¿A quién creerle?

Miércoles, Julio 24, 2013 | Por Osmar Laffita Rojas

    

LA HABANA, Cuba, julio, www.cubanet.org -La sostenibilidad de la economía cubana depende de que el gobierno abra las puertas a la inversión extranjera. La Ley 77 de Inversión Extranjera, vigente desde el 5 de septiembre de 1995, en  su artículo 12, contempla: “Las inversiones extranjeras pueden adoptar las formas siguientes: las empresas mixtas, los contratos de asociación económica internacionales y las empresas de capital totalmente extranjero.”
El artículo 15, de la referida Ley77, señala que “los empresarios de las empresas totalmente extranjeras radicados en Cuba gozan de todos los derechos para ejercer sus responsabilidades y están obligados a responder con los compromisos contraídos prescritos en la autorización.
En  2012,  de acuerdo con la información brindada por la Comisión Económica  para América Latina y el Caribe (CEPAL), la inversión extranjera directa ascendió en la región a 173 mil millones de dólares, lo que represento un 6,7%  más de capital y nuevas tecnología con relación al año  2011, lo cual se reflejo positivamente en el crecimiento de un 4% promedio del Producto Interno Bruto (PIB). Pero, debido a la absurda política del gobierno cubano de aplicar de manera restringida y selectiva la Ley77, Cuba fue el único país miembro de la CEPAL que no recibió un solo centavo de ese dinero.
Parece que las inversiones extranjeras no son prioritarias en la actualización del  modelo económico cubano. Así que han experimentado un acelerado retroceso en la última década. Al cierre de 2012, estaban registradas en la Cámara de Comercio de Cuba 190 empresa extranjeras. Debido al endurecimiento de las condiciones que impone el gobierno a los empresarios extranjeros, un alto por ciento de ellos no renovó los acuerdos que habían firmado y se marcharon definitivamente del país.
El viceministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Antonio Carricarte, en un encuentro reciente con periodistas extranjeros especializados en temas económicos, especialmente invitados a Cuba, dejó claro que no está prevista la modificación de la Ley 77, pero  indicó que se trabaja para hacer negocios con socios internacionales en la minería, el turismo y la industria alimentaria, todo dentro de la actual Ley de Inversión Extranjera.
Lo que Rodrigo Malmierca, Ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, le orienta  a su subalterno Carricarte, se contrapone totalmente con las opiniones vertidas  por el Cónsul de la Oficina de Intereses de Cuba en Washington, Llanio González Pérez, durante un encuentro sostenido, en la ciudad de Miami, con integrantes de la coalición Alianza Martiana, que dirige el periodista Max Lesnik, un simpatizante activo del gobierno cubano.
En dicho cónclave, que como es lógico, fue autorizado previamente por La Habana, el diplomático González Pérez  dijo a los asistentes que pronto estará lista una nueva Ley de Inversión Extranjera, que incluirá la posibilidad de que cubanos residentes en el exterior puedan invertir en negocios de la Isla.
Ante tales contradicciones entre lo declaran distintos funcionarios del régimen, uno no sabe a quién creer. Lo que sí es seguro es que las palabras del diplomático cubano  se ajustaron al guión que le habían entregado sus superiores de La Habana, confiados de la repercusión que tales planteamientos tendrían en la comunidad de emigrantes radicados al sur de la Florida. En definitiva, lo que interesa a los gobernantes cubanos es ganarse la simpatía y el apoyo de la mayoría de ellos.
El proceder del Cónsul cubano en la reunión de Miami buscaba  mandar un mensaje de seguridad y confianza para lograr que se amplíe el envío de remesas y productos varios.
El pasado año, el monto de las remesas y los envíos rondó los 5 mil millones de dólares, el doble de la entrada bruta del turismo. Esa cantidad solo fue superada por las ventas de servicios especializados, principalmente a Venezuela, que fue de 6 000 mil millones de dólares.
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Posted by: "Comité Pro Libertad de Presos Políticos Cubanos"