miércoles, 25 de marzo de 2015


El presidio político que no termina

“Cumplí 21 años de cárcel. Era muy joven, no creo que los que me hicieron esto estén vivos. No les guardo rencor”


carcel-cubana
Cárcel cubana (Foto archivo)
LA HABANA, Cuba. — En momentos de expectativas ante el final del gobierno de los hermanos Fidel y Raúl Castro, es necesario no olvidar el inicio. Aquel lejano año 1959 que comenzó generando fusilamientos y derivó en el presidio político extendido hasta el presente.
La revolución recibió del gobierno de Batista 14 prisiones, 1 de alta seguridad (Isla de Pinos), dirigidas por personal civil. En el 2004 se registraron en la Isla 200 prisiones, 50 de ellas de alta seguridad.
Según cifras ofrecidas por la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN) en las décadas del 70 y 80 se registraron unos 100 mil presos.
La cifra de encarcelados por razones políticas, durante los primeros 20 años de revolución, superó los 5 mil hombres y mujeres que constituyeron el presidio político histórico, extendido hasta la década del 90.
Dos años tomó al gobierno revolucionario, la excarcelación de 3 500 prisioneros políticos comenzada en 1978.
Un estimado calcula que al menos 2 millones de cubanos han pasado por las prisiones de la isla. Las estadísticas conocidas ubican a Cuba en el país con más presos de acuerdo a su población 11 millones de habitantes.
Para Elizardo Sánchez, presidente de la CCDHRN, el control militar ejercido por el gobierno, ¨tiene la libertad para mover las cifras¨.
En el 2010 el diario oficial Granma admitió la cifra de 57 335 presos en el país, después de realizar un drenaje carcelario de 15 mil convictos.

Sistema de prisiones y carceles en 1958 (Fotocopia ACSM)
Los episodios del Presidio Político Histórico se mantienen en la memoria de quienes estrenaron la política represiva de la revolución. Los de mejor suerte fueron enterrados en el número creciente de cárceles, los otros ejecutados por la euforia revolucionaria.
Abel Nieves Morales permaneció en el presidio político desde septiembre de 1959 hasta 1980. Veintiún años y tres días de su vida en el final del mundo. Su recuerdo más amargo del presidio político fue el día que salió en libertad.
“Salí llorando de la prisión y entre llorando a los Estados Unidos”, narra Abel
“Atrás deje un grupo de compañeros (hace una largo silencio). A muchos no los pude ver más, murieron antes de llegar”, agrega con la voz entrecortada.
Abel Nieves fue llevado nueve meses a cirugía debido a las torturas de las que fue víctima. Mientras conversábamos nos mostró las huellas en su cuerpo, como trofeos de gloria.
“Yo era muy joven, no creo que las personas que me hicieron esto estén vivos. No le guardo rencor ni odio a nadie, si tuviera que enfrentarme otra vez, lo hago, pero sin odio”.
En 1976, la CCDHRN intentó documentar los casos de presos políticos para presentarlos en las Naciones Unidas. El gobierno se encargó de encarcelar a los organizadores y potenciales testimoniantes.
Fusilamientos
En 1959 el Gobierno Revolucionario de Cuba fusiló 972 personas de las que 436 eran miembros o afines a las fuerzas del presidente derrocado, Fulgencio Batista. En los años sucesivos hasta 2003, la cifra de ejecutados sumo 2,842, un promedio de 318 fusilamientos al año.

Prisiones y campos de internamiento existentes hasta 2004  (Fotocopia ACSM
Los fusilamientos comenzaron a menos de un mes del derrocamiento de Batista. Las ejecuciones se acondicionaron bajo el amparo de la modificación realizada al régimen legal de la pena de muerte por la Ley Fundamental del 7 de febrero de 1959, derogatoria de la Constitución de 1940.
Para imponer el terror político el primer paso del Gobierno Revolucionario Cubano fue modificar la Constitución del 40, que no contemplaba la pena capital, excepto para delitos de carácter militar y espionaje en tiempo de guerra.
Jesús Carreras Zayas, revolucionario fundador del Segundo Frente del Escambray al que se unió con 21 años, fue fusilado en la noche del 11 de marzo de 1961, acusado de actividades contrarrevolucionarias.
Muchos como él fueron ejecutados o encarcelados mediantes juicios públicos en tribunales militares improvisados. Tuvieron como defensores a los militares nombrados por el mismo tribunal sancionador.
La huella de aquella represión inicial diseminó el terror político en el pueblo. Casi una década tomó a los cubanos, el resurgimiento de una oposición organizada contra el gobierno. Comenzó  por llamarse tímidamente, defensora de los derechos humanos, luego disidencia, hasta consolidarse en el movimiento opositor actual



Posted by: "Comité Pro Libertad de Presos Políticos Cubanos"

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