sábado, 8 de octubre de 2011

RECORRIDO EN BALSA (CAPITULO 1)



(8)

CAPITULO I

                                                    RECORRIDO EN BALSA.
                                                     SDC10756.JPG
Ante la convulsa  situación por la que atravesaba el país, donde la comunicación telefónica y viajar en ómnibus se hacía  prácticamente imposible, mi esposa Marina y yo decidimos  ir a Holguín, provincia situada al norte del  Oriente cubano.
Mi esposa estaba preocupada, porque su hijo Tony  y la esposa de éste llevaban unos 10 días  por esos lares y no se tenían noticias de ambos.
Desde el día 12 de agosto de 1994, el tirano de Cuba, Fidel Castro, había retirado los guardafronteras de las costas cubanas, dando luz verde para todo el que quisiera abandonar la Isla. En esos días,  Cuba era un hervidero de “balseros”.
No me encontraba en condiciones de hacer el viaje, pues era sospechoso de poner carteles antigubernamentales  en el Central Chaparra, la Tunas. (De donde soy originario) y económicamente no estaba preparado para acometer tan improvisada empresa. Mientras tanto el éxodo hacia el “Norte  Revuelto y Brutal que nos Desprecia” continuaba imperturbable. Todos los cubanos deseaban  marchar al “Paraíso Prohibido”
Desde el día 18 de agosto, comenzamos a hacer gestiones para trasladarnos a Holguín, pero no fue hasta  el día 22 de agosto que logramos partir en una rastra (Camión) hacia nuestro destino. Salimos a las 9 de la noche con mucho calor, pero con un anochecer  tranquilo y calmado, el cielo se encontraba despejado y lleno de estrellas.
Íbamos sentados en el piso de la rastra. Nos acompañó Magaly, hermana de mi esposa, la cual se encontraba de visita en la Habana.
El amanecer del día 23 nos sorprendió  a la altura de Ciego de Ávila. A estas horas de la mañana  se veían pocos pobladores  y la localidad parecía un pueblo fantasma. Sus casas y edificios con falta de pintura y apuntalados.
Cuando salimos del centro del poblado, pude observar, a ambos lados de la carretera, campos llenos de “Marabú” y escaso ganado vacuno. Nuestra bella campiña cubana, otrora fuente de inspiración de poetas y escritores, estaba destruida, nada había logrado salvarse del “huracán comunista”.  Los hermanos Castro, son peores que el Marabú
Llegamos sobre la 1pm a las Tunas. El recorrido fue lento e incómodo. En todo el trayecto no hicimos escala alguna, solamente para hacer nuestras necesidades básicas. Se le pagó al chofer del camión 450.oo pesos por hacernos este “favor”  En las Tunas pudimos “atrapar” un taxi, para que nos llevara a nuestro destino final: “Holguín” Se le pagó al chofer del Taxi 300.oo pesos. Llegamos a la casa de la familia de mi esposa sobre las 5pm. El viaje había sido una experiencia inolvidable.
Ni Tony, ni su esposa se encontraban en la casa. Habían salido 5 días antes  con rumbo a Gibara, pueblito situado a 32 Km. De Holguín y no habían regresado. Pensamos que estaban de “Farra”
Sobre la 9pm recibimos una agradable sorpresa: Llegó Tony. Estaba solo. Su esposa Sandra y un amigo llamado Paquito se habían quedado en casa de unas amistades.

(Continuará)

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