jueves, 27 de junio de 2013

Medicinas en el mercado negro: un engendro de la "Rovolución"

Ofensiva contra los boticarios ambulantes

| Por Odelín Alfonso Torna
LA HABANA, Cuba, junio, www.cubanet.org -Antonio es un boticario ambulante, con aproximadamente 40 años de edad, tez negra y baja estatura. Nunca declara su lugar de residencia, por temor a las delaciones, quizá tampoco sea ese su verdadero nombre.
Anda y desanda La Habana vendiendo medicamentos para todas las dolencias: jeringas desechables, gasas antisépticas, bisturí, set de sueros y otros instrumentales por encargo. Se le puede ver circundando los policlínicos de la periferia habanera, fingiendo ser un cardiópata, un epiléptico o un diabético, siempre con la finalidad de obtener recetas, para luego adquirir los medicamentos en las farmacias.
En Cuba, los falsos enfermos como Antonio subsisten de esta manera, a la caza del médico de turno, de la enfermera compasiva y de las fechas de suministros de medicamentos en las farmacias.
Pero también están los que no adolecen de nada, los que tienen acceso a los medicamentos en las instituciones médicas, los boticarios oficiales, los distribuidores y empleados de la industria farmacéutica, que constituyen la primera mano en el emergente mercado negro. Otra forma de “luchar”, no para vivir, sino para sobrevivir al margen de los miserables salarios.
Según el Anuario Estadístico de Salud Pública, Cuba cuenta con 215 hospitales y 488 policlínicos (75 de éstos con servicio de ingreso temporal). También cuenta con más de 530 mil trabajadores de la salud, 69,5% mujeres. La mayoría percibe un salario básico de 500 a 800 pesos al mes, menos de 40 dólares, según la especialidad o el cargo.
Así como los revendedores o trabajadores por cuenta propia –ferretería, alimentos y otros insumos en el mercado minorista-, fueron en su momento blancos de la prensa y luego de la policía económica, a los llamados boticarios ambulantes les ha llegado el turno ahora.

El reportaje de Talía
¿Cómo llegan esos medicamentos de muy limitada circulación al llamado mercado de la calle? La pregunta, un tanto “ingenua”, la hizo la periodista Talía González, en la segunda edición del Noticiero Nacional de Televisión, correspondiente al 18 de junio.
El bulldozer de la prensa oficial, o la “crítica de arte”, como identificaron a Talía en uno de los programas de La Neurona Intranquila, redondeó otra embestida contra individuos que nada esperan del gobierno, a no ser multas, actas de advertencia o prisión preventiva. Como de costumbre, en el reportaje faltó el eslabón intocable, las autoridades superiores, sobre quienes Talía supone que “visualizan el fenómeno y no actúan contra esas irregularidades”.
Según estadísticas del Ministerio de Salud Pública (MINSAP), Cuba produce dos tercios de su cuadro básico, compuesto por 866 medicamentos, que abarcan tratamientos para todas las enfermedades que afectan a los pacientes del patio. Además, exporta alrededor de 180 medicamentos, 38 de ellos producto de nuestra “abanderada” biotecnología.
Si hurgamos en la copiosa cartera de productos, obra de la propaganda política, más que de la realidad palpable, ¿por qué tanta especulación con los productos farmacéuticos, en un país que dice invertir anualmente más de 4 mil 900 millones de pesos en salud pública, y un gasto por habitante de aproximadamente 450 pesos (menos de 20 dólares)? ¿Se debe al desabastecimiento o a lo que Talía acredita, pero no investiga, una “falta de control en almacenes, instituciones hospitalarias y farmacias”?
El resultado de este reportaje no puede ser otro que el preludio de una ofensiva contra el eslabón más débil: los vendedores furtivos de medicamentos. No serán las auditorías ni los teatros montados por Talía -la única periodista autorizada a llegar, pero sin pasarse-, lo que frene el delito en las instituciones y los centros de distribución de medicamentos.
Pero por lo pronto, hasta que no baje la marea, Antonio va a tener que renunciar a su obsesión de inventar patologías, así como a los encargos de jeringas y todo lo demás que resuelve por la izquierda. Hoy toca el turno a los boticarios ambulantes, mañana vendrán por otras víctimas. Es la coartada para proteger al victimario mayor.
odelinalfonso@yahoo.com



Posted by: "Comité Pro Libertad de Presos Políticos Cubanos"

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