Foto: Juan Carlos Díaz Fonseca.
Barcelona/ Mambí en A/ Juan Carlos
Díaz Fonseca de 45 años de edad, está contagiado de SIDA desde 1999,
padece entre otras enfermedades de esofagitis aguda y desgaste en los
huesos. Él vivía en un contenedor situado en Las Pelas, entre su esposa
Judith Muñíz Peraza de 37 años y los hijos de ésta, Yorlandis Muñíz
Peraza de 16 años y Leydi Durán Muñíz de 14, epiléptica con ataques
frecuentes y con retraso mental, y dos hijos más que abandonaron
ilegalmente el país en fecha reciente.
En una visita de funcionarios de
Bienestar Social éstos decidieron otorgarle una chequera de 285,00 cup
y una inhabitable vivienda para que la reparara por sus propios medios,
pero sin ningún documento que le permitiera hacer gestiones. Cuando en
mayo de 2007 la Dirección Municipal de la vivienda le entregó el local
situado en Apodaca # 335 entre Lebredo y Cadena en Guanabacoa, solo
llamó como testigo al presidente del CDR y coordinador de la Zona, Ángel
González Valdés, quien afirmó en un escrito del 16 de junio de 2010 que
en esa ocasión planteó su desacuerdo con la entrega de un local tan
ruinoso, pero le contestaron que esa era la casa que le correspondía a
esa familia.
Al cabo de 3 años en mayo de
2010, Bienestar Social le canceló la chequera a Juan Carlos, y después
de mucho quejarse, cuando le fue devuelta, le habían rebajado el monto a
cobrar a 147,00 cup y le informaron que tenía que ir al Banco a
realizar un contrato para el pago de los efectos electrodomésticos que
adeudaba. Por ese motivo debe pagar 66,00 cup mensuales y adeuda
actualmente 6 meses de pago, unos 400 pesos. Tiene que estar más de 4
meses sin hacer uso de los 81 cup que le quedan mensualmente para
liquidar la deuda.
Un dictamen médico de 8 de julio
de 2010 firmado por el Dr. Jorge Medina LLeres de Medicina del
Trabajo, y la Dra. González Michelena Claro de la Comisión Provincial
de Peritaje, ambos del Ministerio de Salud Pública, lo declaró con
severa discapacidad por el deterioro de su estado general y del sistema
inmunológico, causado por el SIDA, con presencia de gérmenes
oportunistas, cuadro diarreico crónico, febrícula vespertina y mucosas
ligeramente hipocoloreadas. El médico de su policlínico, Dr. Manuel
Ortiz Hernández, le ha dicho que debido a sus enfermedades no puede
laborar para no precipitar lo limitado de su tiempo de vida, e
igualmente en un certificado médico de junio de 2010 lo declaró
incapacitado para el trabajo. El tratamiento médico para el SIDA no le
asienta, ya que le produce mucha acidez debido a la esofagitis, y se lo
suspendieron. El médico quedó en recetarle el tratamiento adecuado.
El jueves 16 e agosto lo
enviaron al IPK (Instituto Pedro Kourí) para hacerle los análisis para
un nuevo tratamiento médico, pero no había agua en el laboratorio y lo
remitieron al Policlínico Docente Julio Antonio Mella de Guanabacoa. El
médico, al apreciar el atraso en los resultados de las investigaciones
le dijo que tenía que retomar los medicamentos ya indicados por las
malas condiciones en que se encontraba, aunque le produjeran daños
estomacales.
Este cuadro de poca salud se ve
afectado porque al no tener propiedad de la casa, no pueden acceder a
la libreta de racionamiento que lleva implícita la dieta alimentaria por
su estado, y también la legalización de un carné de identidad en el
lugar que en algún momento le permitiría hacer algunas reparaciones en
la maltrecha vivienda.
Juan Carlos ha escrito al
gobierno de Guanabacoa, al Partido y al Instituto de la Vivienda para
obtener esta propiedad, sin resultado alguno. Escribió al Consejo de
Estado en junio de 2002 y la respuesta que recibió de René Montes de Oca
Ruiz, jefe del Dpto. de Atención a la Población en aquel entonces, fue
que aunque comprendía sus razones era la Dirección Municipal de la
vivienda la que tenía que resolver el caso. Este mismo funcionario
cuando Juan Carlos se quejó del maltrato recibido en la Dirección
Municipal de la Vivienda, le respondió el 25 de junio de 2003 en
similares términos haciendo caso omiso al descontento presentado.
Foto: Documento que prueba que Juan Carlos vivía en un contenedor.
La delegada de su
circunscripción, Marlen Carrió Quintana, afirmó en carta del 16 de junio
de 2010 que la vivienda estaba en pésimas condiciones, que era
inhabitable, que al otorgarla no se tuvieron en cuenta las condiciones
del núcleo que la recibió, y pidió cooperación para su solución.
Por otra parte la hija menor,
Leydi, además de retraso mental padece de ataques de epilepsia desde los
tres meses de nacida, para lo cual tiene un tratamiento que le
suspenden cuando cesan temporalmente los ataques y en la actualidad
carece de método. Repitió el séptimo grado en una escuela especial
debido a los ataque de epilepsia.
El 15 de agosto la comunicadora
comunitaria y directora de la Fundación Madres, Familia y Futuro, Ivis
Rodríguez González, se entrevistó con Michel, director del Policlínico
Julio Antonio Mella, y le respondió que le daría turno a Leydi al día
siguiente para el neurólogo. Así hicieron los padres, llevaron a
consulta a la niña, pero el neurólogo no asistió. El Dr. Orestes, sub
director del Policlínico remitió la madre a la posta médica para que le
dieran la historia clínica de Leydi y que con ella se dirigiera a la
pediatra.
La doctora asignada a esta
institución de salud estaba de vacaciones, y la enfermera informó de la
pérdida de la historia clínica de la niña e hizo una en blanco para que
la pudiera atender la pediatra, que le indicó que producto del retraso
mental tenía que verla inicialmente un sicólogo.
En resumen, para que la niña
tenga un turno médico para un neurólogo, debe depender de un pediatra y
un sicólogo, y mientras tanto, continúa sin sus medicinas.
Lo extenso de esta denuncia se
debe a que es imposible resumir tanta insensibilidad humana,
generalizada por parte de las instituciones oficiales en un país que
dice ser ejemplo de justicia social.
Nota: En la recopilación y
verificación de datos y documentos, así como, en la confección de este
escrito, intervinieron: Ivis María Rodríguez González, Yainé Pintado
Aldaya y Arnaldo Ramos Lauzurique. También han apoyado a la familia en
sus trámites médicos.
Foto: Certificado firmado por el Dr. Ortiz.
Foto: Respuesta del Consejo de Estado de Agosto de 2002.
Foto: Respuesta del Consejo de Estado de Junio de 2003.
Foto: Medicinas que le hacen daño a Juan Carlos y que debe tomar nuevamente.
Informó desde La Habana, Cuba, la Fundación Madres, Familia y Futuro
Posteado por: "Comité Pro Libertad de Presos Políticos Cubanos"
No hay comentarios:
Publicar un comentario