean capaces de ver en ella los embajadores de los derechos humanos que les han sido quitados. No se encontrará el apoyo de las masas mientras se pida: ¡Libertad para los presos políticos!, se den gritos de ¡Abajo la Dictadura!, etc. Tales arengas no son del interés de la mayoría.
Si se pudieran ligar tres cosas, en poco tiempo se constataría la mejoría para nuestra nación: Obtener algunos resultados para el pueblo de las conversaciones del régimen con Estados Unidos de América y la Unión Europea sobre Derechos Humanos; un cambio de táctica por parte de la oposición interna, que permita que la sociedad nos vea como defensores de sus derechos; y un despertar del ciudadano cubano, acerca de sus garantías constitucionales, que pueda confrontar que no están expuestas allí en la primera Ley de la República, que de forma contradictoria solo se reflejan sus limitaciones.
Claro está, no sería lo óptimo, lo que todos quieren que es un cambio radical hacia la democracia, pero untar un poco de libertades en el tejido social, aliviaría por algún espacio de tiempo los dolores que padece.

Posted by: "Comité Pro Libertad de Presos Políticos Cubanos"

La primera rebelión antisoviética


Las graves faltas que le señaló Nikita Kruschev a Stalin en 1956, las había descubierto el General Vlasov quince años antes

General Vlasov, al centro (foto de Internet)
General Vlasov, al centro (foto de Internet)
LA HABANA, Cuba. -A propósito del 70 aniversario de la Gran Guerra Patria, conviene recordar que la rebelión de un millón de soldados rusos contra el régimen bolchevique de José Stalin en 1941, al mando del General Andrei Andreievich Vlasov -1900-1946-, fue uno de los episodios de la Segunda Guerra Mundial más divulgados en la prensa de Europa y América.
En Cuba, por ejemplo, la noticia se difundió en todos los periódicos y la Revista Bohemia le dio un amplio margen en sus páginas con fotos, testimonios y un extenso reportaje publicado en 1956, enviado por el corresponsal de guerra estadounidense Richard D. Hanser -1910-1981-.
Tres años después de aparecer en Bohemia ese reportaje, los medios de prensa cubanos, ya en manos del régimen castrista, nada más ha dicho sobre aquel hecho sin precedente en la historia, que pudo ser noticia luego de que el ídolo estalinista fuera arrojado al lodo y sobre todo durante el desmerengamiento y desaparición de la URSS.
Este mes, a raíz del 70 aniversario de aquella Gran Guerra Patria, en la prensa cubana ya se han visto loas a todo tren sobre la contienda bélica y se destaca el heroísmo de generales como Panfilov, Klochkov o la operación Tifón.
Pero nada sobre los más verídicos testimonios de la época, que describen cómo los soldados rojos pelearon desganados y sus rendiciones asumieron grandes proporciones.
Nada sobre la consternación que sufrió el Kremlin, al caer ciudades y mucho menos cómo Stalin se vio obligado a condenar abiertamente a las tropas rusas por deshonrar sus banderas y emprender la retirada:
¨El pueblo de nuestro país -dijo Stalin-, que solía expresarse con devoción del Ejército Soviético, se siente frustrado y está perdiendo la fe. Muchos están culpando al Ejército de lanzar a las poblaciones bajo el yugo de los opresores alemanes, a medida que se retira hacia el Este¨.
El General Vlasov ya se había percatado de la confusión que traían las órdenes de Moscú y de la gran irresponsabilidad que demostró el régimen al no brindar auxilio a sus soldados, el abandono al que fueron sometidos. A esto se sumó el sentimiento de rechazo que el pueblo ruso tenía del sistema comunista y de la tiranía de Stalin, que Vlasov conocía bien.
Así, este valiente general, hizo surgir el más poderoso movimiento anticomunista de Rusia, compuesto por un millón de soldados, en las mismas narices del Kremlin, una organización que había dado un motivo ideológico a los millones del pueblo que rechazaban en silencio a Stalin. Los agentes de seguridad soviética, sorprendidos, mantuvieron en secreto aquella situación del frente de batalla, para que el pueblo ruso y el mundo no tuvieran conocimiento del hecho.
Desde su cuartel general en Smolensk, el General Vlasov emitió sus famosos trece puntos, demandando los derechos y libertades que las masas rusas nunca habían conocido: ¨Libertad de expresión, de prensa, de reunión; la abolición del trabajo esclavo, de las granjas colectivas, la hegemonía de un solo partido, el terrorismo policíaco contra disidentes y opositores¨, etc.
Pero aquella Primera Rebelión rusa contra el comunismo, tuvo un final trágicamente fatal. Vlasov fue capturado y ahorcado por orden de Stalin el 2 de agosto de 1946. Muchos de sus soldados fueron asesinados sorpresivamente al bajar del tren que los conducía prisioneros a Moscú y los que quedaron vivos fueron enviados al Gulag soviético, donde miles murieron. Los 55 mil soldados que quedaron milagrosamente vivos, fueron perdonados después de la muerte de Stalin.
En 2001, se solicitó rehabilitar el nombre del General Vlasov, como víctima del período estalinista, pero su caso quedó cerrado hasta hoy. Las nuevas autoridades rusas, sobre todo el presidente Putin, no ha querido reconocer que las graves faltas que le señaló Nikita Kruschev a Stalin en 1956, las había descubierto el General Vlasov quince años antes, así como un millón de soldados y una gran parte del pueblo ruso.

