¿Hasta cuándo?
LA HABANA, Cuba, agosto, www.cubanet.org -Hace un año y seis meses, el 3 de enero de 2011, Marta Beatriz Roque Cabello, Vladimiro Roca Antúnez, Arnaldo Ramos Lauzurique y yo elaboramos un documento que tenía como título la interrogante que escuchábamos contínuamente en boca de muchos cubanos. El documento, titulado “¿Hasta Cuándo?”, tuvo la aceptación inicial de cientos de firmas de personas, dentro y fuera del país.
Año y medio después, la interrogante sigue en boca de la población, y empujada por las circunstancias difíciles que enfrentamos los cubanos, se hace patente, cada día, la necesidad de que sea reformulada.
La crisis socioeconómica se ahonda y envuelve como una avalancha todos los sectores de la vida nacional.
El servicio de transporte público urbano colapsa. El sistema de educación no logra resultados satisfactorios, ni estimula a los docentes, y provoca la irritación de los padres de los educandos, así como la deserción de maestros.
Los desalojos continúan, mientras edificaciones habitadas se derrumban cada vez que llueve con fuerza durante 48 ó 72 horas.
Los mercados están desabastecidos debido a diversos factores, que van desde la falta de financiación para las compras hasta la carencia de combustible para la distribución de las mercancías. Los precios de los artículos y productos, siempre en alza, y los miserable salaries de menos de un dólar diario mantienen vacíos los bolsillos del pueblo.
El estado de las calles y carreteras es pésimo, para perjuicio de un parque automotor con decenas de años de uso excesivo y continuado.
La Salud Pública, uno de los mitos del gobierno que permanence en el imaginario de la izquierda mundial, se desmorona ante el colapso de los servicios y la propagación de enfermedades erradicadas hace mucho en la Isla, como la escarlatina, la tuberculosis y el dengue, que ya azota el país todo el año. Ahora habría que añadir, para colmo, la reciente presencia del cólera, que –“gracias a la revolución”- ha regresado luego de más de un siglo de ausencia.
En la reunión de la Asamblea Nacional, en el mes de julio, se dio a conocer que se incumplen los planes de producción de arroz y de leche y que no se elimina la cadena de atrasos e impagos en las transacciones entre empresas y entre éstas y los productores privados, lo cual provoca que haya trabajadores que no puedan ni siquiera cobrar sus ridículos salarios el día del cobro.
El Estado manipula y distorsiona la información que ofrece a la población, arrecia la censura y luca por impedir que la gente tome conciencia de la gravedad de la situación en que vivimos.
No obstante, el presidente cubano ratificó la vigencia de la principal causa del desastre económico –la planificación centralizada y la propiedad estatal de los medios de producción- cuando dijo que “… Se mantiene el papel de la planificación, se mantiene el papel del Estado, se mantiene la empresa estatal socialista y se mantiene el Estado propietario de los medios de producción fundamentales y se mantiene el principio de que no va a haber concentración de la propiedad;…”.
Por su parte, el Ministro de Economía y Planificación a su vez planteó: “Y no se va a permitir la concentración de la propiedad. Por eso la tierra se entrega en usufructo”.
Declaraciones que únicamente reafirman la decisión de las más altas autoridades cubanas de proseguir por la ruta que destruyó la nación, lanzándola al desastre, aunque hagan promesas de luchar contra la burocracia que ellos mismos crearon y contra la corrupción y el robo, que son inherentes al sistema.
¿Hasta cuándo? La respuesta la daremos nosotros mismos, cuando todos exijamos el cambio anhelado.
Posteado por: "Comité Pro Libertad de Presos Políticos Cubanos"
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