lunes, 16 de septiembre de 2013

El color de René

| Por Jose Antonio Fornaris
LA HABANA, Cuba, septiembre, www.cubanet.org – Hace algo más de una semana, el día 3, René González, uno de los cinco oficiales del Ministerio del Interior de Cuba condenados en estados Unidos a largas penas de prisión por atentar contra ese país, llamó a los cubanos a exhibir el 12 de septiembre, de alguna forma, una cinta de color amarillo como  muestra  de solidaridad con sus compañeros en prisión, al cumplirse los 15 años de haber sido sometidos a juicio.
González es un estadounidense por nacimiento, aunque recientemente renunció a esa ciudadanía para poder permanecer en Cuba. En su exhortación, que fue reproducida por todos los medios de la isla, totalmente al servicio del Estado, dijo que la cinta amarilla es un símbolo “para el norteamericano que espera a alguien en una misión en el exterior, que espera a un soldado, que espera a un ser querido…”.
Bonito el gesto, pero a tener en cuenta que González nació un 13 de agosto.Según el zodiaco es leo, y los “leones” tienen preferencia por el color amarillo.
Y lo más importante, esa es una tradición de su país. Y se puede decir con toda honestidad: “Dios bendiga a  los Estados Unidos de América”, pero recordar que “nuestro vino de frutas si sale agrio es nuestro vino”.
En los últimos tiempos se han estado incorporando en Cuba, de manera sutil,  tradiciones de los Estados Unidos. El pasado año, hubo comercios donde las empleadas se disfrazaron el Día de las Brujas; también fue posible ver Santi Claus adornando sitios de venta de juguetes en los días cercanos a Navidad. Y hasta se vendieron pavos en jornadas previas al Día de Acción de Gracia.
De todas maneras, aunque en centros de trabajo se han vendido cintas amarillas de unos 60 centímetros de largo por cinco de ancho, a un peso con 20 centavos, y se ha exigido portarla a la vista, este asunto no ha tenido destacada acogida; cosa extraña porque aquí se abraza con júbilo, principalmente de parte de los jóvenes, todo lo que viene de Estados Unidos. Quizás eso ha sido porque es una “orientación” gubernamental.
Claro, eso no quiere decir que más adelante la cinta amarilla pase a ser un adorno-símbolo de singular importancia dentro del altar ego de muchos cubanos.
Eso y más es así porque el régimen durante decenios ha atentado contra el espíritu de la nación.
El vigor, el hálito nacional comenzó a perderse desde el mismo instante en que fue implantada una ideología extranjera, que para colmo es en extremo excluyente.
Luego, a la par que los derechos eran conculcados, fueron extirpadas las tradiciones. Y ahora somos un país sin tradiciones propias. Ni siquiera es posible rendir tributo a la República en el día que se conmemora su advenimiento.
El orgullo, algo tan necesario a los pueblos, de ser cubano, emigró. Una colega, Tania Díaz Castro, maneja la hipótesis de que Cuba y Estados Unidos forman parte de la desaparecida Atlántida, y que el permanente éxodo de los cubanos hacia el continente es como el regreso a la madre tierra.
Pero eso no explica, por ejemplo, porqué más de 120 mil compatriotas han obtenido la ciudanía española y otros 250 mil la tienen solicitada. Tengamos en cuenta que el siglo XIX hubo dos largas y sangrientas guerras para lograr la emancipación de España.
Hay que obligadamente realizar dos actos de importancia. Uno, enviar de regreso a su lugar de origen a la ideología comunista. Y  el otro, emprender el rescate de todos los valores que durante siglos formaron nuestro patrimonio como pueblo. Si no se hace, el riesgo de que desaparezca la nación continuará siendo muy serio.

Josefornaris@yahoo.com




Posted by: "C omité Pro Libertad de Presos Políticos Cubanos"

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