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Lo que los estudiantes en Cuba, ignoran sobre la II Guerra Mundial

¿Qué se sabe en Cuba de la II Guerra Mundial?

Muchos en la Isla desconocen, por ejemplo, que la URSS invadió Polonia y Finlandia en 1939

(Foto tomada de Internet)
(Foto tomada de Internet)
GUANTÁNAMO, Cuba. -Este 9 de mayo se cumplen 70 años de la derrota del nazismo. Desde hace varios días los medios oficialistas cubanos ponderan la actuación soviética en dicho conflicto y se refieren al altruismo y a la vocación pacifista de la URSS.
Si los comunistas cubanos han sido capaces de distorsionar la propia historia de la patria es lógico que el mismo método sea utilizado para favorecer la imagen de quienes hasta hace poco fueron sus socios y de otros que han quedado como remanentes del totalitarismo comunista.
Gracias a tal manipulación usted puede encontrarse aquí en la Isla con cientos de graduados universitarios que desconocen que China agredió en varias ocasiones, durante la pasada centuria, a la India y a Vietnam y que la URSS fue uno de los países más agresivos del mundo.
La historia que no enseñan a los cubanos
Cuando en las escuelas cubanas enseñan la historia de la revolución bolchevique exponen que uno de los primeros decretos firmados por Lenin fue el de la Paz. Pero ocultan que la dictadura dirigida por él asesinó al zar y a toda su familia, violó los resultados de la primeras elecciones libres, donde los bolcheviques fueron derrotados y que tres años después de firmado el famoso decreto la URSS invadió a Polonia.
Les enseñan a los estudiantes cubanos que las potencias occidentales fueron las que estimularon el belicismo alemán, pero nada dicen acerca del tratado firmado por Joachim Von Ribbentrop y Viacheslav Molótov, ministros de relaciones exteriores de la Alemania nazi y la URSS, el 23 de agosto de 1939 en Moscú, documento que contenía cláusulas secretas mediante las cuales ambos países se comprometían a no interferir sus planes expansionistas por Europa, la cual se repartirían en zonas de influencia.
Durante más de cuarenta años los soviéticos negaron la existencia de dichas cláusulas descubiertas por los ingleses una vez terminada la II Guerra Mundial. Gracias a la Glásnost se supo que lo dicho por los ingleses era cierto. El mencionado pacto provocó rechazo entre fascistas y comunistas. Stalin llegó al extremo de orientar a los dirigentes de los partidos comunistas que cesaran sus ataques en contra de la Alemania nazi y ordenó que los órganos de la seguridad soviética colaboraran con la Gestapo en la búsqueda y detención de los comunistas que mantuvieran una firme oposición al fascismo. Eso tampoco lo enseñan en nuestras escuelas, las que también ocultan los horribles crímenes cometidos por Stalin.
La insaciable geofagia estalinista
