domingo, 9 de octubre de 2011

RECORRIDO EN BALSA (CAPITULO 1) Continuación



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Tony, joven de 22 años, honrado y trabajador, con un hijo de 5 años de edad, había decidido irse del país buscando un futuro mejor para su familia, pues sabía que en Cuba todos los caminos hacia la prósperidad y la libertad estaban cerrados para los isleños y así se lo hizo saber a la progenitora de sus días. La madre trató de persuadirlo para que desistiera de esa  osada idea, pero él  le respondió: -Mami, no me vas a convencer, ya lo he decidido y no hay marcha atrás. No se preocupen, que la salida la haremos en una embarcación de 21 pies, con motor fuera de borda; y  entre  la tripulación hay tres personas que son “lobos de mar”. El viaje es seguro- Esto lo decía para no preocupar a la madre, pues en realidad la embarcación era una precaria y destartalada Balsa, la cual habían construidos con recortes de madera y 5 cámaras de camión.
Después de conseguir una lona con la cuñada de mi esposa, la cual serviría de vela, Tony se despidió de la familia. Fue una despedida triste y emotiva. A mi esposa se le salían las lágrimas.
-Si dentro de tres días no he regresado por aquí es que  nos fuimos. Ya los llamaré en cuanto llegue-Antes de irse nos dió la dirección donde se encontraba parando en Gibara.
Junto con Tony, salió  su primo Alexander. Otro joven que veía con frustración el futuro de su país y su familia.
Sentí grandes deseos de irme con Tony, pero no tenía la certeza de que todo esto fuera real  y permanecí junto a mi esposa y familia.
En 27 de septiembre de 1989, fui apresado por guardafronteras cubanos a la altura del puente “Vacunayagua”, Matanzas, tratando  de salir ilegalmente en balsa hacia USA. Permanecí 18 meses preso en la cárcel de “máxima seguridad”  de Aguica.
En 1991, a raíz de mi excarcelación ( 27 de marzo de 1991), había presentado, en las Oficinas de Intereses de los Estados Unidos, mi solicitud para salir legalmente del país. Esperaba que de un momento a otro me llegara respuesta a este pedido.
Me sentía asqueado de todo lo que me rodeaba (como ambiente): miseria material, miseria moral, corrupción, depauperación del país, represión, doble moral, y sobre todo la degradación del ser humano. El cubano actual había perdido muchas de las virtudes que como pueblo nos caracterizaban. El sistema comunista cubano se había trazado crear un hombre nuevo y lo estaba logrando, pero para mal de nuestro pueblo.
Habían pasado los tres días que Tony había dado como plazo y  al no regresar, Marina y yo decidimos viajar a Gibara, para saber qué sucedía.
El sábado 27 de agosto mi esposa se entera que Pedro Estrada, vecino que vive al fondo de la casa, viajaría con su camión a Gibara. Marina contacta con Pedro Estrada y éste accede a llevarnos. Quedó en recogernos a las 2pm. A la hora indicada Pedro pasó a recogernos. Antes de enfilar hacia nuestro destino, pasamos por algunos lugares de la ciudad, para recoger hielo, pan etc, los cuales Pedro necesitaría para pasar dos días de descanso en la Playa de “Caletones”. Habíamos recorrido 5 o 6 kms, cuando el camión se detuvo. Pedro bajó, revisó el motor y con profundo pesar nos dijo- Srs. esta mierda se jodió, tenemos que regresar-
Ya de regreso en casa, el tío de mi esposa, Guillermo, se dió a la tarea de reparar el vehículo, pues era mecánico automotriz.

Continuará

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