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Traíamos un médico
a bordo, que al final resultó ser un “sanitario”, el cual atendía nuestras
necesidades de medicinas y dolencias.
La comida (cena)
la sirvieron sobre las 6pm. Comimos lo
mismo que en el almuerzo, pero con
trocitos de carne, que más bien parecían calamares. Estos “manjares” me tenían
algo confundido, pues no sabía, a cien si a cierta, lo que estaba degustando.
El mar continuaba
furioso, pero a pesar de estas inclemencias del tiempo, nuestro “coloso marino”
se mantenía imperturbable, majestuoso y estable, aunque algo lento.
Llegó la noche, y
muchos de los balseros se reunían para charlar y relatar sus experiencias
vividas en el mar...Un Sr. de la Habana, relató la historia ocurrida durante su travesía y realmente me
resultó conmovedora: Salieron 7 personas
por Guanabo, La Habana, el día 23
de agosto de 1994. En horas de la noche del día 25, fueron sorprendidos
por un mal tiempo. La balsa fue virada al revés y sus ocupantes cayeron en las
oscuras aguas. Sólo alcanzaron la balsa tres personas, el resto desapareció en
las turbulentas aguas. Estas tres personas venían atadas a una soga por la
cintura, que a su vez venía amarrada a la balsa. Los tres sobrevivientes fueron
rescatados el 31-8-94, a 12 millas de la Florida.
Otro Sr. narró,
que después de 8 días de navegar en el mar, uno de los que venían en su balsa
(4 en total), se paró y salió caminando
en busca de un supuesto barco que estaba cerca. Este hombre no se volvió a ver
más, desapareció en el mar.
Así se escuchaban
anécdotas de de los horrores vividos
durante la travesía. No pocos habían confrontado problemas durante el viaje
suicida.
Sobre las 10 de
la noche del día 1ro de septiembre de 1994, sentí que el Guarda Costa detuvo
sus máquinas y, después de 30 o 40 minutos, comenzaron a subir “Balseros”.
Fueron 8 los rescatados esta vez, y habían salido de “Gibara” en una lancha de
19 pies con motor, llamada “11no. Festival”. Salieron el día
30 de agosto de 1994, y no
presentaron mayores problemas..Todos los gibareños que salieron por la
“Palometa” se reunieron con este grupo, para saber lo que se decía y sucedía en
su pueblo.
Sobre las 11 de
la noche me acosté, pensando en mis seres queridos y en mi “incierto futuro”.
Pensaba que no tenía familiares en USA que pudieran “tirarme un cabo” y por las cosas que se decían en Cuba, además
no sabía qué tiempo permanecería en La Base de Guantánamo; me iba a ser difícil
rehacer mi vida. ¡Bueno, ya buscarán la manera de sacarme de la Base, no creo
que me dejen solo. Pensé.
A las 6 de la mañana
del día 2 de septiembre de 1994 me desperté. La mañana estaba nublada y el mar
estaba embravecido. Pensé en todos los cubanos, que seguramente se encontraban
tratando de escapar de la Isla en estos momentos, y que con este mal tiempo les iba a ser difícil
salir airosos de su osadía. A Causa de la inclemencia del tiempo el
Guardacostas disminuyó, aún más, su velocidad. Comenzó una pertinaz llovizna,
la cual cesó 20 minutos después.
Sobre las 7:30am,
dieron el desayuno. ¡Harina de nuevo!. Me comí la mía y la de Odelito. ¡Tenía
un hambre que me comía cualquier cosa!.
Continuará
Posteado por: "Comité Pro Libertad de Presos Políticos Cubanos"
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