lunes, 28 de octubre de 2013

Un llamado de alerta a los opositores

| Por Egberto Ángel Escobedo Morales
LA HABANA, Cuba, octubre, www.cubanet.org -En reiteradas ocasiones he escuchado que los problemas internos de la oposición cubana deben publicarse, porque estamos luchando por la democracia. Sin embargo, es bueno recordar que aún no hemos conquistado esa democracia y que los adversarios políticos están a la caza permanente de nuestros conflictos y divisiones, tanto que cuando no los encuentran, los fabrican, por diversas vías, una de ellas es precisamente la prensa libre, de la cual se aprovechan aunque no la toleren.
Es cierto que también infiltran agentes para dividirnos, pero muchas veces solo tienen que alimentar el ego enfermizo de algunos compatriotas, inflados por una pequeña publicidad a nivel local, o por la falta de una crítica sana y oportuna de quienes les rodean y prefieren la adulonería antes que el valor personal, con lo cual avivan el caudillismo que padecemos desde nuestras guerras por la independencia.
Si bien resulta lamentable que le hagamos el juego a la dictadura con la publicación excesiva de conflictos entre opositores, o entre grupos y movimientos disidentes, peor es que nuestros medios se presten a defender a unos contra los otros. Es algo que no debiera ocurrir, por razones éticas, pero realmente ocurre, por lo que quisiera extender un llamado de alerta para todos los luchadores por la libertad, tanto en Cuba como en el exilio, y para todos nuestros medios de prensa libre.
Ningún opositor o grupo es superior a otro
Todos estamos luchando por un cambio político y social en nuestra patria. Una vez alcanzada la democracia, ya tendremos tiempo para competir entre nosotros. Pero ahora existe mucha disidencia en el pueblo que debemos reclutar. Y el proselitismo político no debe enfrentarnos. Quien no permita que sus miembros pertenezcan a otras organizaciones, no debe pretender ganar partidarios ya afiliados. Recuerden que no siempre el fin justifica los medios.
El concepto totalitarista de conmigo o contra mí, no se puede usar para combatir el totalitarismo. De lo contrario, confundimos a nuestros seguidores e imponemos una dictadura de nuevo tipo. Muchos movimientos permiten que sus miembros pertenezcan a otras agrupaciones sin que interfieran ni influyan en sus actividades. No los obligan a que renuncien a otros movimientos, puesto que la unidad debe radicar en la diversidad, y nuestro enfrentamiento es contra la dictadura, no entre nosotros.
Hago un llamado a poner fin a los conflictos entre los opositores cubanos, porque todos somos hermanos de causa. Pero si no se pueden evitar, ni solucionar los conflictos, no permitamos que obstruyan nuestro proyecto de lucha, y no los ventilemos públicamente si no es mediante un intercambio democrático en busca del entendimiento y el consenso.
Si queremos comportarnos como democratas
Existen reglas éticas que son inviolables, si es que en verdad queremos comportarnos como demócratas: Los problemas familiares no deben llevarse al medio político, ni abierta ni disimuladamente. No debe utilizarse el poder para amedrentar a otro compatriota, y menos disfrazando la causa. La unidad en la acción debe prevalecer, una concertación de fuerzas es posible, pero no una fusión de grupos bajo un único liderazgo, pues eso es pretender la unidad en la uniformidad, contra la cual luchamos, y en vez de unirnos, nos divide y fomenta los más bajos instintos humanos.
Durante años hemos cometido injusticias entre nosotros mismos, inducidos sutilmente por la policía política. Muchos acostumbran a tildar de comunistas o de segurosos a quienes no nos siguen en un proyecto o idea, aunque todos procuramos un mismo objetivo. Pero ya es hora de parar, y de unir esfuerzos para el momento decisivo. La unidad en la acción no sólo es posible, también es imprescindible, y más ahora, por el bien de Cuba, así como de la libertad y la democracia en Latinoamérica.



Posted by: "Comité Pro Libertad de Presos Políticos Cuabnos"

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