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Este es el testimonio narrado por el Sr. Luis M. Díaz Ramírez, residente del Campamento # 2, los días 7 y 8 de diciembre de 1994:
Sobre las 6 de la tarde del día 7 de diciembre, varios helicópteros comenzaron a dejar militares por los alrededores del campo. Se tenía noticias que se estaba produciendo una revuelta en el Campo # 1, pero no se sabía la magnitud de la misma. No había comunicación entre los campos, pero el movimiento de tropas indicaba que algo estaba sucediendo.
Un numeroso grupo de personas comenzaron a concentrarse por los alrededores de la cerca y observaban el movimiento de los antimotines. Estas mismas personas acordaron reunirse a las 8 de la noche en la cancha de Baloncesto, con el objetivo de iniciar una protesta en reclamo de nuestros derechos y tratar de salir al exterior del campo.
A la hora indicada, cerca de 300 personas se encontraban reunidas y comenzaron a gritar visas y libertad, dirigiéndose, de forma amenazadora, hacia la puerta principal, donde se apoderaron de un “Yipy”, el cual lanzaron contra la cerca por diferentes puntos. Luego de agotar el combustible el vehículo fue volcado, a pesar de los intentos , por parte de los militares, para evitarlo. Al quedar rota la cerca los manifestantes comenzaron a salir hacia el exterior del campamento, otros brincaban la cerca, con el objetivo de dirigirse a la ciudad. Muchas de las personas llevaban el rostro cubierto.
Los soldados trataron de impedir la fuga, pero eran frenados por los furiosos balseros que desde dentro del campo lanzaban andanadas de piedras. Posteriormente todos los que lograron salir, fueron apresados y devueltos al campo.
Sobre las 11 de la noche las turbas se fueron calmando, vale decir agotando, y se retiraron a descansar o a dormir. La noche transcurrió en relativa calma.
A la mañana siguiente (12-8-1994), los soldados habían tapado los huecos de la cerca y la situación seguía relativamente normal, con el campamento desordenado.
Sobre las 10 am comenzaron a verse densas columnas de humo, procedentes del Campamento # 1. La televisión local comenzó a proyectar imágenes y a trasmitir noticias de los disturbios de este campo. Las personas que vieron esto comenzaron a arengar a los demás, logrando reunir decenas de manifestante, los cuales se dirigieron a la puerta y se abalanzaron sobre la misma, logrando derribarla. Fueron inútiles los esfuerzos de los militares para impedir que esto sucediera.
Los que lograron salir se apoderaron de vehículos estacionados fuera del campo. Un monta Carga, tenía cadenas en el timón y al no poder manipularlo lo dejaron caminando sólo, para encima de lo militares.
Los sublevados se apoderaron de dos triciclos y al no poderlos poner en marcha los metieron dentro del campo y le prendieron fuego, otro, lo lanzaron contra la cerca.
Mientras tanto, los soldados habían formado un cordón compacto sobre todo alrededor del área exterior del campo, tratando de evitar que los amotinados se fugaran para la urbe.
Las fuerzas antimotines comenzaron a avanzar al unísono sobre los revoltosos. Trataban de que éstos entraran al interior del campo.
Continuará
Posteado por: "Comité Pro Libertad de Presos Políticos Cubanos"
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