miércoles, 9 de abril de 2014

El régimen insiste en condicionar la solución del caso de Gross a la liberación de sus espías

Dice estar 'preocupado' por la huelga de hambre del contratista estadounidense, pero afirma que está 'en buenas condiciones físicas'.
El Gobierno volvió a condicionar este miércoles una solución del caso del contratista estadounidense en huelga de hambre Alan Gross a la liberación de los tres agentes cubanos que cumplen condenas por espionaje en Estados Unidos.
"El Gobierno cubano reitera su disposición a buscar, de conjunto con el Gobierno norteamericano, una solución al caso del señor Gross que contemple las preocupaciones humanitarias de Cuba relacionadas con el caso de los tres cubanos del grupo de los Cinco, que continúan injustamente encarcelados en Estados Unidos por más de 15 años", señaló el Ministerio de Relaciones Exteriores en una nota.
La directora general de Estados Unidos de la Cancillería, Josefina Vidal, manifestó "preocupación" por la huelga de hambre iniciada por Gross el pasado 3 de abril, pero dijo que el contratista "está en buenas condiciones físicas" y que "su salud es normal y estable".
Gross, encarcelado en Cuba desde 2009 y condenado a 15 años de cárcel, anunció su ayuno para protestar por el "trato inhumano" que recibe y reclamar a La Habana y a Washington su liberación.
"Estoy ayunando en protesta contra las mentiras, los engaños y la inacción de ambos gobiernos, no solo cuanto a su responsabilidad compartida por mi detención arbitraria, sino además por la ausencia de cualquier esfuerzo razonable o válido para resolver esta situación vergonzosa", dijo el estadounidense, de 64 años, en una declaración difundida una portavoz de la familia.
En la nota oficial de este miércoles, La Habana dijo que Gross "ha recibido un tratamiento digno y decoroso".
Se encuentra recluido en el Hospital Militar Carlos J. Finlay, de la capital, "no porque su situación de salud lo requiera, sino porque allí se le garantiza atención especializada por parte de personal médico y de salud altamente calificado", afirmó.
La cancillería dijo que Gross "ha sido visitado por su esposa y su abogado, con los que mantiene además comunicaciones telefónicas y electrónicas sistemáticas, así como con otros familiares y amistades". Añadió que el contratista recibe atención consular mensual de diplomáticos estadounidenses y ha recibido visitas de personalidades políticas y religiosas.
Gross "fue detenido, procesado y sancionado por violar las leyes cubanas, al implementar un programa subversivo financiado por el Gobierno de Estados Unidos, mediante el establecimiento de sistemas de comunicaciones ilegales y encubiertos, con el uso de tecnología no comercial", dijo La Habana.
El Gobierno estadounidense niega esos cargos y sostiene que el contratista solo trataba de proporcionar acceso "sin censura" a internet para "una pequeña comunidad religiosa" judía en la Isla.
Washington ha rechazado hasta ahora un canje de Gross por los espías cubanos presos en cárceles estadounidenses alegando que los casos no son equiparables.
Dos de los cinco espías ya salieron de prisión y regresaron a la Isla. Fueron condenados en 2001 por actuar como agentes extranjeros no identificados e intentar penetrar en bases militares estadounidenses, entre otros cargos.
De los tres que permanecen encarcelados, Gerardo Hernández, considerado el cabecilla del grupo, cumple la mayor condena, por su responsabilidad en el derribo por parte del Ejército cubano de dos avionetas de la organización del exiliados Hermanos al Rescate, hecho ocurrido en 1996 y en el que murieron cuatro activistas.

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