martes, 23 de julio de 2013

Díaz-Canel y las expectativas de los periodistas

| Por Orlando Freire Santana
Ha concluido el IX Congreso de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) sin que, al parecer, las máximas instancias del gobierno se comprometieran a satisfacer la principal demanda de la prensa oficialista: la eliminación de las excesivas regulaciones que padecen los medios en la isla.
Es cierto que durante las dos jornadas que duró el evento (concluyó el domingo 14), así como en el proceso previo de reuniones territoriales y sectoriales, hubo otros reclamos, como las deficientes condiciones materiales en que muchos periodistas desarrollan su labor, los bajos salarios que perciben, la necesidad de un mayor acceso a internet, el poder contar con más fuentes de información, y que se brinde una mejor atención a los recién graduados de la carrera de periodismo.  Sin embargo, ninguno de esos planteamientos resonó tanto como el que apuntamos al principio.
Incluso, periodistas muy comprometidos con el castrismo, como Rosa Miriam Elizalde y Raúl Garcés, en sendas conferencias impartidas durante la primera jornada, se hicieron eco del asfixiante tutelaje que afrontan los periodistas. La primera, editora de la página web CubaDebate, expresó que “las excesivas regulaciones externas a los medios influyen en la desprofesionalización del sector, y provocan el poco abordaje de temas sustanciales y críticos”. Garcés, por su parte, adujo que “las regulaciones externas a la prensa nos hacen ser cada día menos creíbles, lo que complica el accionar de la prensa, pero también la credibilidad del Estado, del Gobierno, de las autoridades, y de la propia Revolución”. (Periódico Juventud Rebelde, domingo 14 de julio).
Comoquiera que, por supuesto, las “regulaciones externas” se refieren a las directivas de la maquinaria del poder, por intermedio del Departamento Ideológico del Partido Comunista, todos los presentes aguardaron expectantes las palabras del primer vicepresidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez, quien de seguro recibió del general-presidente la difícil encomienda de dar la cara en este espinoso asunto. Si ya hubo unas “Palabras a los intelectuales”, quizás ahora el hermano menor no quiso verse envuelto en unas “Palabras a los periodistas”.
Y el señor Díaz-Canel no mencionó nada que se relacionara con una merma del control gubernamental sobre los medios de prensa. Al contrario, dejó entrever que el tutelaje podría ser mayor en lo adelante. Explicó que la Comisión del Buró Político del Partido que atiende la implantación y el desarrollo de los Lineamientos de la Política Económica y Social, creó un grupo de trabajo que labora en el diseño de una política comunicacional del Estado y el Gobierno, y que incluye a los medios de comunicación. Además, y a la inversa de muchos delegados a este Congreso que criticaron las fallas de la prensa en el momento actual, Díaz-Canel ponderó los “innegables aportes de la prensa al proceso revolucionario, que tienen como virtud el haber denunciado las campañas imperialistas de los enemigos internos y externos”.
Mas, en realidad, no eran tan necesarias las palabras del primer vicepresidente para aquilatar el signo de este Congreso. La sola presencia en la mesa del jefe del Departamento Ideológico, Rolando Alfonso Borges -Alfonsito, como solía llamarlo Fidel Castro-, ya era una señal preocupante.



Posted by: "Comité Pro Libertad de Presos Políticos Cubanos"

No hay comentarios:

Publicar un comentario