domingo, 1 de julio de 2012
Medio siglo moringueando

Por: Arnaldo Ramos Lauzurique.
El señor de las iniciativas ha
tenido otra nueva idea portentosa, la enésima en más de 53 años, y que
ojalá sea la postrera; se trata de la Moringa Oleifera, que sirve para
todo -alimento animal y humano, medicina, afrodisíaco y hasta de
ornamento- y que debe resolver los principales problemas del país. Esto
hace recordar cuando en la década del 60 pobló a toda Cuba de gandul,
que según él, era un prodigioso arbusto, que entre otras muchas
propiedades podía resolver la nutrición del ganado y las personas, pero
ni la gente, ni las vacas le prestaron nunca el menor interés. Hoy nadie
se acuerda del gandul.
Como ese señor considera que el
pueblo de Cuba está compuesto de imbéciles, se trazó la obligación de
ser el único ser pensante en el país, y así bajo su orientación directa o
bajo su influjo, se han concebido en el período innumerables proyectos,
algunos por suerte prontamente fracasados y otros que han causado
grandes estragos sociales, económicos o ecológicos.
Una de sus primeras y más
ambiciosas iniciativas fue cuando se le ocurrió a mediados de 1959
desecar la Ciénaga de Zapata para dedicarla a la agricultura y utilizar
sus depósitos de turba para producir electricidad, mediante la
instalación allí de una Central Termoeléctrica, pero afortunadamente no
contó con recursos, ni tecnología para tan fabulosa obra destructiva.
Pero no contento con ello, en 1961 pretendió cerrar la Ensenada de Broa
mediante un pedraplén, para “agrandar” la nación y desecar la Ciénaga de
Zapata por drenaje. Por suerte no dispuso de la tecnología para ello.
El más tenebroso engendro del
señor Fidel Castro fue proponerle a Nikita Jruschov que la URSS fuera la
primera en descargar un golpe nuclear sobre EEUU en octubre de 1962,
éste le respondió alarmado que eso significaría iniciar la guerra
atómica, en la cual perecería, en primer término, el pueblo cubano; pero
su respuesta práctica fue ponerse de acuerdo con Kennedy y sacar
rápidamente los cohetes de Cuba, por si las moscas.
Una de sus “hermosas”
realizaciones fue poblar las playas de casuarinas, conocidas por pinos
australianos, que al cabo de muchos años hubo que talar debido a la
destrucción de las dunas de arena en Santa María y Varadero y que
convirtieron extensas áreas de arena de muchas playas en capa vegetal.
Bajo su influjo se introdujo en
Cuba el Eucalipto, un árbol que a la larga provoca la aridez de los
terrenos al extraer la humedad de los mismos con gran fuerza, al extremo
que es comparable con una bomba de agua. En los primeros años de la
década del 60, Ernesto Guevara solía enviar a las personas que castigaba
por cualquier motivo a sembrar eucaliptos en Guanahacabibes, lugar que
llenó de esa especie.
En septiembre de 1967 dio inicio
a los llamados micro planes, que constituían numerosas y costosas
parcelas de la nación manipuladas directamente por él y de los cuales no
se extrajo ningún beneficio. Como parte de esa iniciativa se creó el
Cordón de La Habana para abastecer de productos agrícolas a la capital y
donde se volcaba diariamente la población trabajadora interrumpiendo la
producción y los servicios en la urbe. Uno de sus cultivos principales
que se extendió a todo el país fue el café Caturra, felizmente
extinguido. Un año después ya el Cordón no existía, desapareció
anónimamente.
En octubre de 1967 creó la
Brigada Che Guevara, ampliamente dotada de poderosos equipos y que se
paseó de oriente a occidente derribando árboles frutales y otras
valiosas especies para incorporar tierras para la agricultura,
principalmente caña de azúcar para la “portentosa” zafra de los 10
millones de toneladas prevista para 1970. Los daños ecológicos de ese
empeño son conocidos, aunque no evaluados con precisión.

En marzo de 1968 decretó la
llamada Ofensiva Revolucionaria, solo comparable con la Revolución
Cultural de Mao Tse Tung, que liquidó en su casi totalidad la actividad
privada y a partir de la cual se desató la persecución de religiosos,
homosexuales y personas indiferentes al proceso político desencadenado y
que culminó con la creación de las Unidades Militares de Ayuda a la
Producción (UMAP), verdaderos campos de concentración en los cuales
estuvieron internadas muchas personas de reconocida valía.
Por esa época comenzó a aplicar
las descabelladas ideas económicas de Ernesto Guevara, suprimiendo las
relaciones monetario-mercantiles, la contabilidad por partida doble e
instituyendo un sistema físico de registro que significó en la práctica
el más absoluto descontrol de la actividad económica; lo que unido a las
metas de la zafra de los 10 millones de 1970, a lo cual se subordinó
todo el país desde años antes, propició la ruina del resto de las
actividades. En julio de 1970, Castro tuvo que reconocer el fracaso esa
zafra, que le costó el cargo a todos los que señalaron la imposibilidad
de realizarla, incluyendo un ministro.
Desde el lejano año 1960 prometió eliminar solares, cuarterías y bohíos, que en cambio han proliferado cada vez más.
La larga lista de moringadas
incluye: el profuso cruzamiento de ganado Holstein con Cebú (F-1) hoy
inexistentes; terraceo de montañas; cortinas rompe vientos; el GICABÚ,
consistente en la utilización de la cachaza como alimento animal; la
creación de Montelimbo y Belimbo (calles Monte y Belascoaín limpias y
bonitas) mediante una remoción efímera; los pedraplenes, causantes de
grandes daños a los sistemas costeros y a la corrientes marítimas; la
profusión de presas y micro presas, en ocasiones sin un estudio de sus
efectos ecológicos; desaparición de la laguna de Ariguanabo, el mayor
embalse natural de Cuba junto con su fauna; la creación de los
trabajadores sociales a los que llamó médicos del alma, ya desaparecidos
por su elevada corrupción; la institucionalización de los médicos de
familia, a punto de desaparecer; la implantación de profesores
integrales en las Secundarias Básicas, que este señor denominó “los
valientes”, y la introducción del sistema australiano de caña quemada.
Fidel Castro decretó la muerte
de la infeliz vaquita Ubre Blanca cuando la obligó a romper el record
mundial de producción de leche; fue autor del llamado Período Especial;
de la desprestigiada y fracasada Revolución Energética; de las famosas
microbrigadas de vivienda; del metro de La Habana y de la Central
Electro Nuclear de Cienfuegos.
Bajo su orientación o su ejemplo
se introdujeron especies exóticas que mucho daño han causado a los
ecosistemas, como el voraz y prolífero pez gato o Claria, cuyos efectos
son popularmente conocidos; los búfalos que pululan salvajes en Pinar
del Río, Sancti Spíritus y otros muchos lugares, causando destrozos en
los cultivos y lesiones a seres humanos, y así hasta la cría de
avestruces como alimento humano.
La lista de desafueros del señor
Castro es inmensa, pero no hace falta continuar, con estos ejemplos
basta para ver con recelo la reciente iniciativa de la Moringa Oleifera;
aunque parece que las inquietudes de ese señor ya están llegando a su
fin. ¡OJALÁ!
Posteado por:'Comité Pro Libertad de Presos Políticos Cubanos"
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