miércoles, 1 de mayo de 2013

Base Naval de Guantánamo: Testimonio de un éxodo

REGRESO PARA LA BASE NAVAL DE GUANTANAMO CAPITULO VI (Continuación)

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Desde este lugar, fuimos caminando hasta el campamento donde seriamos ubicados.
Frente al campo había una caseta con 3 soldados custodiando la entrada. En la parte derecha de esta se observaba un letrero con un mapa de la República de Cuba, y señalada por un círculo rojo la Base Naval de Guantánamo; debajo un letrero que decía: “Foxtrot Village”. Por este mismo lado queda otro campo llamado “Echo Village”  Este venia siendo el  campo # 4 de Panamá y el nuestro el # 3.
El interior del campamento estaba formado por 6 filas de carpas, cada fila con 22 casas ordenadas alfabéticamente de la “A” a la “F” y divididas en 3 bloques, del 1 al 3. Las cabañas estaban montadas sobre “pilotes” de madera, por lo que éstas quedaban a cierta altura del suelo.
Fui ubicado en la carpa 1-C-4. (Esto significa: bloque 1, hilera C y cabaña 4).
A un kilómetro de distancia se podía ver la frontera con Cuba, la cual era  protegida  por una cerca de unos 6 metros de alto y  garitas con guardias fronterizos cubanos. Del lado nuestro también habían  garitas y soldados norteamericanos.
Esa misma noche 50 cubanos escapan hacia Cuba. Brincaron la cerca y se quedaron  hasta el siguiente día  en la línea divisoria para que los soldados cubanos los vinieran a recoger. Esto es lo que mejor podían hacer, pues el área estaba minada y constituía un peligro caminar por la zona.
Desde este momento y hasta el día 2 de mayo hubo, lo que se pudiera llamar, un “contra exodo” bastante significativo. De todos los campos se fugaron personas para Cuba. La frustración era bien grande y el peligro que corrían no importaba, solo deseaban salir del encierro.
En un principio los soldados americanos se hacían de la “vista gorda” y permitían que se fugaran, pero en la medida que aumentaban estas, se tomaban medidas y control, como la de encerrarlos en un campamento llamado “X Ray” por 15 días, etc.
Siento pena por estas personas que regresan a Cuba, pienso que sus vidas serán mas miserables de ahora en lo adelante. Es triste ver como personas que arriesgaron sus vidas y que permanecieron  9 meses encerrados regresaban cabizbajas y pesarosas. ¡Trago bien amargo!
Comimos sobre las 8pm y volvió a salir la famosa cajita amarilla. La diferencia consistía en que nos traían los alimentos en las mismas cabañas, pero la calidad distaba mucho con los alimentos ofrecidos en Panamá
Al siguiente día, cuando las personas fueron a recoger sus pertenencias, muchos notaron que le habían sustraído de sus bultos, televisores (adquiridos en Panamá por medio de sus familiares), ropas, zapatos, etc. Evidentemente quedaban bandoleros en los campos.

Los militares, auxiliados por balseros, instalaron  5 carpas gigantes, las cuales funcionaban como área de recreación. Había: baloncesto, billar, béisbol, ajedrez,               ”Instituto Educacional para Balseros”, iglesia, gimnasio, además del comedor. Todas estas instalaciones estaban equipadas con luz eléctrica.


Continuará

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