lunes, 5 de noviembre de 2012

Un desliz sobre el ejercicio de la soberanía


| Por Roberto Jesús Quiñones Haces
GUANTÁNAMO, Cuba, noviembre, www.cubanet.org -No creo que todos los cubanos tengan un conocimiento exacto de lo que es la soberanía. Los antecedentes del concepto se ubican en el siglo XIII, vinculados al pensamiento político de Maquiavelo. Durante el siglo XIV, comenzó a cuestionarse, de forma reiterada, el poder absoluto de la  Iglesia. Surgieron los movimientos liderados por Wyclitte, en Inglaterra, y Juan Huss, en Bohemia, y comenzó el debate social acerca de cuáles debían ser los derechos de los súbditos, del soberano y de la iglesia, así como los límites que debían imponerse al poder.
La doctrina  alcanzó sistematicidad en 1576, con Juan Bodin, pero fueron los  movimientos liberales burgueses los que generaron la idea de la soberanía como principio constitucional residente en el pueblo, que dimana de él.
Los teóricos comunistas afirman que fue un artilugio para encubrir la lucha de clases, pues, según ellos, en ningún estado burgués el pueblo es soberano. Sin embargo, la historia del socialismo en el siglo XX, y en lo que va de XXI,  ha demostrado que en los países denominados socialistas han sido conculcadas numerosas libertades reconocidas por el Derecho Internacional Público, mientras que en los países burgueses esas libertades se mantienen y ejercitan, con menor o mayor acierto, pero existen.
En estados burgueses como Venezuela, Ecuador y Bolivia, líderes populares se han hecho del poder, junto con sus movimientos, usando lo que los teóricos comunistas califican como ¨falsas libertades burguesas¨. Lo mismo ocurrió en Chile con el gobierno de Salvador Allende.
El artículo 1, de la Constitución cubana, afirma que ¨Cuba es un estado socialista de trabajadores, independiente y soberano, organizado con todos y para el bien de todos, como república unitaria y democrática, para el disfrute de la libertad política, la justicia social, el bienestar individual y colectivo y la solidaridad humana¨. El artículo 3 afirma que la soberanía reside en el pueblo, del cual dimana todo el poder del Estado, y que ese poder es ejercido directamente o por medio de las Asambleas del Poder Popular y demás órganos del Estado que de ellas se derivan en la forma y según las normas fijadas por la Constitución y las leyes.
Habría que preguntarles a los máximos dirigentes cubanos cómo es posible que existan estos artículos y que, a la vez, en Cuba no haya democracia. Valdría pedirles que expliquen qué entienden ellos por democracia y disfrute de libertad política. Si hay algo formal son estos artículos, porque, ¿se puede llamar ejercicio directo del poder a pronunciarse sobre una ley una vez cada diez o veinte años? ¿Cómo el  pueblo puede ejercerlo indirectamente, mediante el Poder Popular, si las asambleas municipales, provinciales y nacional se reúnen sólo dos veces al año y en ellas se discute únicamente lo que orientan el Consejo de Estado de la República y el Buró Político del PCC?
La edición del periódico ¨Granma¨, correspondiente al sábado 27 de octubre, publicó los datos sobre las votaciones del 21 de octubre pasado. En ellos se aprecia que del total de 8 599 493 electores en lista, votaron 8 101 598, por lo que dejaron de votar 497 895. Si a los que no votaron, sumamos los que  invalidaron las boletas (762 808), y los que las depositaron en blanco, que fueron 402 469, la suma ofrece que 1 663 172 electores de alguna forma expresaron su descontento.
Supongamos que 663 172 electores no pudieron ir a votar, o se equivocaron al llenar las boletas, entonces tendríamos que un millón expresó su descontento no yendo a votar, anulando las boletas o depositándolas en blanco. Ese millón representa el 11.62% del electorado, pero a diferencia de todos los demás países de Nuestra América, no tiene ninguna vía para exponer sus ideas políticas o defenderlas, y carece de la posibilidad de obtener una representación en el gobierno.
Ese millón de cubanos carece de soberanía y es discriminado en su propio país, lo cual es una palpable violación de sus derechos humanos. Digo más, el resto tampoco tiene soberanía, porque no elige a sus gobernantes, ni puede elegir entre varios proyectos de gobierno. ¿Por qué callan en cuanto a esto los demócratas del continente? ¿Consideran  que es justo que a un millón de cubanos, o a uno sólo de ellos se les discrimine e impida ejercer sus derechos políticos por no coincidir con el proyecto del partido único?
La soberanía interna está determinada por la práctica de libertades y derechos reconocidos por la comunidad de naciones, como la libertad de prensa, la de reunión y asociación, el derecho a huelgas, el derecho de que todos los ciudadanos estén representados en el gobierno y puedan elegir a quienes representen sus intereses. En Cuba eso no existe, por tanto no somos un pueblo soberano como reiteradamente afirman los dirigentes del gobierno.
Por eso me asombré cuando vi que en la edición del periódico Juventud Rebelde, correspondiente al martes 21 de agosto de 2012, se publicó una foto relacionada con el caso de Julian Assange, en la cual se puede leer un cartel que afirma: ¨Sin verdadera libertad de expresión no hay soberanía¨. ¿Fue un  desliz  o los directivos de Juventud Rebelde piensan que esa frase sólo está dirigida al exterior?


Posted by: "Comité Pro Libertad de Presos Políticos Cubanos"

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