viernes, 27 de abril de 2012

Muy cerquita del cielo


| Por José Hugo Fernández

Protesta LGTB en Barcelona por la visita del Papa
Protesta LGTB en Barcelona por la visita del Papa
LA HABANA, Cuba, abril, www.cubanet.org -Era lo que faltaba. Mariela Castro se suma a lo que parece ser hoy una tarea priorizada por el régimen cubano: la captación de emigrantes y exiliados dispuestos a participar en su farsa reformista, siempre que no pidan mucho a cambio.
Ahora la hija del padre se ha bajado con la historia de que muchos cubanos (sobre todo, LGTB: lesbianas, gays, transexuales y bisexuales) procedentes de Miami y de otras partes del mundo, están viniendo a La Habana para decirle “cosas preciosas” sobre su labor al frente del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX). “Me han dicho –puntualizó Mariela- ‘yo quiero verlo con mis ojos, por eso vine, yo estoy tan sorprendida, tan asombrada, qué maravilla’”.
Protesta en Mexico por la visita del Papa
Protesta en Mexico por la visita del Papa
Por cierto, también muy sorprendido quedó el Papa al enterarse de que la esposa de Fidel Castro es una persona devota y creyente de los dogmas de la Iglesia Católica. No digo yo, cualquiera se sorprende, menos los cubanos de a pie, que aunque tampoco lo sabíamos, estamos curados de espanto, muy en especial cuando se trata de las “sorpresas” que suele prodigar la sagrada familia.
Protesta LGTB frente al Vaticano
Protesta LGTB frente al Vaticano
Sorprendido Benedicto XVI con los secretos de la casa familiar del padre, sorprendidos muchos LGTB cubanos del exterior con las revelaciones de la hija, sólo queda por establecer cuál pudo ser la sorpresa del espíritu santo al comprobar que Cuba es el único país en la tierra donde el Papa, durante su visita, no tuvo el inconveniente de enfrentarse a la menor demanda de los defensores de los derechos de la mujer y de las lesbianas, gays, transexuales y bisexuales, porque el Centro Nacional de Educación Sexual, que monopoliza tales reclamos, para uso y abuso exclusivo del régimen, prefirió guardar un cómplice silencio.
Protesta en Nueva York por la visita de Bendicto
Protesta en Nueva York por la visita de Bendicto
El sumo pontífice de la Iglesia Católica, enemiga confesa y jurada del derecho a la libre orientación sexual, opuesta al uso del condón -por más que éste resulte decisivo en el enfrentamiento contra el SIDA-, hostil en absoluto al matrimonio entre personas del mismo sexo, y, en general, homofóbica en su esencia y potencia, no ha visitado un solo rincón del planeta en el que no le llovieran los reclamos, las protestas y los abucheos por parte de millones de ciudadanos.
Su impavidez ante exigencias tan elementalmente humanas no sólo ha sido bochornosa, también es indignante. Y más todavía, inexplicable, si se tiene en cuenta que posiblemente la Iglesia Católica sea la institución (no LGTB) con un mayor número de homosexuales entre sus representantes formales, algo que, por supuesto, no constituye un agravante, sino un simple dato para las estadísticas.
Protesta LGTB por la visita del Papa y manifestantes con carteles en otra protesta en España
Protesta LGTB por la visita del Papa a España
Resulta fácil suponer lo incómodo que debe haberse sentido Benedicto XVI al tropezar con tanto vertical requerimiento y con tan justificada irritación en México, España, Alemania o Reino Unido, entre otros sitios visitados por él últimamente.
Sin embargo, Dios aprieta pero no ahoga. Luego de tales contratiempos, debe haberse sentido muy cerquita del cielo al recorrer las calles de La Habana, o de Santiago de Cuba, sin ver un solo cartel, sin escuchar un grito o una sutil protesta de carácter privado, donde se le pidiera, por lo menos, un menudo voto de humildad y tolerancia en su postura frente a la libre orientación sexual y la identidad de género, o una leve dosis de racionalidad ante el imperativo de prevenir el VIH.
En fin, ya lo dijo el dicho: caimán no come caimán. El totalitarismo es la institucionalización del fanatismo. Y entre fanáticos totalitarios como los del régimen cubano y los del Vaticano no queda sino esperar que la cosa termine en vaselina mutua. Aun a riesgo de que los más sutiles instrumentos de ambos poderes queden al descubierto de un tirón. Llámense visita apostólica o CENESEX.


Posteado por: "Comité Pro Libertad de Presos Políticos Cubanos"

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