LLEGADA A LOS ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMERICA CAPITULO VII (Final)
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En el año 2000 compré casa
propia, además de otros bienes e inmuebles que logre adquirir en este
gran país. No deseo ahondar en este tema, pues no es mi objetivo
especular con lo material… Y desde entonces vivo con una
hermana mía, además de un hijo que logré sacar de la Isla. En el 2006 me
jubilé, viviendo una vida tranquila y apacible. Poseo dos seguros de
Salud, brindados por mi gobierno, por lo que la atención médica y las
medicinas son completamente gratuitas. En este mismo año adquiero la ciudadanía Americana.
Después de 18 años de haber
salido de Cuba, puedo decir que mi vida dio un cambio cualitativo y
cuantitativo, pero sigo añorando mi terruño y a los míos. No habrá
bienestar en el mundo que pueda sustituir este bello y triste
sentimiento.
Si tuviera que volver hacer
lo que hice, es decir tirarme en balsa, no lo haría. Pienso que el
costo de haber dejado atrás a los seres queridos y la tierra que me vio
nacer son muy altos, y que nada paga la añoranza, la nostalgia y la
tristeza de estar lejos de tu país. Las vidas perdida, tratando de huir
de ese sistema, no las pagan todas las fortunas del mundo.
Este capítulo se ha
sintetizado, debido a que perdí las notas que había escrito sobre mi
llegada a USA, por lo que tuve que acudir a mi memoria.
Pido disculpas por las faltas gramaticales, de redacción y ortográficas que pueda tener esta obra.
Les prometo que cuando se edite este libro, todas estas dificultades e inconvenientes se erradicarán.
FIN
Gracias por su amable atención.
Atte. Pedro Antonio Díaz
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