sábado, 20 de abril de 2013

Base Naval de Guantánamo: Testimonio de un éxodo

REPUBLICA DE PANAMA CAPITULO V (Continuación)


            (61)



En los días siguientes comenzaron a aparecer, en los murales del campo, información sobre las categorías de “Parol” que se autorizaban a viajar a los Estados Unidos, entre ellos los niños con situaciones precarias de salud junto a sus familiares, ancianos de 70 años y personas enfermas crónicas, se especificaba que debían tener patrocinadores en USA. Los que no clasificaban en estas tres  categorías, debían regresar a Cuba y hacer los trámites migratorios por medio de la Oficina de Intereses en la Habana. Muchas de estas informaciones fueron arrancadas de los murales, claro mensaje que no deseábamos regresar a Cuba.
En la tarde del día 9 de diciembre de 1994, se efectúo una requisa en los bloques 6 y 7. Al parecer buscan armas, cigarros y drogas, pues utilizaron perros en esta operación. Se sabía que una ciudadana panameña, trabajadora civil, había sido sorprendida tratando de introducir marihuana. En esta requisa fue apresado un Sr. del bloque # 7, quien fue sorprendido con marihuana. Debido a esta situación las requisas se intensificaron.
La prensa escrita, radiada y televisiva continuaba haciéndose eco de los disturbios y daban cifras, en ocasiones exageradas, y en otras disminuidas.
En nuestro campamento se habían producidos delitos de violación a una jovencita de 15 años, la violación de un niño de 10 años, riñas tumultuarias, etc. Por suerte todas estas personas se fueron eliminadas solas.
Todos los intentos de fuga que se gestaron por estos días,  fueron frustrados. Los que lograron salir, a través de la selva panameña, fueron arrestados con la ayuda de perros y la policía panameña.
Los días 9 y 10 de diciembre de 1994, se realizó en  Miami, “La Cumbre de las Américas”, donde participaban todos los países del área, con excepción de Cuba.  El Presidente panameño, Sr. Ernesto Pérez Valladares, ratificó desde Miami, donde se encontraba participando en dicha Cumbre, que los balseros cubanos permaneceríamos en suelo panameño hasta el 6 de marzo de 1995, tal como lo establecía el contrato firmado entre Estados Unidos y Panamá. Nadie más hizo alusión al tema de los balseros.
El día 10 de diciembre (día de los derechos humanos) se realizó, entre los residentes del campamento # 3, una colecta de 120 dólares y  una donación de aseo personal valorada en 5000 dólares para ser entregadas a una Institución panameña encargada de albergar y alimentar a niños pobres, llamada “TELETÓN”.
Las instituciones fraternales, presentes en los campo (Masones. Odd-felow, Caballero de la Luz y Rosacruces) firmaron una carta, condenando los actos violentos y apoyando las medidas tomadas por el mando militar.
En los baños continuaban apareciendo carteles que incitaban a la huelga general para el día 24 de diciembre de 1994.
El día 11 de diciembre, se dió a conocer un documento firmado por el General Wilson, Jefe del Comando Sur y encargado de la “Operación Refugio Seguro en Panamá”, donde se condenaba la violencia empleada por los revoltosos en contra de los soldados durante los disturbios y entre otras cosas decía:
-En los disturbios, que tuvieron lugar los días 7 y 8 de este mes, mis soldados fueron agredidos impunemente por muchas de las personas que participaron en esos actos. No 


Continuará

No hay comentarios:

Publicar un comentario