Si usted le pregunta a muchos cubanos qué país inició la II Guerra Mundial es probable que un gran por ciento le responda que Alemania. Lo que seguramente casi ninguno sabe es que diecisiete días después de haberse producido la invasión nazi a Polonia la URSS también invadió dicho país y ocupó gran parte de su territorio.
Seguramente muchos también desconocen que en diciembre de 1939 la URSS invadió a Finlandia, país que le opuso una firme y heroica resistencia que suscitó el apoyo y la simpatía de gran parte de la comunidad internacional. Y gracias a las clases de historia que han recibido en nuestras escuelas es muy difícil que esos cubanos sepan que un año después la URSS se anexó a Lituania, Letonia y Estonia.
No dudo de la heroicidad demostrada por el ejército soviético en la II Guerra Mundial y ante una fecha como esta me inclino respetuosamente ante los millones de hombres que entregaron sus vidas para liberar al mundo de la amenaza fascista. Pero una cosa es el comportamiento heroico de las tropas y otra es la intención oculta de quienes las dirigen. Y tal intención no era otra que la satisfacción de la egolatría del sátrapa georgiano, a quien desde sus mullidas y confortables estancias moscovitas poco le importaban las vidas de sus compatriotas en el frente con tal de extender su dominio a gran parte de Europa.
Una prueba evidente de ello es que una vez terminada la contienda Polonia tuvo que ceder a la URSS 170 000 km2 de su territorio y a cambio recibió de Alemania 100 000 km2 de territorios situados al norte y al oeste. En el extremo Oriente la URSS despojó a Japón de las islas Sajalin y en Europa sometió a Rumania, Checoslovaquia, Polonia, Hungría, Bulgaria y a la parte oriental de Alemania a un estricto control que llegó al extremo de participar cruelmente en la represión de los levantamientos populares ocurridos en Hungría y Alemania oriental durante la década de los años cincuenta del pasado siglo y en Checoslovaquia durante la llamada Primavera de Praga de los años sesenta.
Las tropas del Ejército Rojo pasaron de liberadoras del fascismo a ejército de ocupación al implantar en cada uno de esos países nuevas dictaduras totalitarias. Así, sobre las muertes de millones de hombres honestos, se erigió esa burla soviética a la libertad y a la dignidad humana. Por supuesto, eso no conviene enseñarlo en Cuba por obvias semejanzas entre aquellas supuestas “democracias” y la nuestra, que, según los miembros de la ineficaz gerontocracia gubernamental, es la mejor del mundo.

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Represion contra Damas de Blanco domingo 3 Mayo 2015

Represion contra Damas de Blanco domingo 3 Mayo 2015

Inminentes desalojos en Contramaestre, Santiago de Cuba



Continuan los desalojos en Cuba

lunes, 4 de mayo de 2015

Esos incondicionales que participan en actos de repudio mírense en este espejo.

La estafa del Che Guevara

Enrique renunció a ser argentino y se fue a Cuba, tras el sueño del Hombre Nuevo. Vea vídeo

