viernes, 21 de diciembre de 2012

Inicio Prensa Independiente Actualidad Prensa Gubernamental Opinión Documentos Archivo ¿Quiénes somos? Usted esta en: Inicio»Articulos»Un hospital modelo en Cuba Facebook Twitter RSSNoticias por E-MailContacto Un hospital modelo en Cuba Viernes, Diciembre 21, 2012 | Por Gladys Linares LA HABANA, Cuba, diciembre, www.cubanet.org -En el periódico Granma del 6 de diciembre aparece en primera plana un artículo de la periodista Iris de Armas Padrino, en el cual hace alusión a las palabras de José Luis Di Fabio, representante de las organizaciones Panamericana y Mundial de la Salud (OPS/OMS) en Cuba, quien participó en la Convención Internacional de Salud celebrada recientemente en el Palacio de las Convenciones. Di Fabio ponderó el modelo cubano de salud, y en especial al médico y enfermera de la familia. Tal parece que este representante de la OPS/OMS en Cuba, solo ha visitado las salas de turismo de salud de algunos hospitales, o el Hospital Internacional Clínico Quirúrgico Cira García, donde la atención médica es de primera, así como el buen trato de los empleados de servicio, y no faltan la buena comida, la ropa de cama y los artículos de aseo personal. Allí las habitaciones tienen aire acondicionado, refrigerador y microondas, además de una cama para el acompañante. O quizás ha visitado el Centro Internacional Médico Quirúrgico, conocido como CIMEQ, donde se atiende la cúpula gobernante. Aquí el personal es escogido, y el paciente debe dar de antemano los nombres de quienes lo pueden visitar, para conformar una lista controlada por la dirección. En estos hospitales no se perciben los efectos del famoso “bloqueo imperialista”, ni la ausencia de los miles de médicos y profesionales de la salud alquilados por la dictadura a otros países, en condiciones de semi esclavitud, para mantener a flote la tambaleante economía. Pero estos centros no son representativos del modelo cubano de salud. Las opiniones en torno al médico y la enfermera de la familia difieren en nuestra población. Tal es el caso de Mario, que acudió con problemas digestivos al consultorio médico que le correspondía, pero siempre la joven doctora le diagnosticaba parásitos, basada en los análisis de heces fecales. Fue necesario acudir a un amigo para conseguir que le hicieran un chequeo general. Solamente así pudieron detectar el cáncer de colon que por poco acaba con su vida. El señor Di Fabio no conoció a Lino, quien ingresó en el Clínico Quirúrgico de Diez de Octubre (La Dependiente). Allí la suciedad, las tupiciones de los baños, la falta de agua, la mala comida, la falta de asientos para los acompañantes, el maltrato de los empleados y la despreocupación del personal médico (diez días sin hacerle ni una prueba), hicieron que su familia lo mudara para el Clínico Quirúrgico Manuel Fajardo, donde las cosas irían mejor, pero no porque el hospital fuera mejor, sino porque allí tenían amigos. Entonces, después de los análisis de urgencia en el Cuerpo de Guardia, hubo que ponerle una transfusión de sangre en horas de la madrugada, pues tenía 8 de hemoglobina, y a los tres días fue operado. Sería bueno que antes de emitir alguna opinión para validar y elogiar un sistema de salud que obviamente no conoce, Di Fabio hubiera visitado el Calixto García, donde las inquietas y golosas cucarachitas juegan sobre los pacientes, y empeñadas en mudarse a nuestros hogares, tratan de meterse en los ventiladores, cubos, sábanas, toallas y tantos trastos que los propios enfermos tienen que llevar al hospital.


 | Por Gladys Linares 
LA HABANA, Cuba, diciembre, www.cubanet.org -En el periódico Granma del 6 de diciembre aparece en primera plana un artículo de la periodista Iris de Armas Padrino, en el cual hace alusión a las palabras de José Luis Di Fabio, representante de las organizaciones Panamericana y Mundial de la Salud (OPS/OMS) en Cuba, quien participó en la Convención Internacional de Salud celebrada recientemente en el Palacio de las Convenciones. Di Fabio ponderó el modelo cubano de salud, y en especial al médico y enfermera de la familia.
Tal parece que este representante de la OPS/OMS en Cuba, solo ha visitado las salas de turismo de salud de algunos hospitales, o el Hospital Internacional Clínico Quirúrgico Cira García, donde la atención médica es de primera, así como el buen trato de los empleados de servicio, y no faltan la buena comida, la ropa de cama y los artículos de aseo personal. Allí las habitaciones tienen aire acondicionado, refrigerador y microondas, además de una cama para el acompañante.
O quizás ha visitado el Centro Internacional Médico Quirúrgico, conocido como CIMEQ, donde se atiende la cúpula gobernante. Aquí el personal es escogido, y el paciente debe dar de antemano los nombres de quienes lo pueden visitar, para conformar una lista controlada por la dirección.
En estos hospitales no se perciben los efectos del famoso “bloqueo imperialista”, ni la ausencia de los miles de médicos y profesionales de la salud alquilados por la dictadura a otros países, en condiciones de semi esclavitud, para mantener a flote la tambaleante economía. Pero estos centros no son representativos del modelo cubano de salud. Las opiniones en torno al médico y la enfermera de la familia difieren en nuestra población. Tal es el caso de Mario, que acudió con problemas digestivos al consultorio médico que le correspondía, pero siempre la joven doctora le diagnosticaba parásitos, basada en los análisis de heces fecales. Fue necesario acudir a un amigo para conseguir que le hicieran un chequeo general. Solamente así pudieron detectar el cáncer de colon que por poco acaba con su vida.
El señor Di Fabio no conoció a Lino, quien ingresó en el Clínico Quirúrgico de Diez de Octubre (La Dependiente). Allí la suciedad, las tupiciones de los baños, la falta de agua, la mala comida, la falta de asientos para los acompañantes, el maltrato de los empleados y la despreocupación del personal médico (diez días sin hacerle ni una prueba), hicieron que su familia lo mudara para el Clínico Quirúrgico Manuel Fajardo, donde las cosas irían mejor, pero no porque el hospital fuera mejor, sino porque allí tenían amigos.
Entonces, después de los análisis de urgencia en el Cuerpo de Guardia, hubo que ponerle una transfusión de sangre en horas de la madrugada, pues tenía 8 de hemoglobina, y a los tres días fue operado.
Sería bueno que antes de emitir alguna opinión para validar y elogiar un sistema de salud que obviamente no conoce, Di Fabio hubiera visitado el Calixto García, donde las inquietas y golosas cucarachitas juegan sobre los pacientes, y empeñadas en mudarse a nuestros hogares, tratan de meterse en los ventiladores, cubos, sábanas, toallas y tantos trastos que los propios enfermos tienen que llevar al hospital.


Posted by: "Comité Pro Libertad de Presos Políticos Cubanos"

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