Martes, Agosto 28, 2012
Por Orlando Freire Santana
LA HABANA, Cuba, agosto, www.cubanet.org -Los plenos del Comité Central del Partido Comunista de Cuba son reuniones que se celebran, de manera ordinaria, dos veces al año, y en ellas participan los militantes que integran esa instancia superior de la referida organización política. En las actuales condiciones de partido único y gobernante, en esos plenos se analizan los aspectos más palpitantes de la actualidad, y se trazan las estrategias económicas y políticas para encauzar la vida de la nación.
La maquinaria propagandística del régimen cubano insiste en que el Partido Comunista no participa en ninguno de los eslabones del proceso electoral, por lo que aducen que Cuba disfruta de una democracia casi perfecta, al ser elegidos los propios vecinos a nivel de cuadra para conformar las asambleas municipales del Poder Popular. En la práctica ocurre, sin embargo, que el criterio de selección seguido en esas elecciones primarias es la adhesión de los candidatos al aparato de poder, y en consecuencia no es extraño que un gran porcentaje de los delegados elegidos sean militantes del Partido.
Mas, no conformes con lo anterior, los gobernantes de la isla refuerzan su control sobre las asambleas provinciales y la nacional mediante el funcionamiento de las denominadas Comisiones de Candidatura. Estas Comisiones, formadas por representantes de las distintas organizaciones sociales— en el fondo, todas son apéndices del Partido Comunista—, son las encargadas de escoger al 50% de los delegados a las asambleas provinciales y de los diputados a la asamblea nacional. Y, por supuesto, nominan para esas responsabilidades a personas totalmente identificadas con el gobierno. Esa es la explicación, por ejemplo, de que las principales figuras políticas y militares del país ocupen asientos en el Parlamento cubano, ya que ninguno de ellos ha sido elegido a nivel de cuadra.
Cualquiera podría pensar que, con lo antes expuesto, las autoridades podrían dormir tranquilas, pues sería muy difícil que a nivel provincial o nacional se abriera paso alguna medida contraria a los intereses gubernamentales. Pero se equivocan quienes piensen de esa manera. La cúpula del poder cuenta además con otro mecanismo para neutralizar a cualquier delegado o diputado que pretenda apartarse del guion establecido: los plenos del Partido Comunista a los distintos niveles.
En el caso que nos ocupa, uno o dos días antes de que se reúnan, en julio y diciembre, los diputados de la Asamblea Nacional del Poder Popular, se celebra un pleno del Comité Central del Partido. ¿Los temas a tratar en el pleno? Claro, los mismos que van a discutir los parlamentarios. Entonces la tarea de los comunistas del Partido es aplicar ese viejo principio marxista de dirección conocido como “Centralismo Democrático”— por supuesto, mucho más centralismo que democracia—, y que consiste en arribar a acuerdos que serán después de obligatorio cumplimiento por todos los militantes. Es decir, que si en las sesiones de la Asamblea Nacional algún diputado esgrime una opinión diferente a la del Partido, el resto de los diputados que participaron en el pleno deben salirle al paso al hipotético hereje.
Ahora que se anuncia rimbombantemente la celebración de elecciones generales en Cuba, es conveniente considerar que el momento en que se efectúan los plenos del Comité Central del Partido, así como la esencia de lo que en ellos se discute, son elementos adicionales que desmienten el pretendido alejamiento de esa organización política con respecto a las elecciones y las instancias emanadas del proceso electoral.
Posteado por: "Comité Pro Libertad de Presos Politicos Cubanos"
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