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Enrique Bonilla Debie (foto del autor)
LA HABANA, Cuba. -Enrique Bonilla Debie se mudó a Cuba con 17 años, el 27 de julio de 1962, junto con su familia. Atraído por las promesas de la naciente revolución, su padre, un cubano naturalizado argentino, los hizo abandonar Buenos Aires para radicarse en La Habana con su esposa uruguaya.
Hoy Enrique tiene 74 años y cuenta a Cubanet cómo, cautivados por los rebeldes y su líder Ernesto Guevara, su familia creyó en la idea del Hombre Nuevo y una sociedad justa. Cometieron, según él, un gran error.
Crear dos, tres… muchos Vietnam
¨Me incorporé a las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) dos años después de llegar a Cuba¨, dice.
¨El ambiente familiar revolucionario me impulsó a dar ese paso durante un reclutamiento que se hizo en la escuela Osvaldo Herrera, donde estudiaba… Vine con la idea de luchar con la revolución, no de vivir de ella¨, añade el argentino.
Durante sus 26 años de servicio en la marina de guerra, Enrique ascendió a Teniente Coronel, capitán de fragata. Su carrera militar fue posible porque a los 27 años accedió a la exigencia de acogerse a la ciudadanía cubana como requisito para permanecer en el ámbito de radiolocalización en las FAR.
Aunque no participó en guerras, desde abril de 1982 hasta enero de 1983 trasladó cerca de 56 mil soldados cubanos entre Etiopia y Cuba, como jefe de misión a bordo del barco ruso Leoniv Sobinov.
El futuro que no llegó
El excapitán de fragata lleva 10 años viviendo en la calle, durmiendo en parques o acogido temporalmente por amigos. Perdió la casa después que la Dirección Municipal de la Vivienda del municipio Plaza emitió una resolución donde declaró a su exesposa como única propietaria del inmueble.
¨Viví en esa casa durante 24 años. Adquirimos la propiedad durante el matrimonio, incluso aboné parte de la compra¨, aclara.
Relata el exmilitar que cuando acudió a la prensa oficial a contarles su situación, el diario Granma pasó su escrito a la dirección municipal de la vivienda. El periodista oficial Enrique Valdés del semanario Tribuna, lo catalogó como ¨el hombre que no existe¨.
Carta de Enrique a institución cubana (foto del autor)
Carta de Enrique a institución cubana (foto del autor)
¨Nunca publicaron nada. Me dijeron que los funcionarios de vivienda se negaron a declarar¨, dice.
Próximo a cumplir 10 años de reclamaciones de sus derechos como propietario, Ernesto acumula 90 documentos entregados a los organismos estatales y organizaciones políticas.
Junto con las reclamaciones atesora 70 respuestas escritas, las que lee con pausa para resaltar las violaciones manifiestas en los textos. De toda la documentación que arrastra consigo, la reclamación número 76 es su preferida.
¨En esta denuncia se describe el carácter violatorio de todas las respuestas que he recibido¨, dice.
El documento fue entregado a Ana María Cedeño Rodríguez, directora del Departamento de Atención a la Población del Consejo de Estado y a once organismos gubernamentales y ministerios.
Ministerio de Relaciones Exteriores, FAR, Ministerio del Interior, Dirección Nacional de Atención a Combatientes, Asamblea Nacional del Poder Popular, Tribunal Supremo Popular, Fiscalía General de la República, Gobierno Provincial de La Habana, Comité Provincial del Partido Comunista y Dirección Provincial de Vivienda.
¨Denuncio lo que me dijeron, que no se me van a restablecer mis derechos. Lo más interesante es que el abogado que me atendió en la oficina del Consejo de Estado me dijo que el Estado no se puede ocupar de los 11 millones de cubanos¨, expresa el argentino y agrega.
¨Para restablecer la legalidad en mi caso (sobre los asuntos de la vivienda), debe haber un tribunal que juzgue las violaciones constitucionales y el funcionario del Consejo de Estado me dijo que eso no existe en Cuba¨
El documento 76 resume la solución ofrecida por el gobierno, impugnar la ciudadanía cubana para recibir ayuda del gobierno argentino.
Soy argentino
Enrique tiene una pensión de 405 pesos (alrededor de 16 dólares) al mes. No tiene documento de identidad, libreta de racionamiento o un registro en el último censo poblacional. Para él, es la forma de desarmar el ¨peor error¨ de su vida.
En los próximos días Enrique solicitará a las autoridades de emigración la anulación de su condición de ciudadano cubano. Lo había hecho de forma informal y utilizando la bandera argentina como membrete en los documentos de reclamación.
Rodeado de papeles bien organizados, con un ánimo quijotesco para perseverar en su empeño, se afirma en su nuevo objetivo.
¨Me dijeron que si renunciaba a la ciudadanía cubana, me retiraban la pensión. No me interesa,  solo quiero volver a ser argentino. Recuperar los derechos ciudadanos que perdí en Cuba¨.
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