miércoles, 19 de octubre de 2011

RECORRIDO EN BALSA (CAPITULO 1) Continuación



(12)

                                                                                 

-Ellos piensan irse esta noche, así que tienen que apurarse. Están en un lugar que le llaman “La Palometa”. A esta hora y siendo domingo es más difícil conseguir un transporte que los lleve hasta allá, pero si deciden ir, deben salir hasta la calle principal, que es donde pasan los vehículos que van hasta “Caletones”- Yo tengo que ver a mi hijo antes de que se valla. En caso de que no lo veamos  volvemos de nuevo por aquí- Le dijo Marina al Sr.- En el fondo de la casa una Sra. le lavaba la cabeza a una niña y se lamentaba de la epidemia de “piojos” que sacudía a la población. – ¡No se preocupe Sra. que esa plaga está extendida en todo el país! La falta de jabón, detergente, etc. hace difícil su eliminación- Le dije- Nos despedimos de la  humilde y bondadosa  familia, y no dirigimos inmediatamente hasta la avenida principal... Al pasar por el lugar donde habíamos visto a las tres mujeres, éstas se encontraban ahí todavía. - ¿Supieron algo? –  Preguntó una –  Si, nos dijeron que están en la Palometa- Repuso Marina-  ¿Y  qué piensan hacer? – Irnos inmediatamente para allá.  ¿Nos regala un vasito de agua, por favor?-  Si vengan para acá. ¡Siéntense!  ¿Quieren un poquito de café? – ¡No gracias, estamos apurados!-  Después de beber el agua nos despedimos y salimos  hacia la calle principal.  No podíamos perder tiempo si queríamos verlos. Preguntamos a unos transeúntes que por allí pasaban, como podíamos llegar a este lugar. Después de darnos una explicación, Marina y yo nos encaminamos hacia “La Palometa”.
El camino era un terraplén polvoriento y con ningún tráfico de vehículos,. A ambos lados del camino habían árboles y el campo estaba repleto de “Marabú”  No nos quedó mas remedio que continuar caminando, hasta lograr llegar a nuestro destino.. Después de caminar algunos Kms., vimos a los lejos, en nuestras espaldas, una nube de polvo, lo que indicaba que algo se acercaba. Efectivamente era un tractor con una carreta de remolque. Le hicimos señas y se detuvo frente a nosotros –Por favor,  ¿pasa Ud. por La Palometa?-  ¡Arriba! ¡Súbanse!- Nos dijo el amable chofer-  En la carreta iban de 7 a 8 personas, una de las cuales nos ayudó a subir. Le preguntamos si quedaba muy lejos  la Palometa- No, una media hora de camino- Contestó uno de los pasajeros- ¿Buscan a alguien?- Si, buscamos a unas personas que se van del país y nos dijeron que estaban por aquí - Le respondimos- Bueno,  esta mañana vimos a unos muchachos que andaban con una balsa, y cogieron por aquél camino- Nos señaló para un trillo que quedaba al lado derecho de la vía, rumbo a la costa. Después de recorrer unos 10 o 12 Km., el chofer detuvo el vehiculo se viró hacia nosotros y nos dijo _! Familia, hemos llegado a la Palometa!  
Descendimos de la carreta y  comenzamos a orientarnos. Estaba oscureciendo, aunque se divisaban las cosas. Enfilamos rumbo al trillo, bordeado de pequeños árboles, y frente a nosotros se  encontraba  el mar, que a esa hora de la tarde se veía gris, con un cielo nublado.  Miramos para todas partes sin lograr ver a nadie. Comenzamos a gritar el nombre de Tony, pensando que pudiera estar  cerca, metido en uno de los matorrales. Continuamos avanzando por toda la costa y sobre los arrecifes. No se veía a nadie, por lo que aconsejé a Marina, para salir  de nuevo a la carretera y avanzar más hacia  adelante...Así lo hicimos. Cuando habíamos avanzados unos 100mts. vimos que se nos acercaban dos personas. Llamaban a alguien, pero no las escuchábamos bien.

Continuará


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