Telesur (des)informa
Cada martes el canal venezolano transmite únicamente historias de emigrantes perdedores en EEUU.
En los reportajes que transmiten cada martes solo hay perdedores. En la entrega más reciente, salieron a relucir varios dramas, esta vez localizados en Nueva York y Nueva Jersey.
Tuvieron una generosa cobertura las dificultades de una mujer divorciada de origen dominicano para pagar el importe del apartamento que ocupa junto a sus cuatro hijos y, por otro lado, la convivencia en carpas de alrededor de 150 personas, por presuntamente no tener el dinero suficiente para alquilar un inmueble.
En otra época la intención habría tenido éxito, pero a estas alturas es difícil hallar personas dentro de Cuba que se crean el cuento de que aquello es un infierno. Más de la mitad de la población de la Isla anhela tener residencia permanente en el "norte revuelto y brutal". Le importa un comino lo que digan los entrevistados en el programa USA de Verdad.
La meta es dejar atrás el teque revolucionario y meterse de lleno en la economía de mercado.
"Yo estoy decidido a irme, aunque sea a vivir debajo de un puente. ¿Si no les va bien a esa gente, porque no regresen a sus países de origen? Yo no pierdo mi tiempo en ver esa Telebasura", opinó Gerardo, uno de los inquilinos de un viejo edificio de La Habana Vieja.
En lo que va de año cientos de cubanos han buscado la manera de llegar a los Estados Unidos a través de la frontera mexicana o sobre las aguas del Estrecho de la Florida. Muchos han tenido suerte, otros han muerto en el intento o esperan en terceros países el momento ideal para materializar sus planes.
A los poblados costeros de Nicaragua y Honduras llegan a menudo expediciones marítimas procedentes de la Isla. Ambos países, junto a Ecuador, se han convertido en parte del itinerario de quienes escapan del socialismo rumbo a lo que Telesur muestra como el peor lugar del mundo.
En aras de la objetividad y de evitar la reincidencia en el papelazo, urge una reconfiguración del perfil editorial de la televisora. La haitianización de Estados Unidos es pura propaganda. Una obsesión de los gobiernos de Caracas y La Habana, los principales gestores del proyecto audiovisual.
En vez de crear un ambiente de rechazo hacia la nación vecina, es obvio que lo que están fomentando es el incremento de las simpatías.
Si los hijos de la elite huyen, ¿cuáles serán los deseos del proletariado que apenas puede garantizar tres comidas al día y que vive en inmuebles de fachadas churrosas y en peligro de derrumbe?
Para que equilibren la balanza informativa, invito a los reporteros de Telesur a llevar las cámaras y los micrófonos a Miraflores, El Wajay y La Fraternidad. Tres albergues donde recogerán imágenes y testimonios mucho más dramáticos que los que seleccionan para transmitir en el programa.
Y antes que los voceros del régimen salgan con el ritornelo: aclaro que las causas de la extrema pobreza en esos hospicios nada tienen que ver con el "bloqueo".
Los cubanos saben quiénes son los culpables.
Posted by: "Comité Pro Libertad de Presos Políticos Cubanos"
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