EL GUARDACOSTA AMERICANO (CAPITULO lll) Continuación
(34)

Van
a ser atendidos por soldados norteamericanos, los cuales les proveerán
de todo lo necesario para que tengan una buena estancia en este lugar.
Nuestros soldados están preparados para matar y no para cuidar personas.
Nuestro ejército es un ejército profesional y disciplinado, por lo que
se les tratará con respeto y dignidad. Serán alojados en carpas de lona,
las cuales les servirán como viviendas temporales.
Hasta
ahora, la política de mi gobierno, con relación a ustedes, es
mantenerlos aquí por tiempo indefinido. Les aconsejo que no se
desesperen, pues esta es una medida coyuntural, que en cualquier momento
tiene que ser derogada. Esperamos y deseamos que su estancia en la Base
les resulte grata y corta- ¿Grata y corta? Pensé yo- ¿Algunos de
ustedes desean hacer alguna pregunta o tienen alguna duda? – Reinó el
silencio-
-Muchas gracias, les deseo buena suerte a todos ustedes- La comitiva se marchó.
Del
guardacostas bajaron una escalera, como la que se utiliza en los
aviones, hasta el muelle. Habían varios ómnibus esperándonos. Dos
soldados se encontraban a ambos lados de la escalera esperando nuestro
arribo.
La
primera persona en bajar fue la Sra. haitiana que dio a luz en el
barco, fue trasladada en una ambulancia. Luego la siguieron sus
compatriotas. Por último lo hicimos nosotros.
Habíamos llegado a la Base Naval de Guantánamo, antesala de la libertadContinuará
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