martes, 14 de mayo de 2013

Chacalismo

| Por José Hugo Fernández
LA HABANA, Cuba, mayo, www.cubanet.org -En el argot de las calles habaneras corre la locución “chacalismo”, usada para calificar el abuso, la trepa astuta y violenta, el ensañamiento, la actitud ventajista ante el más débil… Un chacalista es peor que un chacal. Fiera con dos patas, híbrido de lobo y zorra, pero más salvaje que éstos, y más temible, ya que sabe leer y escribir (hasta piensa de vez en vez), y suele salir de cacería con aspecto humano, grotesco y bruto, pero humano al fin.
Súmmum de la filosofía de la depredación que inoculó en los cubanos el totalitarismo fidelista, este engendro viene a ser hoy nuestra hidra de las nueve cabezas, con el mismo aliento ponzoñoso que malea todo cuanto toca y con la misma aterradora capacidad para reproducir duplicadas sus testas cuando se les cortan.
La potencia del argot para condensar en una sola palabra toda la miseria y el salvajismo de la vida corriente en Cuba, sintetiza en este caso su carácter ubicuo. Chacalismo no es únicamente aquel atropello barato en que incurren los chacalistas de baja estofa. Hay chacalismo también en las leyes, en la alta política, en las medidas reformistas, en los medios de difusión, en los libros, en la aplicación de los avances tecnológicos, en las proyecciones internacionales del régimen…
Cuando, hace muy poco, miembros del Consejo de Derechos Humanos trataban de convencer al representante de nuestra dictadura sobre lo mucho que les convendría evitar las detenciones arbitrarias y los abusos de la policía contra activistas cívicos y periodistas independientes de la Isla, se hizo evidente que el chacalismo es manifestación de una fauna completamente autóctona y de coto cerrado, por lo que no se conoce ni se puede entender en el exterior.
Casi a la misma hora en que las representaciones de Suecia, Suiza, Francia, Reino Unido, Filipinas, Japón o los Países Bajos sugerían el cese de la ilegal violencia policiaca y judicial contra los disidentes cubanos, y casi en el mismo minuto en que tales naciones, además de México, Uruguay, Polonia, Noruega o Australia perdían el tiempo recomendándole a nuestros caciques la ratificación de los Pactos de Derechos Civiles y Políticos, varias Damas de Blanco eran golpeadas por las hordas del régimen cuando intentaban asistir a misa en la Iglesia Nuestra Señora del Rosario, en Palma Soriano, provincia de Santiago de Cuba. Incluso, algunos represores profanaron el templo para ir en busca de sus víctimas.
Belkis Cantillo, líder santiaguera de las Damas de Blanco, recién regresaba de Bruselas, adonde fue, junto a otras mujeres de la organización, a recoger el Premio Sájarov que, desde el año 2005, les otorgara el Parlamento Europeo, justo por destacarse en la lucha pacífica contra la intolerancia, el dogma y la represión, es decir, contra el chacalismo en tanto instrumento del poder. Pero esto no impidió que ella también fuera golpeada por los esbirros, tanto hombres como mujeres, quienes las cosieron a puñetazos y a patadas, además de arrastrarlas.
Del mismo modo que una substancia orgánica no puede prescindir del oxígeno, un sistema de poder como el que reina en Cuba no sobrevive sin la aplicación del chacalismo como política de Estado. Pero desafortunadamente, eso parece muy difícil de entender para los señores de la ONU. En caso contrario, se darían cuenta de que lo máximo que pueden esperar de nuestros caciques es que cambien el discurso, o la letra de sus informes oficiales, pero no el espíritu agresivo y abusador de su sistema, que es lo que rige el comportamiento chacalista.


Posted by: "Comité Pro Libertad de Presos Políticos Cubanos"

No hay comentarios:

Publicar un comentario