viernes, 26 de abril de 2013

Oposición política y negociaciones en la Cuba actual (I)

| Por Ernesto Santana Zaldívar

LA HABANA, Cuba, abril, www.cubanet.org -Aunque todavía de un modo tímido, en los últimos tiempos ha comenzado a escucharse la palabra “negociación” en algunas enunciaciones de la oposición política cubana. A pesar de que se puedan tener diversas opiniones sobre ella, una negociación es, de modo general, un proceso en el cual una o dos partes tratan de hallar una solución satisfactoria para un problema que las involucra, y su índole puede ser sindical, financiera, militar, mercantil, política, etc.
El experto norteamericano en el tema Herb Cohen cree que “todo es negociable”, y define como negociación “un campo de conocimiento y acción cuyo objetivo es ganarse la anuencia o el favor de las personas de las que usted desea obtener algo”. Supone, además, que los tres factores primordiales de una negociación son el poder, la información y el tiempo.
Con el propósito de lograr un acercamiento, desde una perspectiva histórica cubana, a un tema tan complejo, pero que tanta importancia ha tenido para determinar cambios políticos fundamentales en muchos países y épocas, conversamos con el sociólogo e historiador Dimas Castellanos, conocido también por su periodismo independiente en la revista digital Consenso, en Diario de Cuba y en otros medios.
Cubanet: ¿Considera usted que todavía no existe en Cuba una fuerza que obligue al gobierno a negociar?
Dimas Castellanos: Primero, este no es el caso de un movimiento armado que ocupó una región del país sobre la que ya el gobierno no tiene el control, como ocurre en Colombia. Lo otro que puede obligar al gobierno a negociar es que la oposición tenga tal influencia sobre un sector de la población que pueda crearles dificultades a las autoridades. En Cuba hay un gran descontento ciudadano, que se manifiesta, por ejemplo, en las elecciones. Prácticamente el quince por ciento de los votantes no fue o anuló sus boletas, pero lo hizo de manera espontánea, por una toma de conciencia individual. Nadie debe creer que eso responde a un partido u otro de la oposición que tiene determinado poder de convocatoria. Por tanto, el gobierno no tiene por qué ni con quién negociar, y por otra parte la oposición no tiene suficiente fuerza para impedir que el gobierno haga lo que quiera hacer.
Cubanet: ¿Cuál, según usted, es el motivo de esta situación?
Dimas Castellanos: En Cuba, siempre hubo fuerzas que en algún momento obligaron al poder a determinadas cosas. Esas fuerzas no existen hoy. Cuando el gobierno revolucionario tomó el poder, lo primero que hizo fue desmantelar todo el entramado de institucionalidad que había, principalmente la institucionalidad cívica, y así desaparecieron todas las organizaciones ciudadanas que había aquí desde el final de la Guerra de los Diez Años. Resulta admirable la sociedad civil que irrumpió con vigor en la República, como demuestran las huelgas de aprendices y albañiles en 1901 y 1902, que se extendieron a otros sectores. Hacia 1910, el gobierno se ve obligado a dictar varias medidas legislativas favorables a la clase obrera, como la jornada de ocho horas para los trabajadores públicos, el pago en dinero y no en fichas y vales (como se hacía antes), los días festivos. Todo eso lo logró el movimiento obrero porque tenía una fuerza real y podía, por ejemplo, paralizar los ingenios azucareros o el transporte. Los cubanos de ahora no somos peores que aquellos, sino que no tenemos sindicatos ni otras organizaciones civiles capaces de jugar ese papel.
Cubanet: ¿Entonces, resulta imprescindible, ante todo, montar de nuevo ese entramado?
Dimas Castellanos: Es difícil comprender que esta es una batalla a largo plazo. Y hay que correr con reservas y aprovechar todos los espacios y todos los resquicios, ayudando a la formación cívica de los ciudadanos. Muchos opositores quieren derribar inmediatamente al régimen cubano, igual que yo, que también formo parte de esa oposición, pero trato de ser lo más realista posible. El gobierno a veces se ve obligado a dar algún paso, más por razones exteriores que por la presión desde el interior de Cuba. Después de más de cincuenta años, se da el lujo de hacer reformas desde el mismo poder, y por eso pueden condicionar el ritmo y la dirección que toman. Hacen un cambio en un sentido, después lo regresan un poco, vuelven a avanzar, y juegan con eso, pero no hay ninguna fuerza interna capaz de evitarlo. El gobierno va a negociar cuando haya una fuerza que lo obligue a negociar, y esa fuerza hay que formarla a largo plazo.
Cubanet: ¿Comparte la opinión de muchos historiadores cubanos en el sentido de que la Protesta de Baraguá representa un hito en nuestra historia como método de negociación sin comprometer la dignidad?
Dimas Castellanos: Lamento que al Pacto del Zanjón no se le reconozca el mérito histórico que tiene y que exclusivamente se ensalce la Protesta de Baraguá, porque se desmovilizaron las tropas mambisas a cambio de que España permitiera en Cuba un régimen muy parecido al que existía en la propia España o en Puerto Rico. Las leyes de la metrópoli empezaron a regir aquí a partir del Pacto del Zanjón, y vinieron las libertades de expresión, de asociación, reunión, entre otros beneficios. A pesar de todas las limitaciones que se mantenían, allí nació la sociedad civil cubana y se crearon los primeros partidos políticos. Creció el movimiento sindical, los periódicos se diseminaron, surgieron organizaciones de todo tipo —políticas, fraternales, sindicales— que empezaron a cobrar un enorme peso en la sociedad. Era tal ese peso que después no se puede comprender el inicio de la guerra de 1895 sin la labor que hizo esa sociedad civil en plena colonia. Esa fue una etapa, en cuanto a libertades, muy superior a la que existe actualmente.
Debido a lógicos imperativos de brevedad que impone el medio, y a al mismo tiempo, por el interés y por la sustanciosa extensión de las respuestas de Dimas Castellanos, hemos preferido dividir esta entrevista en dos partes, la segunda de las cuales estará a disposición de los lectores en una próxima edición.


Posted by: "Comité Pro Libertad de Presos Políticos Cubanos""

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