viernes, 14 de junio de 2013

Yacoubian, un gánster disfrazado de altruista

| Por Osmar Laffita Rojas
LA HABANA, Cuba, junio, www.cubanet.org -En el más absoluto secreto, con extremas medidas de seguridad, sin acceso al público y a la prensa, fue juzgado en el tribunal municipal de Diez de Octubre, entre el 20 y el 24 de mayo, el empresario canadiense de origen armenio Sarkis Yacoubian. Su detención había tenido lugar el 15 de julio de 2011.
También fue juzgado su socio, el libanés Krikor Bayassalian, el cual, hasta el mes de julio de 2011, cuando fue detenido, fungió como presidente de la firma comercializadora Tris-Star.
Desde 1996, Yacoubian era el  proveedor de carros blindados para SEPSA, empresa de seguridad perteneciente al Ministerio del Interior. También suministraba diferentes tipos de vehículos para los ministerios de Salud Pública, Industria Básica, Comunicaciones, Turismo, Construcción y el Instituto de Recursos Hidráulicos. Llegó a convertirse aquí en el principal suministrador de parque automotor, servicios posventas, tecnología y materia primas, como resultado de la compleja red que había montado para burlar el embargo impuesto por Washington contra el gobierno de La Habana.
Este “reputado y probo” comerciante canadiense, a quien le acreditaban en Cuba un gran espíritu altruista, llegó a ser uno de los empresarios extranjeros de mayor confianza para los altos personeros de nuestro gobierno.
Tris-Star se encontraba domiciliada en la Avenida 5ta-e,  no. 9418, entre 94 y 96, en el exclusivo barrio capitalino de Miramar. Con una plantilla de 60 empleados, fue la mayor firma extranjera dedicada a la comercialización en La Habana. Mantenía negocios regulares con más de 35 empresas cubanas, que le hicieron compras por decenas de millones de dólares.
Los primeros tratos comerciales de Yacoubian y Cyk Tokmakjian en Cuba datan de 1988. El segundo asumió posteriormente la presidencia del Grupo Tokmakjian.  Antes del cierre de esa firma y su detención, era el distribuidor exclusivo de  vehículos de la marca sudcoreana Hyundai.
Luego de 15 años de negocios con las empresas cubanas, Yacoubian y Tokmakjian, que eran mecánicos automotrices, se convirtieron en comerciantes millonarios con intereses en Canadá y otros países. Ambos llegaron a ser los empresarios extranjeros de mayor reputación entre los radicados en la Isla.
Todo parecía indicar que Yacoubian poseía una especial pericia para navegar en las oscuras y tormentosas aguas de su negocio y para ganarse la confianza de las autoridades cubanas. De su dinero, donó al Ministerio de Salud Pública un lote de ambulancias y un vehículo para la campaña contra el dengue. De igual manera, donó contenedores de ropas para los damnificados por los huracanes, así como un equipo destinado a la minería, valorado en 350 000 dólares.
Pero ese desmedido altruismo estaba dirigido a afianzar su posición ante las autoridades cubanas. Con tales gestos, lo que Yacoubian realmente perseguía era ocultar una larga cadena de lavado de dinero y de compra de influencia a funcionarios del régimen.
Tris-Star funcionaba como una especie de banco sobre el que no ejercían control  las autoridades bancarias nacionales. Varios funcionarios de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (ETECSA) han sido apresados en relación con estas ilícitas operaciones. Se dice que Yacoubian les facilitaba que lavaran el dinero obtenido en operaciones sucias.
Lo que sí es seguro es que lo ocurrido en ETECSA fue la punta del iceberg de toda una intrincada cadena de corrupción y de turbias operaciones financieras por las que fueron apresados, juzgados y condenados funcionarios ministeriales y empresariales cubanos, lo que condujo al cierre de Tri-Star y a la detención de Yacoubian, confinado actualmente en la prisión para extranjeros La Condesa, a la espera de la sentencia del tribunal.


Posted by: "Comité Pro Libertad de Presosos Políticos Cubanos"

No hay comentarios:

Publicar un comentario