
Los actores que intervinieron en el montaje escénico, inspirado en la obra del escritor y dramaturgo francés Albert Camus, también incorporaron al desfile un lienzo con el nombre de Calígula, utilizado en la puesta.
Carlos Díaz, director de Teatro El Público, quien ha sido muy criticado por el recurrente uso del travestismo, así como por el desnudo corporal en sus puestas teatrales, declaró que “la actividad representa el reclamo de los teatristas a los derechos de Cuba”.
En esta versión de Calígula, el público presente en la sala del Trianón ha reído a carcajadas al captar los numerosos mensajes subrepticios de la puesta. Desde el opening, se evidencia el ambiente de la burocracia, la omnipresencia del líder, el abuso de las condecoraciones patrióticas, la jerga dirigente, la complicidad de los intelectuales, las conspiraciones y el abuso de poder que, al ser imbricados con el anacronismo del vestuario y los elementos escenográficos, musicales y luminotécnicos, homologan aquella Roma antigua con la realidad cubana de los últimos 54 años, incluso, cuando unos de los actores anuncia solemnemente que ¡El emperador ha muerto!, el personaje de Calígula irrumpe exclamando:
-¡No, aún estoy vivo!
Final que parodia los ya recurrentes rumores mediáticos en torno a la muerte de Fidel Castro.
Asimismo, cuando Teatro EL Público marchó este domingo para reclamar los derechos de Cuba, muchos transeúntes se preguntaron en voz alta:
-Sí, ¿pero cuáles derechos?.
Posted by: "Comité Pro Libertad de Presos Políticos Cubanos"
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