miércoles, 22 de enero de 2014
La opositora cubana Martha Beatriz Roque ha denunciado que vive bajo el constante acoso de la policía cubana y sus vecinos.
JUAN O. TAMAYO
JTAMAYO@ELNUEVOHERALD.COM
La
ex presa política cubana Martha Beatriz Roque dice que ha pedido a un
tribunal que la devuelva a la cárcel, porque no puede seguir viviendo
bajo el acoso constante de policías, agentes de la Seguridad del Estado y
vecinos partidarios del gobierno.
“Estoy
peor aquí que si estuviera presa. Que me manden para la prisión, porque
eso es preferible que vivir en esta prisión”, dijo Roque, de 68 años,
con la voz quebrada por la emoción, desde su apartamento de La Habana.
La
economista disidente dijo que ella y su colega en el activismo Armando
Ramos Lazurique acudieron el lunes a un tribunal de La Habana que se
ocupa de crímenes contra la seguridad del Estado para presentar su carta
de tres páginas quejándose del constante tormento y pidiendo que la
encerraran de nuevo en la cárcel.
Roque
fue la única mujer entre los 75 disidentes que recibieron largas
condenas de cárcel durante una ola represiva en la primavera del 2003.
Un tribunal de seguridad del estado la condenó a 20 años de cárcel, pero
ella fue puesta en libertad en el 2004 luego de sufrir un ataque al
corazón.
El
activista cubano de derechos humanos Elizardo Sánchez Santa Cruz dijo
el martes que estaba “alarmado por la situación de Martha” y el “acoso
agudo y abusivo” que ha sufrido “por orden de la policía política”.
La
campaña de acoso físico, verbal y psicológico empezó en el 2012 después
de que ella permutó su casa en el barrio de Santos Suárez por el
apartamento de un yerno suyo en un área más céntrica de La Habana, dijo
Roque el lunes a el Nuevo Herald.
Ocho
o nueve vecinos le han impedido salir de casa y han impedido entrar a
visitantes, dijo Roque, mientras la policía rodea el edificio y agentes
de la Seguridad del Estado usan un televisor en el vestíbulo del mismo
para mostrar constantemente un programa del gobierno que la marcó como
traidora a la revolución cubana.
El video y un artículo salido cuatro años atrás en el periódico oficial Granma que
se exhibe en el vestíbulo, alegando que ella era una “mercenaria”
pagada por Estados Unidos prueban que el gobierno está detrás del acoso
porque “nadie más guarda esa basura”, dijo ella.
Las
autoridades intensificaron el acoso en noviembre del año pasado, dijo
Roque, luego de que ella fue a una estación de policía local para
quejarse de que trabajadores del gobierno que estaban fumigando contra
los mosquitos habían fumigado su casa aunque ella había protestado de
que padecía de asma.
La
policía la hizo volver a la fuerza a su apartamento entre patadas,
pescozones y empujones que la obligaron a guardar cama por varios dias,
dijo. Sus vecinos le han dado puñetazos, han bloqueado su puerta, roto
una cámara y entonado insultos y eslóganes progubernamentales frente a
la puerta de su apartamento.
El
hostigamiento generalmente se intensifica los miércoles, cuando ella
trata de celebrar en su casa una reunión de la Red Cubana de
Comunicadores Comunitarios, un grupo de periodistas independientes que
ella dirige, dijo Roque.
La
policía volvió a detenerla el lunes después de que ella y Ramos fueron
al tribunal de la seguridad del Estado a entregar su carta, dijo Roque a
el Nuevo Herald por teléfono desde La Habana.
“La
carta dice que es imposible vivir como estoy viviendo. Estoy presa en
mi propia casa”, dijo ella. “Soy diabética y asmática... y aquí estoy
sola, sola, sola”.
Roque
dijo que la policía la condujo a la presencia de un oficial de la
Seguridad del Estado que se identificó como el “coronel Mario” y le dijo
que “él tenía la respuesta a la carta: ellos van a permitir que los
vecinos sigan hostigándome y dándome golpes, y que no van a permitir que
nadie entre a la casa”.
La
disidente dijo que en su carta, enviada al mismo tribunal que la
declaró culpable en el 2003, ella expresaba además quejas sobre su
estatus legal: libre de la cárcel, pero sólo bajo una “licencia
extrapenal” que nunca fue explicada o definida en un papel oficial.
Trece
de los 75 disidentes sentenciados a condenas de 15 o más años de cárcel
en la operación represiva del 2003, conocida como la Primavera Negra de
Cuba, fueron puestos en libertad antes de tiempo y permanecen viviendo
en Cuba bajo dichas “licencias extrapenales”.
Algunos
fueron puestos en libertad antes de tiempo por razones de salud, como
es el caso de Roque y Oscar Espinosa Chepe, quien murió el año pasado.
El resto de los 75 fueron liberados en el 2010 y el 2011 después de
conversaciones entre el gobernante cubano Raúl Castro y líderes de la
Iglesia Católica. La mayoría de ellos fueron directamente de la cárcel
al aeropuerto de La Habana para tomar vuelos al exilio en España.
Los
13 que quedan en Cuba viven en un limbo legal, dijo Roque, y
técnicamente pueden ser enviados a la cárcel por las autoridades en
cualquier momento para cumplir el resto de sus sentencias, las cuales
llegan a los 28 años.
A
por lo menos dos de los 13 se les ha negado permiso para viajar al
extranjero durante el último año porque no habían cumplido sus
sentencias por completo. Ellos son José Daniel Ferrer, quien fundó el
grupo de oposición Unión Patriótica Cubana después de ser puesto en
libertad en el 2012, y Angel Moya, el esposo de la líder de las Damas de
Blanco Berta Soler.
Ferrer
estaba cumpliendo una sentencia de 25 años, y Moya una de 20, cuando
fueron puestos en libertad en el 2012. Los 75 fueron acusados de
crímenes contra la seguridad del Estado por haber aceptado supuestamente
apoyo financiero y de otro tipo de parte del gobierno de Estados
Unidos.
Posted by: "Comité Pro Libertad de Presos Políticos Cubanos"
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