sábado, 1 de diciembre de 2012

Condenado a dos años de cárcel un sindicalista independiente acusado de "peligrosidad social"


Oficiales de la Seguridad del Estado ofrecieron a Ulises González Moreno liberarlo si se convertía en delator.
El sindicalista Ulises González Moreno fue condenado esta semana a dos años de cárcel por supuesta "peligrosidad social predelictiva", informó a DIARIO DE CUBA el exprisionero político Iván Hernández Carrillo, líder de la Confederación de Trabajadores Independientes de Cuba (CTIC), quien calificó el hecho de "injusticia".
González Moreno, de 45 años de edad y vicesecretario general del Sindicato Independiente de Carpinteros por Cuenta Propia, adscrito a la CTIC, fue detenido el pasado 15 de noviembre en su casa, en Centro Habana, por dos agentes de la policía política vestidos de civil, indicó Hernández Carrillo.
"En la unidad policial le comunicaron que se le había abierto un expediente por índice de peligrosidad social", añadió. El 27 de noviembre, 12 días después del arresto, fue juzgado y sentenciado. Actualmente se encuentra en la prisión Valle Grande.
"En el acto del juicio le dijeron que era porque se vinculaba a elementos antisociales", en referencia a los opositores, dijo el exprisionero político, miembro del Grupo de los 75.
Hernández Carrillo recordó que la "'peligrosidad social' es una de las figuras que el régimen utiliza para acallar las voces de los opositores llevándolos a prisión".
"Fue un juicio totalmente amañado, parcializado, carente de realidad", criticó.
El líder de la CTIC, dijo que González Moreno fue defendido por un abogado de oficio, pero para la apelación —que ya fue presentada— la familia y la Confederación quieren contratar a la abogada Amelia Rodríguez Cala, quien representó recientemente al activista Antonio Rodiles y lleva el caso de la prisionera política Sonia Garro y los de otros opositores.
Hernández Carrillo denunció que el mismo día en que fue condenado, dos oficiales de la Seguridad del Estado dijeron a González Moreno "que si colaboraba con ellos dando información sobre nosotros (la CTIC), es decir, si se convertía en un delator, ellos retiraban la denuncia, destruían la documentación y lo ponían en libertad".
"No soy chivato", fue la respuesta del sindicalista, según su esposa, Yaqueline Daly Caballero, quien pudo hablar por teléfono con él.


Posted  by: "Comité Pro Libertad de Presos Políticos Cubanos"

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