"Comité Pro Libertad de Presos Políticos Cubanos": Los opositores tienen la palabra: Félix Navarro Rodríguez

sábado, 21 de enero de 2012

Los opositores tienen la palabra: Félix Navarro Rodríguez

Jueves, Enero 19, 2012 | Por CubaNet

La diversidad de opiniones es uno de los sostenes de la democracia y los opositores cubanos tienen opiniones variadas sobre el presente y el futuro del país. Con esta serie de pequeñas entrevistas que publicaremos durante la actual semana, CubaNet pone a la consideración de sus lectores los criterios de algunos opositores pacíficos acerca de lo acontecido en 2011 y lo que esperan para 2012.

Félix Navarro Rodríguez nació el 10 de julio de 1953, en Perico, Matanzas, en el seno de una familia campesina. Profesor de enseñanza media y maestro de primaria en el inicio de una carrera que se extendió por más de 21 años, fue expulsado del magisterio por “traición a la revolución”. Expreso político del Grupo de los 75, fundó en 1999 el Movimiento por la Democracia Pedro Luis Boitel.

CubaNet: En Cuba se ha recrudecido la represión contra los opositores en los últimos tiempos. ¿Cómo ve usted el asunto desde la perspectiva de un poblado pequeño, como Perico, en la provincia de Matanzas, donde usted reside?

Navarro: Es imposible vislumbrar algo diferente a lo que estamos viviendo en todo el país, no sólo en la provincia donde resido. La represión se encuentra a un nivel como nunca se había visto. En momentos determinados se ejercía contra una persona, o una organización. Ahora la represión está dirigida a todas las personas que de forma abierta estamos identificadas con el proceso de los cambios que se necesitan para bien de todos los ciudadanos. Hay represión cuando, por ejemplo, vas a viajar a alguna parte. Te detienen y no te dejan mover; hay represión marcada por las agresiones físicas a los activistas y sus viviendas. Se producen agresiones en cualquier actividad que realizamos, y nos golpean con hierros, palos, pedazos de manguera. Recibimos ayer la comunicación del municipio Colón, en Matanzas, que la vivienda de la opositora Caridad Burunate Gómez amaneció, una vez más, embadurnada de excrementos. Y el día 3 de enero, mi propia vivienda fue agredida. Llovían las piedras mientras mirábamos la televisión. Se trata de un nivel de agresión terrorista, para obligarnos a desistir, o abandonar el país, algo que no vamos a hacer.

CubaNet: ¿A qué cree que se debe la agresividad multiplicada del gobierno contra ustedes?

Navarro: No tienen otra alternativa que agredirnos violentamente, porque están aferrados al poder, y no quieren abrir las puertas a la democracia; se niegan a permitir otras ideas. A lo que sí están dispuestos es a mantener el poder a toda costa.

CubaNet: ¿Ha visto algún acercamiento de la población a la organización que preside, o al menos solidaridad?

Navarro: Es muy difícil solidarizarse con personas que están totalmente desprovistas de defensa legal. Las filas de nuestro Partido se vieron muy diezmadas después de la Primavera Negra de 2003, cuando fuimos encarcelados los principales dirigentes; unos fueron para Holguín, otros para Guantánamo. Aquello provocó que algunos de los que no fueron encarcelados abandonaran el territorio nacional, y otros se replegaran. En mi caso, fui condenado a 25 años. Cuando salí el año pasado con licencia extrapenal, hemos vuelto a organizar el Partido, poco a poco. Pero generalmente la población no se vincula a la oposición. Aunque hemos recibido la solidaridad de algunas personas, que, a su manera, nos han apoyado. Se han dado casos en que la gente se ha negado a participar en actos de repudio, y han tenido que traer personas de otros lugares. Esto sí representa un gesto de solidaridad, pero cuando gritamos, por ejemplo, abajo Fidel, abajo Raúl, la gente se espanta. En ese momento perdemos el apoyo que necesitamos.

CubaNet: ¿Qué lo movió a quedarse en Cuba después que fue liberado?

Navarro: Soy prisionero de conciencia desde 1993. Me detuvieron cuando colocaba carteles antigubernamentales en el pueblo, siendo director de una escuela secundaria básica. Me sancionaron a 3 años de cárcel, de los cuales cumplí veinte meses. Cuando salí, nadie de mi familia quiso abandonar el país. Y eso no ha cambiado. Jamás presentamos papeles para marcharnos. El 10 de julio de 2010 me llamó el cardenal Jaime Ortega, y me planteó la posibilidad de viajar a España con mi familia. Le dije que no, que prefería quedarme en el país aunque tuviera que cumplir los 25 años de prisión a los que me condenaron. Me mueve solamente mi voluntad de permanecer en Cuba, a pesar de los riesgos que pueda correr.

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ENTREVISTAS: