miércoles, 25 de septiembre de 2013

Cólera en Puerto Padre

| Por Alberto Méndez Castelló
PUERTO PADRE, Cuba, septiembre, www.cubanet.org – Dos muertes, presumiblemente debido al cólera, ocurrieron esta semana en Puerto Padre. Interrogada por este corresponsal, una funcionaria de la Dirección Municipal de Higiene y Epidemiología, dijo: “Yo no puedo afirmar ni negar que esas personas murieran debido al cólera”. Pero lo cierto es que ambos cadáveres fueron sepultados bajo estrictas medidas sanitarias: “No fueron incinerados porque carecemos de un crematorio”, argumentó nuestra fuente.
Por su parte, un especialista (que ha solicitado anonimato) aseguró: “En julio, agosto y lo que ya transcurre de septiembre, se han incrementado las enfermedades diarreicas agudas en el municipio, y sí, se han detectados casos de cólera”.
La ciudad vive momentos de incertidumbre. A cada paso que usted da, ya sea para conectarse a Internet o para hacerse examinar por un dentista, antes debe lavarse las manos con agua jabonosa y luego clorada.
“No señor, no me moje con esa agua apestosa”, decía ayer en la tarde una dama muy emperifollada, a las puertas de la Farmacia Principal. “Pues si no cumple con lo establecido, no podremos atenderla –le respondió la administradora-. Ayer a las nueve de la noche me llamaron a la casa para indicarme lo que debía hacer. Este no es un capricho mío. Son indicaciones del Partido (comunista), y del Gobierno, Salud Pública y la Fiscalía”.
Autoridades de Salud Pública dijeron a la ciudadanía, a través medios locales de radio y televisión, que “el municipio se encuentra en fase de Alarma Epidemiológica”.
“Mire, no nos llamemos a engaño, de la alarma ya hemos pasado a una fase claramente epidemial. Negar el momento epidémico que estamos viviendo aquí sería como conceptuar de alarma ciclónica al viento huracanado que ya nos está desbaratando el techo”, me aseguraba otra especialista a la que consulté.
Aunque las autoridades no lo hayan reconocido, hasta el momento de redactar este reportaje, todo indica que la propagación de una epidemia por cólera va más allá del tecnicismo. Vladimir Amat Moro, integrante del Buró Provincial del Partido Comunista en Las Tunas, llamó a las autoridades locales a extremar las precauciones, porque “el vibrium colérico está aquí.”
Como las aguas albañales de la ciudad se vierten en la bahía, siendo ésta una de las más graves fuentes de contagio, la pesca comercial en el litoral se encuentra terminantemente prohibida. Pero ni falta que hace tal prohibición: raros son los que hoy se arriesgan, en Puerto Padre, a comer pescado, ostiones o cangrejos, deprimiéndose todavía más la dieta del ciudadano de a pie y las fuentes de ingresos por conceptos pesqueros.
Esta semana, la Fiscalía se hizo presente en la radio y en la televisión. Primero, para dar a conocer los delitos en que pueden incurrir las personas naturales y jurídicas (instituciones o empresas), según lo conceptuado por los capítulos XIV y XV del Código Penal; y luego, para advertir que ejercitarán acción penal contra quienes incurran en estos delitos. Lo que no dijo la Fiscalía es si comenzará a investigar las causas y condiciones, y a identificar a los culpables, por el gravísimo estado higiénico de este municipio, que lo hace estar en fase de “alarma epidemiológica”.
Asentado en el municipio de Puerto Padre, y produciendo desde 1912, el Central Delicias fue durante muchos años el mayor productor de azúcar de caña de Cuba y del mundo. Las autoridades municipales de entonces consiguieron que la empresa estadounidense que lo regentaba, asumiera los gastos del alcantarillado público, que es el que aún hoy tenemos, y que apenas hemos agrandado, a lo largo de  casi cien años.
Sería útil que la Fiscalía investigue a dónde fueron a parar los cientos de miles de millones de pesos producidos por el otrora Central Delicias, actual Antonio Guiteras, que pese a ser el mayor productor nacional de azúcar, en más de cincuenta años no nos ha servido ni para ampliar las alcantarillas ni para construir un sistema de acueducto a prueba de inmundicias.
Sería algo mucho más honorable que mentir cuando uno de nuestros pobladores muere víctima del cólera. Y mucho más decente que tomarnos por idiotas, conceptuando “alarma epidemiológica” cuando la epidemia ya corre por las calles, amenazando a cada casa de vecino.


Posted by: "Comité Pro Libertad de Presos Políticos Cubanos"

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