viernes, 31 de agosto de 2012

Los ángeles visitan el infierno

| Por Leonardo Calvo Cardenas

Vicente Feliú recibe la Distinción Félix Elmuza de la UPEC
Vicente Feliú, recibe la Distinción Félix Elmuza de la UPEC 

LA HABANA, Cuba, agosto, www.cubanet.org -Cuál no sería la sorpresa de varias personas que el pasado jueves 23 de agosto al filo de las 11:00 AM vimos entrar con toda tranquilidad a las oficinas consulares de la Sección de Intereses de los Estados Unidos en La Habana nada menos que al señor Vicente Feliú, el más gris y olvidable fundador del Movimiento de la Nueva Trova cubana, quien como si se tratara de la más normal de las gestiones fue en busca de su visado para visitar ese país que tanto odian.
Hace pocas semanas con motivo de un festival de informática independiente este mediocre juglar con frustradas pretensiones de poeta, a través de un sitio digital oficialista, cargó su pluma de insultos y ofensas y llegó incluso a incitar a la violencia contra personas que no conoce, que manifiestan pacíficamente sus criterios y preferencias y a quienes trató como viles mercenarios del “imperio norteamericano”.
Este cantautor de una sola canción escuchable o trascendente suple su falta de talento para moverse entre sus geniales contemporáneos con la alineación extremista a los intereses del régimen y con sus actitudes de comisario político.
Llama poderosamente la atención y mueve a total desprecio ver como muchos intelectuales y personeros del gobierno cubano que no reconocen ningún valor o espacio positivo en la sociedad norteamericana y que a la hora clave muestran con total desfachatez el más jurasico fanatismo “revolucionario” hacen sin embargo tantos esfuerzos por visitar ese país que siguen reconociendo como engendro y manifestación de todos los males del planeta.
Resulta en extremo ilustrativo y lamentable ver como cientos de artistas e intelectuales en los últimos cuatro años se han servido de la apertura generada por la actual administración para recorrer prestos ese puente de ida hacia los escenarios y foros del país vecino sin siquiera hacer una sola mención de reconocimiento al gobierno norteamericano por activar estos mecanismos de reencuentro y contacto artístico y cultural. Artistas e intelectuales van y regresan con menos sobresalto que el necesario para trasladarse dentro de La Habana en transporte público y ninguno se ha dignado a hacer referencia a cuanto impacto ha tenido en su trabajo y trayectorias la posibilidad abierta por la actual administración de fluido intercambio.
En los últimos años resulta normal y cotidiano ver como artistas e intelectuales se rasgan las vestiduras en respaldo al gobierno cubano y sus atrocidades y contra el enemigo imperial como hizo ahora el señor Feliú o Juan Formell, líder de la orquesta Los Van Van, al finalizar el concierto “Paz sin fronteras” en la primavera de 2009, para después pasearse impávidos por los Estados Unidos e incluso el Sur de La Florida como si nada hubiera sucedido nunca. En septiembre el reguetonero Baby Lores se unira a la lista, actuando –con su tatuaje de Fidel Castro en el brazo-en una discoteca miamense, justo frente al emblemático Restaurant Versailles.
En un modelo paradigmático de inconsecuencia ética y ausencia de sensibilidad estos artistas e intelectuales que han podido visitar y trabajaren los Estados Unidos sin tener que  renunciar a sus posiciones o preferencias políticas no se han dignado a decir una palabra o a escribir una letra para exigir del gobierno cubano una actitud correspondiente que permita a los artistas, profesionales y académicos cubanos radicados en otras naciones regresar eventualmente al país sin necesidad de hacer concesiones o moverse al son de los intereses ideológicos o económicos de las autoridades de la Isla.
Hace pocos meses el gobierno impidió la entrada al país de algunos académicos que debían participar en un evento organizado por la iglesia católica, el acto motivó la renuncia a viajar de algún autorizado, pero nunca la protesta de la jerarquía católica, incapaz de tocar al alto liderazgo con el pétalo de una flor.
En las últimas semanas se comenta del supuesto levantamiento de la arbitraria censura radiofónica a muchos músicos cubanos radicados en el exterior. Esperemos que el rumor sea cierto, aunque hasta ahora no hay una comunicación oficial sobre el asunto y dudo que la proverbial arrogancia intolerante de nuestros gobernantes les permitan pedir disculpas por tantos años de injusta exclusión u ofrecer satisfacciones y desagravios al cantautor Pedro Luis Ferrer, tan mal tratado durante años por exigir abierta y honestamente el espacio y la difusión que merecen los artistas cubanos estén donde estén.
De cualquier manera parece inevitable que los “ángeles revolucionarios” como el señor Feliú sigan aprovechándose de los valores de la democracia para visitar el infierno que odian y añoran al mismo tiempo, mientras reafirman sin decoro su siempre útil servilismo y sus silencios cómplices.
elical2004@yahoo.es


Posteado por: "Comité Pro Libertad de Presos Políticos Cubanos"

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