sábado, 2 de noviembre de 2013

Protesta masiva de “cuentapropistas” no ha salido a las calles

| Por Víctor Ariel González
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LA HABANA, Cuba, 1 de noviembre de 2013, Víctor Ariel González/ www.cubanet.org.- Desde hace días, vienen corriendo los rumores de que una huelga de trabajadores por cuenta propia tomaría lugar en algún punto del municipio Centro Habana, en la capital. Presumiblemente, el evento sería este 1º de noviembre en la calle Reina, adonde acudirían los manifestantes a protestar por las restricciones anunciadas en los medios oficiales de la Isla hace semanas, relativas al comercio en el sector privado de productos industriales.
Un llamado a manifestarse públicamente ha circulado por Internet. Pero como en Cuba no hay un acceso real a la red, es de suponer que no haya trascendido un anuncio realizado por ese medio. Sin embargo, la población no desconoce del todo que algo se está tramando.
“Esta mañana vinieron los del DTI (Departamento Técnico de Investigaciones, una división del Ministerio del Interior) a preguntar quién iba a participar”, confesó hace unos días a este reportero un reparador de electrodomésticos que solicitó no ser identificado. A todas luces, se refería a agentes de la Seguridad del Estado que trataron de intimidar a posibles manifestantes.
Se desconoce una organización sindical lo suficientemente atrevida como para organizar una huelga, ni se han comprobado vínculos demasiado fuertes de los cuentapropistas con activistas o partidos de oposición que pudiesen estar implicados en la manifestación, o en el llamado a las calles.
Hasta ahora, lo que pudiera identificarse como una incipiente clase social de trabajadores no estatales no tiene una plataforma política que la distinga del régimen o no parece tener una opinión política definida. Es un sector, por demás, demasiado joven, en un país cívicamente deprimido y sin las redes sociales que han ayudado al tránsito hacia la democracia en otras latitudes del mundo.
Funcionarios del gobierno cubano declararon hace semanas lo que obviamente constituye una persecución hacia los vendedores de artículos industriales. Estos son comerciantes minoristas que, dadas las carencias de abastecimiento que sufrimos, es normal que especulen con el precio de los productos, siendo ésta la principal arma que los dirigentes del país esgrimen en su contra.
Solo que más allá de esa acusación, está comprobado que los cuentapropistas (oficialmente se evita la palabra “privado”) son capaces de surtir más el mercado e inclusive hacer mejores ofertas que el Estado, quien tendría todas las ventajas para la competencia, pero en vez de eso ha optado por aniquilar a cualquier adversario.



Posted by: "Comité Pro Libertad de Presos Políticos Cubanos"

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