sábado, 5 de mayo de 2012

Las calles del 2050


| Por David Canela Piña
LA HABANA, Cuba, mayo, www.cubanet.org -Para el año 2050 los paisajes citadinos cubanos tendrán un nuevo esplendor: se habrán reconstruido la mayoría de los barrios antiguos –previa demolición de miles de solares (cuarterías) y edificios ruinosos–, los barrios periféricos estarán mejor conectados con la costa norte y la bahía de La Habana, el transporte público no demorará más de 15 minutos, las calles estarán bien iluminadas y asfaltadas, con tiendas, oficinas y comercios que pululen por doquier, y se habrá modernizado la imagen arquitectónica de la capital, con inmuebles que superen la altura de la torre de la Plaza Cívica (llamada todavía hoy Plaza de la Revolución). Se harán muy pocos edificios de microbrigada al estilo soviético, que pueden tardar más de 26 años en construirse, y las calles no tendrán esos nombres impersonales de Avenida de Bélgica, de Italia, o Chile, sino que le serán reivindicados y respetados sus nombres populares, así como nadie llama a las aves y las plantas por su nombre científico.
Como ya seremos una democracia formal, podremos rendirle homenaje a las figuras del pasado, incluyendo las del período comunista. Y no habría que poner reparos en llamar a una calle Fidel o Raúl, pues incluso un comerciante y tratante de esclavos, propietario de ingenios azucareros y cuatro veces Alcalde Municipal de La Habana, entre los años 1860 y 1876, como Julián de Zulueta Amondo, le ha dado su nombre a una de las calles de esta urbe, por haber gestionado el contrato para el derribo de sus antiguas murallas.
Para este agasajo a los antiguos presidentes de la República socialista, podría elegirse una vía principal de los barrios periféricos de San Agustín, de Alamar o del Reparto Eléctrico, ya que los Castro han sido “defensores fervientes” de la clase obrera. Allí podrían celebrarse los desfiles del Partido Comunista, los festejos paralelos para conmemorar el triunfo de la Revolución, pues el 1° de Enero la mayoría de las personas estaría celebrando el Año Nuevo, e incluso ubicar los Bazares del Arte Revolucionario, donde se vendieran boinas del Ché, pulóveres de Fidel, y banderas del 26 de Julio. Podría en esa calle haber edificios de oficinas, en los cuales radiquen empresas especializadas en demolición, periódicos de sindicatos y gremios profesionales, y una escuela para diputados a la Asamblea Nacional, que ya no se llamaría “de cuadros”, para que no se confunda con una escuela de pintura.
La única sugerencia que le haría al Alcalde Municipal de ese momento es que  repare esa calle solamente cada veinte o treinta años, si las condiciones del país lo permiten. Y tal vez un niño, caminando por esa avenida agreste, de la mano de su abuelita, le pregunte por qué no se arregla, si las otras calles están arregladas y bonitas; y tal vez ella, con una mirada tierna y compasiva, le responda: “Porque esta calle es de Fidel”.



Posteado por: "Comité Pro Libertad de Presos Políticos Cubanos"


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