martes, 28 de mayo de 2013

Base Naval de Guantánamo: Testimonio de un éxodo

LLEGADA A LOS ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMERICA CAPITULO VII (Final)

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En el año 2000 compré casa propia, además de otros bienes e inmuebles que logre adquirir en este gran país. No deseo ahondar en este tema, pues no es mi objetivo especular con lo material…  Y desde entonces vivo con una hermana mía, además de un hijo que logré sacar de la Isla. En el 2006 me jubilé, viviendo una vida tranquila y apacible. Poseo dos seguros de Salud, brindados por mi gobierno, por lo que la atención médica y las medicinas son completamente gratuitas.  En este mismo año adquiero la ciudadanía Americana.

Después de 18 años de haber salido de Cuba, puedo decir que mi vida dio un cambio cualitativo y cuantitativo, pero sigo añorando mi terruño y a los míos. No habrá bienestar en el mundo que pueda sustituir este bello y triste sentimiento.

Si tuviera que volver hacer lo que hice, es decir tirarme en balsa, no lo haría. Pienso que el costo de haber dejado atrás a los seres queridos y la tierra que me vio nacer son muy altos, y que nada paga la añoranza, la nostalgia y la tristeza de estar lejos de tu país. Las vidas perdida, tratando de huir de ese sistema, no las pagan todas las fortunas del mundo.

Este capítulo se ha sintetizado, debido a que perdí las notas que había escrito sobre mi llegada a USA, por lo que tuve que acudir a mi memoria. 

Pido disculpas por las faltas gramaticales, de redacción y ortográficas que pueda tener esta obra.
Les prometo que cuando se edite este libro, todas estas dificultades e inconvenientes se erradicarán.



                                                                    FIN



Gracias por su amable atención.

Atte. Pedro Antonio Díaz

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