viernes, 17 de mayo de 2013

Otro golpe al cuentapropismo

(INFOLATAM.COM)

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Inspectores y policías en campaña contra los cuentapropistas que venden en portales en diversos municipios habaneros.
Hace varios días los inspectores del Ministerio de Trabajo y la Oficina Nacional de Administración Tributaria (ONAT) del municipio Cerro les comunicaron a los trabajadores por cuenta propia que vendían en los portales de las viviendas de la zona, que debían desmantelar sus estantes y tarimas. La única posibilidad de continuar ejerciendo su labor consistía en que lo hiciesen dentro de las viviendas. Y a esta opción se pudieron acoger unos pocos, principalmente los propietarios de dichas moradas. Al resto, que había alquilado el espacio de los portales para desarrollar su trabajo, no va a quedarle más remedio que solicitar su baja como cuentapropistas.
Pero quienes puedan seguir ofertando sus mercaderías tampoco hallarán en lo adelante un camino libre de obstáculos. Según dieron a conocer algunos vendedores de artículos del hogar que laboraban en la calzada de Ayestarán, en El Cerro, los inspectores les indicaron que no podrán vender ropa extranjera ni ningún artículo que haya sido adquirido por los cuentapropistas en el mercado minorista estatal. Únicamente se les permitirá comercializar aquellos renglones artesanales que haya confeccionado el propio trabajador por cuenta propia, como paños de cocina, manteles, pañuelos y otros por el estilo.
Esta última disposición deja claro que el motivo de la redada no ha sido solo por la imagen pública. Es decir, por eliminar de calles y avenidas la aglomeración de personas en torno a la oferta de los pequeños comerciantes, una suerte de economía informal que prolifera en las ciudades de casi toda América Latina, y que tanto ha pretendido evitar el castrismo.
El otro blanco de esta embestida —para algunos el principal— habría sido lo que las autoridades califican como "reventa". O sea, el hecho de que estos cuentapropistas ofertaban, a precios superiores a los oficiales, los mismos artículos que debía vender la red de tiendas estatales, y que en muchas ocasiones eran deficitarios en estos establecimientos.
Por supuesto que los precios superiores no obedecían a la codicia de los cuentapropistas, sino que, al no contar con un mercado mayorista donde adquirir sus insumos, para ellos el precio minorista era su costo, y luego debían agregarle un margen de ganancia para llegar a su precio de venta. Ah, pero eso nunca lo entendieron los castristas de línea dura, que muchas cartas escribieron al periódico Granma pidiendo la liquidación de estos trabajadores por cuenta propia, a los que calificaban de "elementos inescrupulosos que explotan al pueblo trabajador".
Y quienes creían que tal medida se había circunscrito a El Cerro, el pasado miércoles 15 de mayo se convencieron de su error. Ese día, desde horas tempranas de la mañana, un numeroso grupo de inspectores, acompañados por una brigada de la policía, impidieron que los portales de la avenida Carlos III, en el municipio de Centro Habana, tuviesen actividad comercial.
Un recorrido que efectuamos por esa céntrica calzada, en el tramo comprendido entre las calles Infanta y Belascoaín, nos permitió comprobar la magnitud de la represión: tarimas, estantes y anaqueles vacíos; y portales donde ayer latió la vida, hoy sumidos en la paz de los sepulcros.
Este golpe contra el trabajo por cuenta propia opera como un efecto dominó, pues no solo pierden sus licencias muchos de estos vendedores, sino también los propietarios de las viviendas que arrendaban los portales. Por lo tanto, un grupo apreciable de personas que habían hallado una manera de procurarse el sustento, es muy probable que hayan quedado desamparadas. Una señora, que debió cerrar su negocio, en el que sus dos hijos vendían en un portal de la calzada de Ayestarán, comentó que "parece que las autoridades quieren que los jóvenes tengan que robar para comer, y después tener una justificación para meterlos presos".
Y un amigo, economista de profesión, y que ha estado muy al tanto de los cambios implementados por el gobernante Raúl Castro, fue categórico en una idea de suma recurrencia: "Con esta gente nada está seguro. Dan un paso hacia adelante, y dos para atrás".



Posted by: "Comité Pro Libertad de Presos Políticos Cubanos"

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