viernes, 26 de abril de 2013

Cárceles cubanas: campos de trabajo forzado, almacén de esclavos


| Por Dania Virgen Garcia
LA HABANA, Cuba, 24 de abril de 2013, Dania Virgen García/ www.cubanet.org.- Al parecer, los periodistas oficialistas Dalia González Delgado y Sergio Alejandro Gómez, al publicitar las declaraciones de los presos amenazados o de los paramilitares, están incitando a la juventud a que cometan delitos en las calles para poder mejorar sus vidas en las prisiones o en los campamentos de trabajos forzosos, conocidos como CETEM.
El martes 16 de abril, en el noticiero de la TV cubana,  se mostraron otra vez declaraciones de presos que  manifestaban sus excelentes condiciones de vida en la cárcel, donde pueden estudiar y trabajar devengando elevados  salarios.
Al día siguiente, se publicó en el periódico Granma, en la última página, informaciones sobre las prisiones de los periodistas antes mencionados.
No sé adonde quieren llegar estos periodistas, manipulados por personas que saben que todo lo que están diciendo es mentira.
Cuando las rejas se cierran
En algo están claros: en las prisiones, cuando las rejas se cierran, es otro  mundo. Aunque no tienen necesariamente que cerrase las rejas para cometer violaciones de derechos humanos.
Con sus  historias y su propio lenguaje,  los presos comunes reclaman ser defendidos y protegidos de las violaciones, torturas, la falta de de racionalidad, los actos degradantes e inhumanos, las golpizas, las celdas de castigo, las ofensas verbales, o los traslados fuera de su provincia por decir la verdad sobre los abusos a que están sometidos.
¿De qué trabajo socialmente útil, de qué derecho hablan? ¿De qué rehabilitación? ¿De qué ayuda que se le da a los familiares  si solamente la caja de resarcimiento  les cobra a los presos la deuda  cientos de veces y nunca terminan de pagarla?
En la penitenciaría de Quivicán, los reos  trabajan en la fábrica de PROVARI, una empresa que pertenece al Ministerio del Interior (MININT). Al recluso Lázaro Michel  no le quedó más remedio que  mentir, porque si no lo hacía le quitaban los beneficios penitenciarios.  En algo dijo la verdad: prefiere estar trabajando como esclavo que estar encerrado en una celda las 24 horas del día. De los 700 y 800 pesos en moneda nacional que dijo cobrar,  le dan al mes 200 pesos en moneda nacional (menos de diez dólares), y  a veces menos: el resto se lo descuentan  los jefes de la prisión para sus beneficios.
Algunos de los supuestos presos que fueron filmados trabajando, en realidad eran  carceleros vestidos de presos.
Campos de trabajo forzado, almacen de esclavos
En la prisión de Ariza, en la provincia Cienfuegos, en los primeros días del mes de abril, un preso solicitó que lo dejaran trabajar y se buscó una paliza, y además una celda de castigo.
Los campamentos de trabajos forzosos CETEM son almacenes de esclavos. Los internos trabajan sin ningún tipo de protección física; muchos de ellos están descalzos. Son obligados a trabajar más de 12 horas diarias, sin que les paguen el horario extra.
Existen campamentos de trabajo forzoso donde los presos tienen que caminar a diario distancias de hasta más de 14 kilómetros.
Los albergues son construidos con techo de tejas, el piso de tierra o cal. Los baños letrinas, donde imperan  todo tipo de insectos, y ratas. Las cucarachas  se pasean por  las pertenencias de los presos. No tienen agua en muchos de estos campamentos; en otros, el agua que utilizan está ligada con tierra y moho.  El alumbrado es un bombillo para un destacamento de más de 50 reos, que con el tiempo se quedan sin vista.
Por la manera en que se manifiestan estos reporteros, pareciera que en las prisiones y campamentos no existe ningún tipo de problemas, los presos son mejor tratados que en sus casa, y cuando salen en libertad, con su estudios avanzados,  son reintegrados a la sociedad.
Más de 70 mil presos
En Cuba hay más de 70 mil presos de ambos sexos en  más de 100 cárceles cerradas. En ellas, a menudo se producen hechos de sangre. Muchos presos, asfixiados por tantos maltratos, se suicidan o cometen autoagresión.
Hay enfermos críticos que extinguen sanciones  cuyo estado de salud es incompatible con el régimen penitenciario. Entre ellos, numerosos  presos con trastornos mentales.
La falta de asistencia médica, la mala alimentación, el hacinamiento, son constantes en las cárceles cubanas.
Los presos, desesperados, recurren a las huelgas de hambre para reclamar sus derechos.
Decenas de mujeres a diario acuden ante  organismos gubernamentales como el Consejo de Estado, la Fiscalía Militar, la Fiscalía General de la República, las Oficinas de Atención a la Ciudadanía del MININT, la Dirección de Cárceles y Prisiones para denunciar los abusos contra sus hijos, esposos, o familiares allegados. Cuando no les dan solución,   que es la mayoría de las veces, se ven obligados a recurrir  a los activistas disidentes, para encauzar con ellos la denuncia.
He conocido a muchas madres desesperadas de tantos  abusos, cansadas de que las peloteen,  con miedo a que sus hijos mueran sin que las autoridades se ocupen de sus casos.
Parece que para los periodistas Dalia González y Sergio Alejandro Gómez, es mejor vivir en las prisiones y campamentos de trabajo forzoso, donde todo está resuelto y los internos no tienen ningún problema. Según ellos, las cárceles cubanas son las mejores del mundo, los carceleros  están capacitados para cuidar a los presos,  y también según ellos,  cuando los reos salen en libertad lo hacen convertidos en profesionales, con sus títulos universitarios, sanos y saludables, aptos para  reintegrarse a la sociedad. ¡Qué bien!
Espero que presenten pronto en la TV algún interno que haya alcanzado el título de periodista y que esté trabajando en el Noticiero Nacional de Televisión.



Posted by: "Comité Pro Libertad de Presos Políticos Cubanos"

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