
Y cuando aún no se avizora cuál será el final de esta batalla contra el cólera, ya se vislumbra el posible azote de otro mal: las enfermedades de transmisión sexual, entre ellas el temible VIH SIDA. El motivo para pensar de esa manera es la escasez de condones que padece la ciudad de La Habana, una carencia que ya habían anunciado los pobladores de otras ciudades del interior del país.
Hace unos meses los condones podían adquirirse en cualquier bar, bodega o cafetería de la ciudad, además de la red de farmacias. Sin embargo, de un tiempo acá, solo se ven en estas últimas, y de un modo intermitente. En un reciente recorrido por varias farmacias del centro de la ciudad, los empleados me manifestaron que la oferta de condones no dura mucho tiempo en los anaqueles, pues las personas los compran por cajas, temerosas de que estemos en el umbral de un bache tan profundo como el de las frazadas de piso. Imaginamos que el pánico esté cundiendo entre el vigoroso ejército de prostitutas que pululan por todas partes, las cuales, al no ser reconocidas como trabajadoras por cuenta propia, no tendrán derecho, en caso de enfermedad, a los beneficios de la seguridad social contemplada en la nueva ley tributaria.
De no solucionarse pronto esta situación, al Ministerio de Salud Pública no le quedará más remedio que iniciar otra gigantesca campaña publicitaria que de seguro abarcará la prensa escrita, televisiva, radial, las escuelas, hospitales, consultorios del médico de la familia y otros espacios comunitarios. Dicha campaña podría basarse en dos alternativas: la abstinencia sexual o la autosatisfacción. Mas, comoquiera que todavía subsiste cierto puritanismo en determinados segmentos poblacionales de nuestra sociedad, que consideran pecaminosa la segunda variante, es lógico presumir que las autoridades se decidan por el llamado a la abstinencia.
Y con respeto a la solución del problema, la única posibilidad es traer los condones de afuera, ya que según el criterio de varios especialistas, la fabricación de estos famosos globitos conlleva una tecnología tan sofisticada que no permite su elaboración en el país. Tal vez estemos pagando las consecuencias del olvido de algún burócrata, que no incluyó los condones en el plan de importaciones del 2012. Y si por casualidad no se consideraron tampoco para el año actual, entonces no habrá abundancia de condones hasta el año 2014.
Claro, siempre quedaría otra puerta donde acudir. Se trata de la señora Kenia Serrano, candidata a diputada a la asamblea nacional del Poder Popular, y presidenta del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos. La diligente funcionaria podría solicitarles a los grupos de solidaridad con la revolución cubana que, además de la ruidosa campaña en pro de la liberación de los cubanos acusados de espionaje en Estados Unidos, envíen cuanto antes un lote de condones a la isla que evite una nueva hecatombe a los cubanos, en especial entre la juventud
Posted by: "Comité Pro Libertad de Presos Políticos Cubanos".
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