Ocultar un crimen es cometerlo
LA HABANA, Cuba, agosto, www.cubanet.org
-Me atrevo a asegurar que no pocas personas, dentro y fuera de Cuba,
estarán preguntándose qué hará Mariela Castro cuando concluya su
anunciada investigación sobre las Unidades Militares de Ayuda a la
Producción (UMAP), gulag estalinistas a la criolla, creados en la Isla,
en 1965, para amargarle el futuro a más de 25 000 cubanos y sus
familias.
Tanto esta sexóloga como sus seguidores en el CENESEX y, por supuesto, los que nos oponemos al gobierno de su padre, sabemos que una investigación exhaustiva y verdaderamente honesta en torno al tema, revelará lo que ya no hay manera humana de esconder, aun cuando algunos de los responsables de aquellos actos de vocación fascista estén ya muertos, pero otros, continúan vivos y disfrutando de los placeres del poder.
Lo que verdaderamente mantiene a muchos a la expectativa es lo que propondrá nuestra “defensora de los derechos de las personas LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transgéneros)”, para que esos responsables “asuman su responsabilidad”. Sobre todo, en lo referido a su tío, el máximo culpable, y a su padre, que es el mayor y más fiel cómplice.
Me pregunto si Mariela Castro tendrá coraje para proponer que se tomen en cuenta y se cumplan las palabras de su tío, Fidel Castro, el 5 de abril de 2001, en el Palacio de las Convenciones, cuando dijo: “En nuestro país no han existido jamás escuadrones de la muerte. Ni un solo desaparecido, ni un solo asesinato político, ni un solo torturado… Recórrase el país, pregúntesele al pueblo, búsquese una sola prueba, demuestre alguien que el Gobierno revolucionario haya ordenado o tolerado un hecho de ese carácter, y no volveré a ocupar una tribuna pública”.
Tal vez ella pensó que para parecer una fiel e imparcial defensora de losderechos humanos ,
bastaba con anunciar al mundo que investigaría sobre los horrors de las
UMAP, para luego, al final de su “investigación”, mostrar sólo algunas
pruebas y palabras vanas que indicaran que su tío y su padre cometieron
esos “errors” debido a la cultura machista del país, y porque estaban
pendientes de otras cuestiones, porque no sabían en esa época que la
homosexualidad no era una enfermedad (¿también creerían que la fe
religiosa y la libertad de expresión y pensamiento lo eran?), y en fin,
todas esas ridículas justificaciones que ha venido esgrimiendo hasta
hoy.
Lo que Mariela Castro al parecer no sabe, o prefiere ignorar, es que aunque a algunas de las víctimas de la política totalitaria y represiva de esta dictadura les bastaría con que el gobierno reconozca sus errores y los tomara como punto de partida para la supuesta transformación y la reconciliación nacional, hay muchas otras víctimas de esos torturadores de inocentes que no están dispuestas a olvidar, y mucho menos a perdonar.
Además, la investigación que también llevamos a cabo los defensores independientes de Derechos Humanos, ha desenterrado testimonios y otras evidencias de que las UMAP no fueron en modo alguno “errors” de la revolución, sino una de las inhumanas tácticas que utilizó y sigue utilizando el régimen impuesto por la familia Castro para mantener amordazados, sometidos y horrorizados a miles de cubanos inocentes y pacíficos.
Los que sinceramente queremos sacar a la luz todo el horror y los crímenes mantenidos en secreto durante décadas, no cesaremos hasta desenmascarar a los culpables y demostrar al mundo que los supuestos adalides revolucionarios, son en realidad hombres sin escrúpulos, cuyo único afán siempre ha sido dominar.
No obstante, esperamos impacientes los resultados de la investigación de Mariela Castro y su equipo, y le recordamos que ocultar un crimen es cometerlo.
Posteado por: "Comité Pro Libertad de Presos Políticos Cubanos"
Tanto esta sexóloga como sus seguidores en el CENESEX y, por supuesto, los que nos oponemos al gobierno de su padre, sabemos que una investigación exhaustiva y verdaderamente honesta en torno al tema, revelará lo que ya no hay manera humana de esconder, aun cuando algunos de los responsables de aquellos actos de vocación fascista estén ya muertos, pero otros, continúan vivos y disfrutando de los placeres del poder.
Lo que verdaderamente mantiene a muchos a la expectativa es lo que propondrá nuestra “defensora de los derechos de las personas LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transgéneros)”, para que esos responsables “asuman su responsabilidad”. Sobre todo, en lo referido a su tío, el máximo culpable, y a su padre, que es el mayor y más fiel cómplice.
Me pregunto si Mariela Castro tendrá coraje para proponer que se tomen en cuenta y se cumplan las palabras de su tío, Fidel Castro, el 5 de abril de 2001, en el Palacio de las Convenciones, cuando dijo: “En nuestro país no han existido jamás escuadrones de la muerte. Ni un solo desaparecido, ni un solo asesinato político, ni un solo torturado… Recórrase el país, pregúntesele al pueblo, búsquese una sola prueba, demuestre alguien que el Gobierno revolucionario haya ordenado o tolerado un hecho de ese carácter, y no volveré a ocupar una tribuna pública”.
Tal vez ella pensó que para parecer una fiel e imparcial defensora de los
Lo que Mariela Castro al parecer no sabe, o prefiere ignorar, es que aunque a algunas de las víctimas de la política totalitaria y represiva de esta dictadura les bastaría con que el gobierno reconozca sus errores y los tomara como punto de partida para la supuesta transformación y la reconciliación nacional, hay muchas otras víctimas de esos torturadores de inocentes que no están dispuestas a olvidar, y mucho menos a perdonar.
Además, la investigación que también llevamos a cabo los defensores independientes de Derechos Humanos, ha desenterrado testimonios y otras evidencias de que las UMAP no fueron en modo alguno “errors” de la revolución, sino una de las inhumanas tácticas que utilizó y sigue utilizando el régimen impuesto por la familia Castro para mantener amordazados, sometidos y horrorizados a miles de cubanos inocentes y pacíficos.
Los que sinceramente queremos sacar a la luz todo el horror y los crímenes mantenidos en secreto durante décadas, no cesaremos hasta desenmascarar a los culpables y demostrar al mundo que los supuestos adalides revolucionarios, son en realidad hombres sin escrúpulos, cuyo único afán siempre ha sido dominar.
No obstante, esperamos impacientes los resultados de la investigación de Mariela Castro y su equipo, y le recordamos que ocultar un crimen es cometerlo.
Posteado por: "Comité Pro Libertad de Presos Políticos Cubanos"
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