viernes, 3 de mayo de 2013

¿Quién protestará en la plaza?

| Por Gladys Linares
LA HABANA, Cuba, mayo, www.cubanet.org -El 1 de mayo, muy temprano, me senté frente al televisor para ver el desfile. Este año los trabajadores fueron agrupados en bloques, “convocados” por la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), organización que agrupa a todos los sindicatos del país y que a su vez responde a los intereses del Gobierno.
Es a partir del 1 de mayo de 1959 que por primera vez los trabajadores desfilaron en la Plaza Cívica, hoy plaza de la Revolución, con pancartas en las que se leía: “Apoyamos al Gobierno revolucionario”, “Viva la CTC revolucionaria”, “Viva Fidel”, “Pedimos adiestramiento militar para la clase obrera”. De esta manera perdían los trabajadores el espacio para sus demandas.
Hace muchos años que estas marchas sirven como una demostración de fuerza del Gobierno cubano, y a pesar de la difícil situación económica por la que atraviesa nuestro pueblo, el derroche y los gastos excesivos de estos eventos son enormes. Entre otras cosas, para la movilización se distribuyen en los centros de trabajo pulóveres blancos, rojos y azules, con los correspondientes logotipos.
A pesar de las graves dificultades en el transporte, que hacen tan difícil el simple traslado hacia los centros laborales, el 1 de mayo están garantizadas las guaguas hacia la plaza de la Revolución.
Pude observar cómo algunos participantes, al ser entrevistados, respondían como papagayos: “Desfilamos en apoyo a Fidel, Raúl y Chávez”.
Según la propaganda de los medios, era una importante ocasión para homenajear el 160 aniversario del natalicio de José Martí. Contradictoriamente, solo pude ver dos pancartas con la imagen del Apóstol. En una de ellas, aparecía detrás de Fidel y Chávez, y en la otra, junto a Ernesto Guevara. En cambio, las pancartas con fotos de Chávez eran numerosas, así como algunas de los Castro.
Más tarde, un vecino me comentaba que en otros años se dejaba ver en la Plaza y se retiraba discretamente antes de desfilar, aunque tuviera que regresar a Lawton a pie, pues ese día quitan las guaguas. En cambio, este año decidió quedarse en casa, porque no le hizo gracia el férreo control que supone la organización en bloques.
Vino entonces a mi memoria una frase que se hizo popular hace unos años cada vez que un ciudadano protestaba por la ineficacia de algún servicio: “¡Ve a quejarte a la Plaza el 1 de mayo!”
Paradójicamente, de los más de dos mil invitados de setentaitrés países que participaron en el evento, quizás muchos se hayan formado una opinión equivocada de nuestra situación, pues no vieron a trabajadores hacer demandas al Gobierno.
No obstante, los motivos para protestar son numerosos:  bajos salarios,  alto costo de la vida, desempleo,  falta de libertades personales, crisis del transporte, escasez de agua, de vivienda, de alimentos y de medicamentos, la mediocridad de muchos maestros improvisados, el mal estado de las vías públicas, la ineptitud de los servicios comunales, la precaria situación de la mayoría de los centros hospitalarios, y muchos más.
Sin embargo, en la Plaza no hay protestas. Lo que las impide, el mismo motivo que obliga a tantos a participar en el desfile -el miedo-, parece ser más fuerte que cualquier otra cosa.

Posted by: "Comité Pro Libertad de Presos Políticos Cubanos"

No hay comentarios:

Publicar un comentario